Cristiano Ronaldo: Animal estadístico

Ya no quedan dudas de que Cristiano Ronaldo, a los 29 años, está promediando la temporada más exitosa de su carrera. Con el último Balón de Oro como envión, y la presión de sostener su condición de mejor futbolista mundial del momento, sus próximos objetivos se enfocan en superar el récord de Raúl en competiciones europeas (tiene 71 contra los 72 del español, aunque Messi también acecha la marca con 70) y mantener, en el Real Madrid, un increíble promedio anotador superior a un gol por partido. Contando el último partido ante el Liverpool por la Champions League, lleva 272 tantos en tan sólo 259 partidos.

Desde su llegada a España se acostumbró a competir al máximo contra la creciente figura de Lionel Messi. Al principio le tocó sucumbir ante el poderío del Barcelona de Pep Guardiola, pero luego equilibró la balanza e incluso logró convertirse en una figura decisiva para su equipo en los clásicos españoles que, por su peso, devinieron en batallas feroces.

Ahora, con el encuentro ante el Barcelona a la vuelta de la esquina (será el próximo sábado en el estadio Santiago Bernabeu), Ronaldo afronta un doble desafío: el de mantener su récord en La Liga (lleva quince goles en siete fechas, algo inédito) y también el de contener el avance de Messi, que en el clásico podría igualar o superar la marca de Telmo Zarra, máximo goleador de la competición doméstica española con 252 tantos. La Pulga, hasta el momento, cuenta con 251.

Parece obvio que el récord, tarde o temprano, Messi lo va a superar sin demasiados inconvenientes, pero Ronaldo difícilmente acepte a buena cara que ese hecho se desencadene el próximo sábado. En su temporada, en su estadio, con su gente y con el Real Madrid, que, al fin, se ha convertido en “su” equipo, eso no puede pasarle de nuevo. Es que siempre, en sus mayores auges, la sombra de Messi emerge con fuerza para opacar todos sus logros. Esta es su oportunidad de imponerse.

Sin embargo, en ese choque de planetas que se espera que sea el Real Madrid-Barcelona de la próxima fecha, CR7 podría reconfirmar –una vez más, como si fuese necesario- que es un animal estadístico. Un goleador voraz y despiadado. Un recordman que, al igual que Messi, arrasa con todo a su paso. Sólo resta saber cual de los dos se saldrá con la suya. 

Por Matías Rodríguez