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Tiempos de cambio en el Barcelona

Luis Enrique como entrenador, millones invertidos y el comienzo inminente de una nueva época. De todas maneras, mantiene la línea y a Messi, garantías de nivel.

Por Redacción EG ·

26 de agosto de 2014
Imagen LUIS ENRIQUE volvió al Barcelona, donde se destacó como jugador. A diferencia de Guardiola, llega con antecedentes en el fútbol grande: un año en la Roma y otro en el Celta.
LUIS ENRIQUE volvió al Barcelona, donde se destacó como jugador. A diferencia de Guardiola, llega con antecedentes en el fútbol grande: un año en la Roma y otro en el Celta.

Primero, fue la goleada del Bayern Munich por semifinales cuando Tito Vilanova aún era entrenador. Luego, la derrota por duplicado en manos del Atlético Madrid completó el llamado de atención que sufrió el Barcelona para ponerle punto final a la era Guardiola. Hasta la llegada de Martino, no se concebía un equipo con demasiados cambios al multicampeón. El Tata terminó siendo un “mal necesario”, ya que su paso con un solo título (la Supercopa de España a comienzos de temporada) confirmó la urgencia de reinventarse.

Xavi Hernández en el banco sin jugar ni un minuto fue la primera señal. Conserva el buen pie y la habilidad, pero a los 34 años ya no es el mismo. En la última fecha pasada, Martino tampoco lo incluyó en un partido decisivo y fue duramente criticado por la prensa catalana. Aún no concebían tener al crack fuera de la cancha. Durante el Mundial, Vicente del Bosque lo marginó vs. Chile y Australia. Descolgarlo del cuadro de ídolo fue un paso fuerte pero adecuado para un jugador retirado de la selección y abocado únicamente a su nuevo papel como actor de reparto en el club que lo vio nacer.

Finalizada la carrera profesional de Puyol, sin renovación de contrato Víctor Valdés y ausente el mencionado Xavi, el plan B de la capitanía es Andrés Iniesta. Lionel Messi y Sergio Busquets completan el cuadrinomio de los posibles portadores de la cinta. Éste último, por más ínfima que sea la novedad, lució la camiseta 5, en lugar de la habitual 16.

Si bien la base se mantiene, el domingo tuvo muchas caras nuevas y apenas tres españoles titulares (Jordi Alba, Iniesta y Busquets); características más habituales en el Real Madrid. La sanción que no le permitirá incorporar jugadores durante 2015, generó el desparramo de la billetera durante este mercado de pases.

El chileno Claudio Bravo estuvo en lugar del arquero titular, Ter Stegen, refuerzo ausente por lesión. Jeremy Mathieu debutó en la zaga y Rakitic jugó de todo, justificando su condición de refuerzo estrella, al menos hasta el debut de Suárez. Comenzó de interior derecho, se incorporó a la última línea tras la expulsión de Mascherano, y terminó siendo doble cinco con pase-gol incluido durante los últimos minutos. La denominación como sucesor de Xavi es casi tan pecaminosa como inevitable. Para colmo, le dieron la número 4: todo un símbolo en la “filosofía Barca” y la camiseta que usó Guardiola en sus años mozos.

La situación entre los dos actuales compañeros es similar a lo que sucede con Pep en su versión DT y Luis Enrique. Fueron amigos campeones adentro del campo, dirigieron al Barcelona B y comparten un estilo de juego. De todas maneras, el nuevo entrenador hace lo posible para no colgarse una mochila que no le sirve cargar.

Luis Enrique en poco tiempo se encargó de darle su sello al equipo. El pressing alto (por un error de ese estilo fue la expulsión de Mascherano) y la posesión son denominadores comunes. Pero la flexibilidad en cuanto a los esquemas, la búsqueda de mayor dinamismo y el tratamiento de pelota parada serán novedosos. También habrá que prestar atención a la apuesta por una nueva camada de jóvenes.

Sergi Roberto y Bartra ingresaron en el complemento, mientras que Sandro Ramírez, Jordi Masip y Martín Montoya aguardaron en el banco. Rafinha debutó como extremo derecho, pero la gran revelación estuvo en el otro andarivel. Oriundo de Madrid, Munir El Haddadi arribó al Barcelona en 2011 y fue la figura de esta pretemporada. Zurdo, potente y rápido, se ganó la titularidad en la primera fecha y aportó un tanto en la goleada. Es el cuarto blaugrana más joven en protagonizar el combo debut-gol. Tiene solo 18 años y un futuro inmenso, al que buscan asegurar con la firma de un nuevo contrato. Peleará por dos puestos con Pedro, Neymar y Suárez.

Imagen HASTA LOS 34 AÑOS firmó Mascherano la renovación del contrato. ¿Rusia 2018? (Archivo El Gráfico)
HASTA LOS 34 AÑOS firmó Mascherano la renovación del contrato. ¿Rusia 2018? (Archivo El Gráfico)
El rol de los argentinos del plantel continúa siendo preponderante. La llegada de Vermaelen y Mathieu puso en duda el futuro de Mascherano como central. Sin embargo, su buen rendimiento durante el Mundial y la influencia dentro del equipo lo posicionaron en la casi segura titularidad. Su expulsión vs. Elche respondió más a una falla colectiva que a un error individual, pero por si necesitara apoyo, 48 horas después renovó su contrato por cuatro años con una cláusula de 100 millones de euros.

Messi jugó de Messi y la rompió como siempre. Es el niño mimado y bien sabe el nuevo entrenador que no puede dar un paso en falso con su estrella, a quien le cuida el humor como a ninguno. De hecho, ya lo ponderó públicamente en un claro guiño para que se sintiera importante en este nuevo proyecto. El antecedente de Luis Enrique no era positivo, ya que en su período por la Roma tuvo diferencias con Francesco Totti, el símbolo del club. Lionel contra el Elche mantuvo su posición céntrica, pero la futura inclusión de Luis Suárez lo convertiría en más enganche y menos delantero. El uruguayo costó millones y buscará destacarse en un puesto que ya se deglutió a Eto´o, a David Villa y a Zlatan Ibrahimovic porque no supieron convivir adentro del campo con el argentino. Probablemente allí radique el gran desafío de Luis Enrique. ¿Le encontrará una nueva posición como Guardiola hizo en su momento al colocarlo de falso nueve? El nuevo Barcelona guarda muchos misterios, aunque la certeza que posee es la mejor noticia que un entrenador puede tener: Messi.


Por Pedro Molina

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