¡Habla memoria!

Rody Soria: aguanta los trapos

Es un gran artista popular. No canta, no baila, ni toca un instrumento: pinta los telones más deslumbrantes de las hinchadas argentinas y extranjeras. Arrancó con uno para Boca, en su barrio, e hizo de su arte una profesión.

Por Redacción EG ·

02 de julio de 2019


Imagen SORIA vive en un conventillo de la Boca. Creció muy cerca de la Bombonera.
SORIA vive en un conventillo de la Boca. Creció muy cerca de la Bombonera.

Los turistas que visitan el barrio no imaginan que un artista anónimo, que vive en un conventillo junto a otras dos familias, tenga en su haber casi sesenta obras de un arte verdaderamente “nacional y popular”. Los taxistas que los traen o los guías que recorren la zona, apenas les hablan de Caminito, del museo de Boca, de las parrillitas, del Riachuelo, de las pizzerías o de algún show de tango.

Lo que nadie sabe, o pocos, mejor dicho, es que el barrio de La Boca tiene, además, un artista popular al que buscan las hinchadas argentinas y algunas de México, Venezuela, Chile, Uruguay, Brasil y Colombia. No fue a ningún taller de arte y recién aprendió a leer y a escribir a los 21 años. Pero puede hacer, junto a un compañero, el mejor retrato en la bandera de tu equipo. O en un bombo, o en una pared, o donde se lo encarguen. Se llama Rody Soria, ya pasó los 40 y se crió en las calles de La Boca, en la plaza Solís y en el corazón de la segunda bandeja, con La 12. Ahí aprendió este arte popular, que no podría haber nacido en otro lugar, y que los turistas no conocen. Pero que se quedarían escuchando su historia y sacándole fotos durante horas si lo vieran pintando.

Esta historia, cuenta Rody en un campito a dos cuadras de La Bombonera, comenzó en 2005, cuando con un grupo de amigos de La 12 decidieron vender rifas para hacer una bandera de 30 metros por 4,5. Le pusieron “Jugador Nº12 PTE”, y la colocaron en la parte central de la tercera bandeja, arriba de la hinchada. Fue la primera que pintaron con aerógrafo, usando un lápiz con aire. Después, rellenaban con sopletes para pintar autos. Rody había contactado a un amigo que no era de Boca, y que sabía pintar con esa modalidad. Al tiempo, hicieron lo mismo con un minitelón que estrenaron en el Monumental.

-Después de ese partido todo el ambiente de las tribunas empezó a hablar de esa bandera, por los “brillitos” que tenían las letras. Nunca nadie había pintado una bandera así. Había salido en la televisión y la vieron todos. Y me llamaron los pibes de Lanús para preguntarme si les podía pintar una bandera igual.

-¿Y qué les dijiste?


-Que nosotros éramos de Boca. No queríamos pintar para Lanús ni para nadie. Pero no porque tengamos algo contra ellos, eh. Era gente amiga. Pero nosotros solamente queríamos pintar banderas para Boca.

Pero para Boca pintaban gratis, y pensaron que a Lanús podrían cobrarle. Y sacaron un presupuesto y se pusieron de acuerdo. Fueron quince días de trabajo. Cuando el telón de Lanús se vio por la televisión, el comentario fue “los de Lanús se zarparon”. Ahí nomás, los jefes de la barra de Godoy Cruz, que eran-son-amigos de Lanús, los llamaron para preguntarles quién les había pintado la bandera. Y le nombraron a Rody. Y Rody se fue para Mendoza. Lo esperaba un telón de 110 x 45 metros.

“Pero lo mío no es que voy como un artista que pinto y regreso a mi casa”, aclara Rody. “Yo lo hago con pasión, con amor, como si fuese mi bandera. Los trapos son mi vida. Lo mío es ir y pintarte la bandera en tu lugar, con tu gente, y que podamos comer un asado todos juntos mientras yo trabajo; que la gente me ayude estirando la bandera, que se sienta parte”.

Después del telón de Godoy Cruz, todo el ambiente de las tribunas sabía que Rody Soria pintaba las mejores banderas. Y comenzaron a competir por tener el mejor telón del país. Rody, que en su vida había tenido un trabajo estable, pasó a vivir de lo que más le gusta. Pero antes, lo mejor, logró encontrar algo que le gustara.

-Se me abrió una puerta muy linda de la nada. Comenzó como un hobby y hoy me estoy organizando para viajar a pintar a México y a Venezuela. Yo me pasé años en la cárcel. Desde menor. Y antes de empezar a pintar casi me matan en un tiroteo. Esto me cambió la vida. Yo aproveché la oportunidad. Esto es fútbol, el mundo de las barras, de la fiesta en las tribunas, y me encanta. Porque yo entiendo lo que me piden, para qué me contratan; sé lo que sienten esos tipos por lo que quieren que pinte. Mi bandera es mi piel, es mi cuerpo, es mi vida. Son mis colores, algo que se defiende con la vida.

Imagen UNO de los telones pintados por Rody Soria. Empezó con Boca y ya lleva 56 para hinchadas de diferentes países.
UNO de los telones pintados por Rody Soria. Empezó con Boca y ya lleva 56 para hinchadas de diferentes países.

-¿En qué notás que la bandera es tan importante para tus clientes?

-Te doy un ejemplo: cuando arrancamos a pintar el telón de Almagro me acuerdo que les pedí una seña. Los muchachos llegaron con una bolsa. La dieron vuelta y cayeron un montón de billetes de dos y cinco pesos. Era impresionante la cantidad de monedas que había. Yo vi eso y me dieron muchas más ganas de comprometerme con el trabajo. Por el esfuerzo que hicieron esos pibes que pusieron 1, 2, 5 o 10 pesos para que yo tuviera trabajo, tenía que darles lo mejor.

Hasta el momento fueron 56 banderas pintadas. La mayoría, telones. Rody muestra un álbum de fotos de todos sus trabajos: hay de Huracán, Vélez, Argentinos Juniors, Colón, Unión, Excursionistas, Temperley, Aldosivi. En todas, aparece pintando con ropa de Boca.

En Montevideo, llegó a tener el récord: pintó la que era, hasta ese momento, la bandera más grande del mundo: 300 x 45, de Peñarol. Después, lo contactaron los hinchas de Talleres de Córdoba. En un papel en el que habían envuelto fiambre, con manchas de grasa, diagramaron el boceto de un telón de 400 x 46. Cuando trabaja lejos de La Boca, los muchachos que lo contratan le consiguen una casa y todo lo que necesita para trabajar tranquilo durante las dos o tres semanas que lleve el encargue.

Rody se ocupa de todo: cuando lo llaman, saca un presupuesto por la tela, el cosido y el dibujo. Hasta su casa han llegado camiones que se fueron con el telón sin pintar. Porque a Rody, como ya dijo, le gusta pintar delante de la gente, en el lugar de la gente.

Imagen HIZO TAMBIEN el gigantesco trapo de Talleres.
HIZO TAMBIEN el gigantesco trapo de Talleres.

Alos tres años de pintar banderas en la Argentina, llegaron los llamados del exterior. Hasta ese momento, las únicas veces que había viajado fuera del país habían sido para ver a Boca. Los hinchas de Santiago Wanders de Chile lo llamaron primero. Se corrió el rumor, y del otro lado del teléfono, al día siguiente, marcaron los de Colo Colo:

“Yo le dije al de Colo Colo que tenía códigos; que la prioridad la tenían los de Wanders, porque me habían llamado primero. Que si me quería esperar, me esperara y yo les hacía el trabajo. Y si no, que llamara a otro, porque mi palabra vale. Y yo se la había dado a los de Wanders. Las cosas como son. Gracias a ese respeto con el que me manejo me llaman todos. A mí, ponele, me llaman los pibes de Lamadrid, y al día siguiente los del Real Madrid, y la prioridad la tiene Lamadrid, toda la vida. Tiene otro gustito”.

Además del fútbol, cada tanto salen pintadas de banderas políticas o de sindicatos. También, llaman por trabajos en paredes, habitaciones o en el fondo de la pileta, como lo llamó hace unos días un loco pidiéndole un escudo de Gimnasia de La Plata en su piscina. Casi todo tiene que ver con el fútbol. Hoy, el que lo llame, sabe que tal vez tenga que esperar de uno a tres meses. Hay mucho trabajo encargado con anticipación: telones de Deportivo Merlo, Defensa y Justicia y Gimnasia de Salta. También, un viaje a Venezuela y otro a México. Pero siempre, pintando con la camiseta de Boca puesta. Porque Rody dice que un arte así, no se puede aprender en otro lado que no sea las calles de La Boca, en la plaza Solís o en el corazón de La 12.
 

Por Nahuel Gallotta (2014)

Fotos: Leandro Sánchez.

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