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Idolos de la Selección: Miguel Rugilo

Es leyenda en el mítico Wembley, donde dejó asombrados a los ingleses. Arquero con reflejos y voladas extraordinarias.

Por Redacción EG ·

05 de mayo de 2014
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En la injusta rueda del arquero, en la que a veces se está muy abajo y en ocasiones muy arriba, a Miguel Angel Rugilo le alcanzó un partido para que su nombre quedara inmortalizado en la historua del deporte argentino. Apenas 90 minutos. Solo eso. Un día, sin esperarlo, su vida cambió súbitamente: comenzó a ser llamado “El León de Wembley”. Empezó a ser más entrevistado, más fotografiado, a recibir más elogios para guardar en los cajones del recuerdo. Una fecha: 9 de mayo de 1951. Argentina visitaba a Inglaterra en el mítico estadio londinense, donde el local nunca había perdido. Las tribunas lucían repletas. El conjunto nacional perdió 2-1 (ganaba 1-0 con gol de Mario Boyé), pero las mayores ovaciones fueron para el portero de la Selección: Rugilo, en criollo, la rompió. Sacó una, dos, tres y tantas pelotas con destino de gol que los ingleses no podían creer como ese hombre, con bigotes extraños para esas latitudes, podía volar de palo a palo llegando casi siempre al balón. Una curiosidad de su carrera: en 1949, atajando para Vélez, atajó cinco penales en cinco partidos consecutivos.

Carnet de ídolo



Nombre y apellido: MIGUEL ANGEL RUGILO.
Nació: 19/01/1919, en Buenos Aires.
Jugó: 4 partidos entre 1950 y 1951.
Goles recibidos: 4.
Mundiales: Ninguno.
Títulos: Ninguno.