(sin categoría)

Messi: Los mejores del 2013

No necesitó redondear el mejor año de su carrera para destacarse. Aunque la acumulación de partidos lo llevó a lesionarse como nunca, demostró que es inagotable al pulverizar récords, ganar dos títulos más con el Barcelona, afianzar a la Selección, conseguir la clasificación al Mundial 2014, y adueñarse de más premios. Parece que a los 26 años ya logró todo. Sólo parece…

Por Redacción EG ·

23 de diciembre de 2013
Nota publicada en la edición de diciembre de 2013 de El Gráfico

Imagen LO MIMAN. Aun lesionado, hizo historia al ser el único en ganar la Bota de Oro por tercera vez.
LO MIMAN. Aun lesionado, hizo historia al ser el único en ganar la Bota de Oro por tercera vez.
“NO PIENSO EN los récords, sólo salgo a jugar”.

Esta declaración de Lionel Messi resultó el título de la nota de tapa que realizó Diego Borinsky y que se publicó en El Gráfico, en la edición de mayo.

Sin embargo, cuesta entender al genio del fútbol mundial. Parece mentira que el tipo que convierte lo imposible en posible adentro de la cancha no proyecte más allá de un partido puntual, que no se proponga hacer añicos las estadísticas cuando, en la práctica, tira los protocolos al demonio y las sigue rompiendo. Pero Leo pretendía convencer sobre su postura en la entrevista ya mencionada al reafirmar sus dichos y ampliarlos: “No pienso en los récords, esas son cosas que nosotros los jugadores no las buscamos, se van dando”. Como si fuera natural en su vida, aplicó un concepto propio del atletismo y de la natación (en esos deportes el objetivo es batir marcas, además de lograr títulos) y continuó superándose a sí mismo y a los demás. La Bota de Oro, premio que obtuvo en noviembre, sólo es una consecuencia de lo que genera. Esta bestia de 169 centímetros hizo otra vez historia al transformarse en el único en ganar por tercera ocasión la estatuilla nombrada, gracias a ser el máximo goleador de las ligas europeas durante la temporada 2012/2013, en la que clavó 46 goles. Flojo, ¿no?

Respecto al año anterior, mejoró sus registros aun más. Anoten… Se afianzó como máximo goleador en la historia del Barcelona, con 327 tantos. Le acortó distancia a Telmo Zarra, el máximo artillero de la liga española, al ponerse a sólo 29 gritos (Telmo 252, Leo 223).

Alcanzó a Alfredo Di Stéfano al sumar 22 títulos y se puso a uno de igualar a Esteban Cambiasso, el argentino más ganador en el mundo del fútbol. En la Selección, llegó a los 37 goles y superó a Diego Maradona (34) y a Hernán Crespo (35). Así escaló hasta el segundo puesto de los máximos goleadores de la historia. Cuidate, Batistuta (56): Lionel está a 20 goles de destronarte.

Se consolida tercero entre los goleadores argentinos en la historia, con 388 gritos. Si bien Alfredo Di Stéfano (512) y Carlos Bianchi (425) lo aventajan, no es descabellado que pueda pasarlos en el transcurso de los años porque apenas tiene 26.

CONFIRMADO: la Pulga es un ser humano, como todos. No sólo puede bajar su nivel futbolístico, sino que también se puede lesionar. Lamentablemente, eso último ocurrió en este 2013, y en reiteradas ocasiones. Lo concreto es que el futbolista (sólo había estado inactivo durante 15 días en las cuatro temporadas anteriores, por una lesión, durante el período de competencia) sintió el desgaste de años –sumado a las giras por los partidos a beneficio que organiza por el mundo– y se lesionó como nunca le había pasado, lo que obligó a muchos a recibirse rápido de médicos para explicar qué es el bíceps femoral.

En total, sufrió cuatro parates, producto de la elongación del bíceps femoral de la pierna derecha (3 de marzo, ante PSG); de un hematoma en el bíceps femoral de la pierna izquierda (22 de agosto, versus Atlético de Madrid); de una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha (28 de septiembre, frente a Almería); y de una nueva lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda (10 de noviembre, contra Betis), la más dañina, sin dudas, porque lo sacaría entre seis y ocho semanas de las canchas. Mientras el Barcelona y la Selección Argentina lo extrañan, la prensa del mundo se impacienta y sigue refiriéndose al crack, por más que él vea pasar la bocha desde afuera. Sin intenciones de frenar la pelota de nieve, el protagonista de esta historia calmó las ansiedades en la premiación de la Bota de Oro. Así como adelantó que no piensa en apurar la recuperación y que volvería recién en enero, transmitió un mensaje de tranquilidad que alegró a argentinos y a catalanes: “Estoy mejorando de a poquito, ya sin dolor, por suerte. Así que empezando a hacer cosas”.

SALTA a la vista: Lionel no necesitó redondear su mejor año de carrera para destacarse en este 2013 al que ya le queda un suspiro. ¿Cuáles son los motivos, más allá de haber pulverizado récords? 1) Mientras estuvo en la cancha, siempre fue la figura de un equipo de figuras, como el Barcelona. 2) Ganó la Liga y la Supercopa de España. 3) La Selección Argentina consolidó un modo de juego, en el que Messi es el capitán del grupo, del juego con pelota y de las emociones fuertes, y se clasificó al Mundial de Brasil 2014 sin sobresaltos.

No obstante, tiene un argumento más para celebrar al levantar la copa en este diciembre: experimentó su primer año como padre de Thiago, que no para de arrancarle sonrisas, como se vio públicamente en el festejo de la última liga conquistada en medio del Camp Nou, que contó con un show impactante de fuegos artificiales.

Mientras su imagen se fortalece en el mundo –potenciada por su lucha a favor de la inclusión social a través de su fundación y de UNICEF–, cumplió diez años en la Primera del Barcelona y en continuado (su debut se produjo en un amistoso ante el Porto el 16 de noviembre de 2003). ¡Una locura! iInverosímil! Pausa, silencio… Ahora sí, ocurre que este rosarino ya nos acostumbró a ver como normales situaciones anormales. De hecho, parece que no le quedaran más desafíos por delante que reciclarse. Bueno, sólo parece… El Mundial de Brasil comienza el próximo 12 de junio, y Leo podría festejar por duplicado: su cumpleaños número 27 (24 de junio) y la... Mejor todavía no lo escribamos y dejemos que él se encargue, porque transformar sueños en realidad es su especialidad.

Por Darío Gurevich/ Foto:  AFP

Temas