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Vivian y Serrano: Piden pista

Genuinos productos de esa inagotable cantera que es el karting argentino, Franco Vivian y Martín Serrano arrancaron desde muy chicos y se abren camino con suceso en el competitivo mundo del TC Pista. Los dos integran esa nueva camada que en constante proyección busca su lugar en el recambio generacional.

Por Redacción EG ·

09 de septiembre de 2012
                  Nota publicada en la edición de septiembre de 2012 de El Gráfico  

Imagen CRECER COMO RIVALES: Franco Vivian (der) y Martín Serrano (izq) compiten desde chicos en karting, fórmulas y ahora continúan en TC Pista.
CRECER COMO RIVALES: Franco Vivian (der) y Martín Serrano (izq) compiten desde chicos en karting, fórmulas y ahora continúan en TC Pista.
Tal vez aquella teoría de que lo que se aprende de chico jamás de olvida, les sirvió muchísimo a Franco Vivian (23 años, del barrio porteño de Colegiales y a 12 materias de recibirse de arquitecto) y a Martín Serrano (24, de la localidad bonaerense de Pablo Nogués), ambos de próspero andar en el automovilismo grande de la Argentina. Los dos ingresaron desde muy chicos en ese inquieto mundo de los karting, en el que se desafían las curvas a toda velocidad, se frena en escasa distancia y se ejercitan los reflejos al extremo. Veamos, entonces, cómo estos dos ascendentes pilotos se fueron abriendo paso en la siempre difícil tarea de ganarse un lugar en el circuito profesional.

Vivian, una pasion hereditaria
-A mi papá, Eduardo, (arquitecto) le gustaban los autos de carrera, pero por una cuestión económica no pudo correr. El automovilismo, como todo el mundo sabe, es demasiado costoso, sobre todo al principio, cuando hay que arrancar y tenés que comprarte el karting, los motores, los traslados y todo cuesta. Mi papá ahora corre ocasionalmente en Turismo Mejorado Histórico (compiten Fiat 1500 y Peugeot 404), pero cuando pudo nos ayudó para que mi hermano, a los 9 años, y yo, a los 5, nos subamos a los kartings. A mi viejo lo seguí en todo, hasta elegí Arquitectura como él. Mi mamá nunca tuvo problemas en que corriera, siempre y cuando estudiara, ya que mi hermana es abogada y mi hermano ingeniero.

Imagen FRANCO Vivian en el box del Tango Competición.
FRANCO Vivian en el box del Tango Competición.
-¿El karting te llevó a vivir a Italia?
-Es que fui tres veces campeón panamericano; y en uno de esos triunfos, en Uruguay, tuve la suerte de que estuviese el dueño de una importante fábrica de kartings italianos y él me propuso que fuese a correr allá y así pude estar en dos Mundiales y en varios campeonatos europeos. Estuve dos años, con 14 y 15 años. Y ahí conocí la capital del karting en el mundo, porque en el Norte de Italia, en un radio de 30 kilómetros, están concentradas las fábricas más reconocidas. Fue una experiencia increíble, porque yo estaba solo, con alguno que otro latinoamericano como compañero, pero solo. Y no perdí nada en el colegio, porque acá iba al Cristoforo Colombo, en Núñez, una escuela italiana, y seguí yendo al colegio allá.

-¿Qué es lo que más te marcó de esa experiencia?
-Y, sin duda, la soledad fue fuerte en esos dos años. Estoy convencido de que forjó mi manera de ser, mi carácter. El automovilismo es un deporte que te da más sinsabores que alegrías, y una cosa es estar en Buenos Aires a 50 minutos de tu casa cuando te pasa un accidente y otra muy distinta en Europa, donde todo es más frío. Ellos son muy profesionales, pero el trato en el equipo no es tan amigable como acá. Reconozco que aprendí mucho y que lo detallista que soy se lo debo a esa experiencia. Si bien tuve la posibilidad de seguir corriendo allá, me quería volver. Mirá que mejor campaña que la que hizo Esteban Guerrieri en el exterior es muy difícil encontrar, y sin embargo él no pudo dar el salto que esperaba.

Imagen EL CHEVROLET número doce con el que Franco Vivian acelera en el TC Pista.
EL CHEVROLET número doce con el que Franco Vivian acelera en el TC Pista.
-¿Y al volver te encontraste con los Fórmulas?
-Sí, porque arrancamos con mi hermano en un equipo propio de Fórmula Renault, con mi papá haciendo las veces de ingeniero en pista. A fines de 2006, con los Crespi; y después, a partir de 2007, con los Tito. Ahí me encontré con chicos de la época de los kartings, como Falaschi, Girolami y Giallombardo, aunque ellos llegaron antes que yo al automovilismo grande, tal vez por esos dos años que corrí en Europa. Pensar que ya llevo 18 años en forma ininterrumpida con el volante en la mano. En 2008 probé en Top Race Junior y terminé tercero en el campeonato, con dos victorias. Me sentí muy cómodo en el salto a los autos con techo, tal vez porque el karting te da un timing sensacional. Fijate que a los que se destacaron en karting después les va generalmente bien, como el caso de Matías Rossi, que se destacó en karting y es un piloto de la hostia en todas las categorías en las que participa. Y los que andan bien en los fórmulas después también les cuesta menos en los autos con techo, aunque claro que todo tiene su período de adaptación.

-¿Y en tu caso cómo fue esa adaptación?
-Pasé del karting a la Fórmula Renault, Top Race, TC Pista, TC2000 y Super TC2000 sin mayores inconvenientes. La adaptación se nota más en Super TC2000 porque es tracción delantera, en cambio en el resto es tracción trasera y si bien hay diferencias de tiempo, frenada, tránsito de curva y aceleración, básicamente el manual de manejo es similar. En cambio en Super TC2000 es totalmente distinto, imaginate que para hacer un trompo en el TC Pista tenés que levantar el pie del acelerador y en el Super TC2000 hay que acelerar a fondo. Por eso, la concentración es fundamental para afrontar como se debe esa milésima de segundo. Son muchas las cosas que influyen en el cambio de una categoría a otra. Puntualmente en mi debut en Super TC2000 en Oberá me costó muchísimo, porque son autos que tienen casi 500 caballos, recalientan mucho la gomas delanteras y se van de trompa por ese tema de la tracción delantera. Por eso, hay que hermanarse más con el auto y tener más feeling.

Serrano y una publicidad
-Empecé en esto por decisión mía, porque a los 9 años vi una publicidad de karting en la tele y llamé para anotarme. Por supuesto que me contestaron que debía llamar un adulto. Entonces le insistí tanto a mi viejo que tuvo que aceptar que pruebe y no paré más: de los kartings pasé a los fórmulas Renault y después a los autos con techo. Patita Minervino, el chasista Tito Pérez, Sergio Polze y Gabriel Furlán fueron mis mejores consejeros.

Imagen MARTIN Serrano y aquellos tiempos de aprendizaje y disfrute de la velocidad de los kartings.
MARTIN Serrano y aquellos tiempos de aprendizaje y disfrute de la velocidad de los kartings.
-¿En qué te ayudaron esos consejos?
-Fundamentalmente aprendí mucho de ellos, porque cada categoría tiene sus secretos. Además, en este deporte el estado de ánimo influye bastante y ellos me dieron mucha confianza, hicieron que creyera en mis condiciones. También es clave el apoyo de mi tío Marcelo en la búsqueda de sponsors y el entrenamiento que realizo con Fernando San José. Con él me preparo en el gimnasio para tener fuerza de brazos, porque estos autos de TC Pista no tienen dirección hidráulica como el TC2000, entonces son bastante pesados, unos 1300 kilos, y se siente que las gomas sean muy anchas. Trabajamos también para tener más veloz la mente y es muy bueno que justo al profesor le guste el automovilismo.

-¿Cuál es tu mayor aspiración dentro del automovilismo?
-Mi sueño de siempre es ser campeón de Turismo Carretera. Por eso, mi prioridad en TC Pista es rendir de la mejor manera para dar el salto esperado al TC. Desde chico soy fanático de Chevrolet y el destino increíblemente me ubicó cerca de mi ídolo Guillermo Ortelli. Estoy muy agradecido a este deporte y aunque soy consciente de que no es para siempre, mientras lo pueda practicar lo quiero aprovechar al máximo.

Imagen PRESENCIA de Martín Serrano en TC Pista con Chevrolet, marca de la que siempre fue fanático.
PRESENCIA de Martín Serrano en TC Pista con Chevrolet, marca de la que siempre fue fanático.
-En Buenos Aires sufriste un recargo que te privó del triunfo…
-Sí, ni bien terminó la carrera que ganamos en pista de punta a punta, me fui directamente a hablar con los comisarios por la sanción que me habían puesto. Luego de escuchar sus explicaciones, sigo sin compartir, ya que si bien hay un sistema que detecta la velocidad de largada, yo partí a la par de Nazareno López y me pude mover mejor. Por eso, lo que no entiendo es si largamos a la par ambos, por qué yo me excedo en 86 kilómetros la velocidad, y el sí larga a 80. Este triunfo me hubiese dejado al frente del campeonato, pero sabemos que tengo un gran auto y en los playoffs tendré mi revancha.

Por Walter Nápoli. Fotos: Alejandro del Bosco