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Teófilo Gutiérrez, villano en todas partes

El colombiano viajó a su país sin el permiso de los dirigentes de Lanús, que le rescindirán el contrato. Otro desplante del delantero que ya protagonizó varios.

Por Redacción EG ·

17 de mayo de 2012
Imagen JUGO EN JUNIOR, Trabzonspor, Racing y Lanús. Es citado con frecuencia para jugar por la selección colombiana.
JUGO EN JUNIOR, Trabzonspor, Racing y Lanús. Es citado con frecuencia para jugar por la selección colombiana.
Teo Gutiérrez es delantero a tiempo completo. Fuera de la cancha se maneja igual que con los cortos y los botines puestos. Tiene frialdad, es irresponsable, propenso a desacatar las normas, acaso egoísta. Esos mismos términos componen una doble definición: adjudicados con romanticismo al estilo de los goleadores de raza, la del crack que vapulea todas las defensas. Aplicados a su comportamiento más allá de la línea de cal, la del rebelde que saca de quicio a quienes lo contratan. El colombiano viajó a su país sin el permiso de los dirigentes de Lanús, y, como si fuera poco, desde allá expresó su deseo de jugar en otro equipo.

El presidente de Lanús, Nicolás Russo, le confirmó a la agencia de noticias Telam que mañana rescindirán el contrato que vincula al delantero con el club hasta el 30 de julio. Russo contó que conversó con el colombiano el fin de semana pasado,  y que éste le dijo que viajaba a Colombia porque iba a ser citado para jugar con su selección. La lista que recientemente dio a conocer José Néstor Pekerman dejó al descubierto su engaño o equivocación.

El colombiano llegó a Lanús tras su escandalosa salida de Racing con la habilitación solo para jugar la Copa Libertadores. Desde la eliminación de su equipo en octavos de final a manos del Vasco Da Gama, estaba sin competencia. “La verdad es que ahora me dedicaré a descansar y estar tranquilo. He recibido muchos llamados de distintos clubes y mi representante se está encargando de eso”, declaró tras pisar suelo cafetero, y se entusiasmó con la chance de continuar su carrera en el Deportivo Cali.

Repasar su historial de conflictos es casi igual a revisar su carrera entera. Teo es un coleccionador empedernido de contratiempos, una usina generadora de disgustos. Su llegada a Racing lo hizo famoso en el país, pero antes de que desembarcar en tierras criollas había sembrado la discordia en Turquía.

Imagen SUS GOLES dentro de la cancha se ven opacados por su indisciplina fuera. Se fue de Racing con escándalo y mañana le rescindirán el contrato en Lanús.
SUS GOLES dentro de la cancha se ven opacados por su indisciplina fuera. Se fue de Racing con escándalo y mañana le rescindirán el contrato en Lanús.

LO QUE UN SUSPIRO


Fue goleador y campeón con el Junior de Barranquilla en 2010. Lo vendieron al Trabzonspor de Turquía. Llegó a ese país con el cartel de figura estampado en la frente, había sido el cuarto goleador del planeta: “Estoy muy contento por estar acá. Creo que tengo que ratificar lo hecho en la temporada anterior con Junior, gracias al respaldo de mis compañeros”, dijo ante las cámaras y más de cien hinchas que lo recibieron. Pero en octubre de ese año perdió el puesto tras un gira con la Selección Colombia. Fue el inicio de su final. Se ausentó a un par de entrenamientos, le respondió al vicepresidente del club que lo había criticado en la página oficial. Acusó mareos, dolores de pecho y estress. Sobre finales de octubre se escapó a Colombia a recuperarse de esos problemas, pero Roberto Borrero, el médico que lo atendió, declaró que el jugador no sufría ninguna anomalía física. Aún le quedaba un año y medio de contrato con el club turco, cuya dirigencia buscó trasladar el caso a la FIFA y que Teo recibiera una sanción. El grupo empresario dueño de su pase intervino para amainar las aguas.

YO, TITULAR


Un mes antes de que se terminara su estadía en Turquía, regresó de una gira con su selección por los Estados Unidos y estalló: no toleraría más ir al banco de suplentes, exigió la titularidad, amenazó con dar el portazo si no era tenido en cuenta. El vicepresidente del Trabzonspor lo criticó públicamente: “Me molesta su actitud, tiene que cumplir el contrato”. Su equipo era segundo en la Súper Liga turca tras nueve fechas disputadas. Teo había convertido cuatro goles.

CARTA DE PRESENTACION


Recio como pocos, Teo no solo fue noticia por una expulsión o un cruce picante dentro del campo de juego. Llevaba en la Argentina poco más de un mes, pero ya había convertido cinco goles cuando los noticieros anunciaron la siguiente placa de último momento: Escándalo en el entrenamiento de Racing. Teo se había trenzado a las trompadas con el tercer arquero, Mauro Dobler. El equipo que dirigía Miguel Angel Russo no vivía sus mejores tiempos, venía de caer goleado 4 a 1 ante Lanús y el DT pensaba hacer varios cambios. El colombiano sobrevivió a la limpieza a pesar de la gresca.

Imagen LAS EXPULSIONES condicionaron su paso por Racing. Con la camiseta de la Acadamia lo expulsaron cuatro veces. En su último partido, ante Independiente, vio la roja y se ganó la bronca de sus compañeros.
LAS EXPULSIONES condicionaron su paso por Racing. Con la camiseta de la Acadamia lo expulsaron cuatro veces. En su último partido, ante Independiente, vio la roja y se ganó la bronca de sus compañeros.

CONTANDO EL DINERO


La vanidad hecha culto. A Teo le ofrecen micrófono y le cuesta autocensurarse, su plan de acción no contemplaba la chance de irse al mazo y pasarle la responsabilidad a los otros. Antes del clásico con Independiente, en el Apertura 2011, le preguntaron cómo imaginaba el post partido: “Descansando y contando el dinero que me van a pagar por ganar el partido”. Y agregó: “En Colombia siempre gané este tipo de partidos y acá también, papá”. Sus palabras motivaron la respuesta de Ramón Díaz, DT del Rojo, quien le aconsejó que se cuidara a la hora de hablar con la prensa. Independiente rescató un empate (1-1) del Cilindro de Avellaneda tras ir perdiendo desde los cincuenta segundos de juego.

¿EL MESSI CAFETERO?


Antes del duelo clave ante Boca por fecha 15a del Apertura 2011, Colombia disputó Eliminatorias y Teo fue convocado. A dos días del encuentro ante el xeneize, el colombiano aún no había regresado de su país. Su paradero, sus excusas, se volvieron tema nacional. Estaba en Barranquilla, supuestamente a la espera de conseguir pasajes para que sus hijos también pudieran viajar. Llegó a Ezeiza y, lejos de achicarse, desafió : “¿Si Messi llega dos días antes de un partido no va a jugar?”. El entrenador Diego Simeone le dio la derecha y lo incluyó entre los once.

ROJA, BURLAS Y MULTA


A ese mismo partido al que hace referencia el apartado anterior, Racing llegaba urgido de una victoria para descontarle puntos a Boca y seguir soñando con el Apertura 2011. El trámite fue parejo, chato, sin emociones, para el olvido. Terminó 0 a 0 y la Academia con un jugador menos. Sobre el final, Teófilo encaró hacia el arco de Agustín Orión pero antes de rematar Facundo Roncaglia fue al piso y le quitó la pelota. La jugada generó polémica acerca de si había sido o no penal. El delantero reaccionó agresivamente, le tiró su bronca a Néstor Pitana que lo terminó echando. Antes de meterse en el túnel se acordó de la hinchada de Boca, les hizo el gesto de cobardes y debió entrar a la manga esquivando todo tipo de proyectiles que caían desde la segunda bandeja. Lo multaron con 15 mil pesos por incitar a la violencia.

Imagen DICE TENER varias ofertas para continuar su carrera en otro país. Suena fuerte la chance del Deportivo Cali.
DICE TENER varias ofertas para continuar su carrera en otro país. Suena fuerte la chance del Deportivo Cali.

EL ARTE DE LA PROVOCACION


Agustín Marchesín y Gabriel Milito conocieron mejor que nadie su talento para sacar de quicio. Al primero, en un Racing- Lanús lo sobró acariciándole la cabeza tras un gol de Gabriel Hauche. Al segundo, en el clásico veraniego ante Independiente, le tiró un pelotazo al cuerpo también tras un gol de su compañero de ataque. El defensor del Rojo quiso vengarse, lo fue a buscar en la siguiente jugada y vio la roja por juego brusco.

CON VOS TAMBIEN


Teófilo jugó un solo campeonato de verano. Su bravura motivó las comparaciones de las viejas ediciones de estos certámenes cuando personajes de carácter similar como Roberto Cabañas, José Luis Chilavert o Hernán Díaz le agregaban una cuota extra de adrenalina y tensión. En un partido contra River, al igual que antes lo había hecho con La 12, se agarró feo con la hinchada millonaria. Les dedicó un gol, de penal, y la mitad del José María Minella marplatense se deshizo en insultos para con el delantero, criticado al siguiente día por incentivar la violencia del público. Menos mal que algunos días antes había mostrado interés en vestir la camiseta de alguno de los dos más grandes.

FINAL Y ESCANDALO


El último párrafo de su historia con Racing fue tan famoso como escandaloso. Se fue expulsado, luego de haber perdido el clásico ante Independiente y enfrentado con sus compañeros. La Academia caía 2 a 1 en el derby cuando el colombiano increpó al árbitro Sergio Pezzotta, quien le mostró la roja por haberlo insultado. Después de la goleada 4 a 1 en favor de Facundo Parra y compañía, en el vestuario visitante del Libertadores de América sobrevino el escándalo. El arquero Sebastián Saja lo encaró por haberse hecho expulsar tontamente. Se produjo una escaramuza rápidamente abortada por el resto y el colombiano sacó un arma, las fuentes oficiales dicen que de juguete, según el preparador físico era una pistola de verdad, y amenazó a todo el que se le acercaba con ánimos de reprenderlo. El plantel permitió que subiera al micro, se fue del estadio solo y en taxi.

UN CLASICO EN RACING


Las expulsiones fueron resquebrajando la idolatría que construía a fuerza de goles. Las tarjetas rojas marcaron su salida de la Academia. Fueron cuatro, todas infantiles. Un promedio elevado si se tiene en cuenta que jugó solo 41 partidos.

Por Alfredo Merlo