(sin categoría)

Messi, por partida triple

El mejor jugador del mundo apareció en su máxima expresión y la Selección venció 3-1 a Suiza con sus tres goles. Junto con Agüero, ambos mostraron que forman la mejor sociedad en ataque.

Por Redacción EG ·

29 de febrero de 2012
Imagen LIO, con gran categoría, le dio el triunfo a la Seleccón de Sabella y se lució con tres goles. El mejor jugador del mundo sigue sin dejar dudas.
LIO, con gran categoría, le dio el triunfo a la Seleccón de Sabella y se lució con tres goles. El mejor jugador del mundo sigue sin dejar dudas.
Todo era intrascendente en Berna. Un amistoso, si se quiere, común y corriente. Con una formación argentina nutrida de varios nuevos experimentos, como el caso de Campagnaro o la vuelta de Maxi Rodríguez, y una Suiza fuerte en el mediocampo gracias al trabajo de Inler y Dzemaili, los primeros minutos no tuvieron emoción.

En el arranque, Argentina no pudo imponer su jerarquía, algo lógico si se tiene en cuenta que la pelota casi no le llegaba a Messi y Agüero, los únicos en la formación de Sabella que reivindicaban la identidad del fútbol argentino, la del fútbol bien jugado. En la mitad de la cancha no había mucho juego: Mascherano y Braña, se sabe, no generan fútbol; y tanto Maxi como Sosa no aceleraban por los costados.

Todo iba a cambiar cuando apareciera la sociedad tan esperada entre Messi y el Kun. Y así fue: La Pulga tomó una pelota en tres cuartos, aceleró y se la dio al Kun, que desde la medialuna se la devolvió a Lio con un taco sublime. Lo demás era lógico: el delantero del Barcelona no perdonó a Benaglio y cruzó el zurdazo abajo. 1-0.

@c1@Las genialidades de Messi taparon los errores en otros sectores de la cancha@cc1@@c2@El Kun Agüero estuvo más atento que nunca y se asoció de la mejor manera con Lio@cc2@@c3@Se ganó el partido sin el aporte de los volantes externos, ajenos al juego@cc3@

Ya en el segundo tiempo, parecía que iba a haber más fútbol, por lo menos del lado de Argentina; el ingreso de Gago por Braña hacía suponer más dinámica en la mitad. Pero no hubo tiempo; Shaqiri encontró una pelota perdida en el área y estableció el 1-1, de zurda y al ángulo. La potencia del zurdo y el ingreso de Stocker en Suiza hicieron que el partido se emparejara aún más. Tanto que el equipo europeo pudo apurar en más de una ocasión sobre el sector más endeble de Argentina: la defensa.

Pero cuando se esfumaba el partido, apareció de nuevo el mejor del mundo. Messi tiró la diagonal, apiló defensores en el área y definió con clase por encima del arquero Wölfli, que había reemplazado a Benaglio. Una genialidad y 2-1 para Argentina.

Y, por si fuera poco, Lio completó un partido perfecto con un gol de penal. 3-1, con tres de Messi. Y la primera vez que La Pulga mete tres con la Selección. ¿No era lo que todos esperábamos?

Pablo Amalfitano