Herrera-Mourinho, amados y odiados

Nota publicada en la edición septiembre 2008 de la Revista El Gráfico

HERRERA, EL ORIGINAL

Herrera nació en Buenos Aires el 17 de abril de 1916. Llegó al Inter de la mano de Angelo Moratti y se transformó en el DT mejor pago del mundo: 60 millones de liras anuales (95 mil dólares) más premios. Su llegada produjo récord de abonados. No llegó a ser futbolista destacado. Jugó hasta los 25 años pero mientras tanto trabajaba en una fábrica. Hablaba 4 idiomas: español, italiano, francés e inglés. Antes de llegar a Italia, obtuvo su fama en Francia y España. En 15 años de carrera había logrado 4 ligas (2 con Atlético de Madrid y 2 con Barcelona), 1 ascenso y otras 3 copas.




MOURINHO, EL DUPLICADO

Mourinho nació en Setúbal, Portugal, el 26 de enero de 1963. Llegó al Inter de la mano de Massimo Moratti, y se transformó en el DT mejor pago del mundo: 9 millones de euros por año (13,5 millones de dólares). Su llegada produjo récord de abonados. Nunca llegó a ser futbolista profesional. Habla 4 idiomas: portugués, inglés, español e italiano. Antes de llegar a Italia, obtuvo su fama en Portugal e Inglaterra. En 7 años de carrera ya logró 4 ligas (2 con Porto y 2 con Chelsea), 1 Copa UEFA, 1 Champions League y otras 5 copas locales.






UNO TUVO SU APOGEO hace 50 años. El otro lo tiene ahora. Sólo el tiempo los separa. En el resto, son dos gotas de agua. O, por su configuración explosiva, bien podrían ser dos gotas de nafta.

Uno es Helenio Herrera, apodado El Mago, argentino de alma gitana, hiperpolémico y presuntuoso, hacedor del más grande Inter de todos los tiempos, creador del catenaccio, revolucionario y precursor del entrenador moderno. “Cuando una persona gana por 20 años seguidos, como yo, no puede ser por fortuna. Yo, modestamente, he ganado más que cualquier otro entrenador en el mundo”, dijo en 1979.

El otro es José Mourinho, apodado The Special One, portugués con mañas sudamericanas, verborrágico y controversial, campeón de Europa con métodos innovadores y, para muchos, el mejor entrenador sobre la Tierra. “Podría haberme quedado en el Porto, en mi linda silla azul, la Champions League a mi lado; Dios, y después de Dios, yo. Pero vine aquí porque me gusta el desafío. Hay un plantel con jugadores top y, perdonen si suena arrogante, también un técnico top. Gané casi todos los títulos que jugué, soy campeón de Europa y creo que soy especial”, dijo en 2004, al llegar al Chelsea.

Desde que empezó a trascender en el Porto, se dijo que Mourinho era el nuevo Helenio Herrera. Sus actitudes, su magnetismo, sus misiles dialécticos, su interés por los detalles, su voluntad por crear nuevos métodos y sus ganas de desafiar al statu quo... Todo indicaba que desde la época de Herrera, en Europa no había habido un personaje tan fascinante como él. Parece salido del mismo molde, con 50 años de diferencia. Si algo faltaba para cerrar el círculo, era verlo dirigiendo al Inter.

“Helenio Herrera fue el número uno del mundo en su tiempo. Mourinho, para mí, es el número uno de hoy. Entre ellos se da una comparación natural, porque tienen un abordaje similar en los medios y una actitud desafiante que algunos considerarían irritante y descortés, pero para otros es un desafío para cumplir los objetivos”, explica el dueño del Inter, Massimo Moratti. “Pero sobre todo hay algo que los avecina muchísimo: el trabajo extremo, la obsesión para cubrir todos los detalles. De todos los tacticistas que conocí, Mourinho es el más cercano a Herrera”, dice Moratti.

El objetivo es volver a ser campeón de Europa, algo que justamente no sucede desde la era de HH. Una era que Moratti vivió desde adentro: su papá, Angelo, que compró el Inter en 1955, fue quien llevó a Herrera al club. Massimo, por entonces un adolescente, visitaba la concentración y los entrenamientos y tenía gran relación con el Mister, hacedor de “La Grande Inter” que logró tres ligas de Italia, dos Copas de Europa y dos Intercontinentales.

Desde que compró el club en 1995, Moratti hijo estuvo obsesionado por seguir la huella de su padre y de encontrar a su propio HH. Y ahora tiene muchas razones para ilusionarse con haberlo encontrado. Los puntos de contacto entre ambos son muchísimos y muy jugosos. Cada día que pasa, las semejanzas crecen. Hay de todo tipo y factor.


ORIGENES

Ninguno de los dos fue futbolista de alto vuelo. Herrera, si bien llegó a jugar semiprofesionalmente, largó a los 25 años, cuando comenzó a hacer el curso de técnico y de preparación física. Pensaba así: “Los grandes jugadores, convertidos en técnicos, son monumentos de incomunicación. No saben enseñar lo que ellos hacían con tanta gracia. Como jugador yo, en cambio, era una cosa muy triste. Es mi ventaja”. Mourinho ni siquiera llegó a completar las inferiores. Desde que le dijeron que no tenía paño, empezó a redactar informes. Se hizo profesor de educación física y, luego, DT. Al fútbol llegó por su background lingüístico, como intérprete de Bobby Robson. Son dos paracaidistas, pero desde que entraron a un vestuario, no salieron más.

BILLETERA

De infancia pobre, Herrera siempre fue un gran adorador del dinero. “¿Un sueldo? Uno más alto que el del resto”, le dijo una vez a El Gráfico. Los jugadores lo mandaban a que peleara los premios de todos. Era implacable con la plata. Antes de dirigir al Inter estaba en el Barcelona, donde ya tenía un buen sueldo. Pero al aterrizar en Italia firmó el contrato más alto de un técnico en aquel entonces: 100 mil dólares mensuales, más una parte importante en premios por objetivo. Objetivos que cumplió uno a uno. “Un técnico caro puede resultar muy barato, mientras que a veces, un técnico barato puede resultar muy caro. Con mi llegada, el club va a hacer explotar los ingresos de taquilla”, predijo. Y tenía razón. El Inter quintuplicó su entrada de dinero y amortizó su contrato bestial.

En Uniao Leiria, Porto y Chelsea, Mourinho se fue haciendo millonario poniendo jugosas cláusulas por objetivos que parecían casi imposibles, pero que fue cumpliendo en fila. Con los 9 millones de euros al año que recibirá en el Inter, será el técnico mejor pago del mundo. Pero la cotización de los sponsors creció notablemente. “Mourinho es un personaje internacional por sus victorias. Es como si hubiéramos traído a un crack mediático. Nos sorprendió”, admitió Moratti.

ENTRENAMIENTO

Métodos que dan que hablar, ejercicios que generan curiosidad y dudas entre sus colegas. Antes y ahora, la revolución del entrenamiento también los une.
“Uso la pelota con inaudita frecuencia, como un periodista usa la máquina de escribir. Es el instrumento de la profesión”, le decía Herrera a un periodista argentino, allá por los años 60. Se entrenaba hasta tres horas seguidas, pero los jugadores ni lo notaban.

Mourinho también hace casi todos los ejercicios con pelota. “Seguramente, respecto a los métodos tradicionales, esto es una novedad, porque los entrenamientos mentalmente pasan más rápido, pero al final del día, las piernas duelen igual”, se sorprendió el Cuchu Cambiasso.

SECRETISMO

Igual, lo poco que se sabe de los entrenamientos de HH es gracias a algunos periodistas que pudieron presenciarlos y a los jugadores que los experimentaron. “Tengo muchos espías. Me vienen a ver los ingleses, los españoles, los rusos. Es un orgullo, salvo cuando son mis rivales”, confesó HH.
Una vez, antes de un partido contra el Vasas por la vieja Copa de Europa, descubrió a un hombre en la tribuna. “Rápido, los quiero a todos rengueando. El mejor rengo se lleva un premio”, instó a sus jugadores. Al final del entrenamiento, el espía se acercó al Mago. “Señor Herrera, lo quiero felicitar por el nivel de sus jugadores. Creo que juegan todos muy bien, a pesar de ser rengos”.

Mourinho arrancó con la misma tónica 007. “Respeto mucho a los hinchas, pero les tengo que decir que entre tantos que se acercan para vernos, hay infiltrados de otros equipos que vienen a espiarnos las jugadas”. Por eso cerró las puertas.

TACTICA

Al entrar en Italia, Herrera tomó el verrou suizo de Karl Rappan y lo adaptó a su propio equipo. Ubicó a Picchi, que jugaba de lateral, como líbero destructivo y así nació el catenaccio con el que dominó Europa. Todo su andamiaje estaba construido a partir de la defensa. Con los años, se quejó porque el catenaccio estaba mal copiado, ya que todos tenían un Picchi pero nadie copiaba los desprendimientos por sorpresa de Facchetti. A fines de los 70, dijo: “Mi equipo estaría estructurado sobre la base del 4-3-3. Es el mejor módulo para cubrir los espacios hoy. Y los tres atacantes más importantes en este momento son Keegan, Geels y Cruyff”.

Mourinho también usa un esquema madre basado en el 4-3-3. “Es verdad, me gusta jugar con tres delanteros: uno que esté bien abierto, uno más fuerte físicamente entre los centrales, y el tercero más técnico que pueda jugar entre líneas”. Y lo que más le importa es la defensa. “La peor noticia que tuve al llegar fue que aquí no estén Samuel, Córdoba ni Chivu, lesionados. El trabajo con ellos es fundamental para lo que quiero”. En su primer partido, probó a Cambiasso como segundo central.

DISCIPLINA

“Yo implanté en Italia las concentraciones obligatorias que hoy realizan todos los clubes. Cuando llegué, en 1960, el presidente Moratti se lamentaba porque los hinchas lo llamaban a la madrugada quejándose porque los jugadores todavía andaban de juerga por las boites”, declaró HH en El Gráfico. “Cuando en una caja de manzanas hay una manzana podrida, al poco tiempo, pudre al resto. Hay que sacar a las manzanas podridas a tiempo”, explicó una vez Mourinho, quien prefiere jugadores utilitarios y pocas estrellas mediáticas, y tiene reglas para todo.

“Me acusaron de ser un tirano implacable con los jugadores, pero lo cierto es que una profesión breve como la del futbolista debe ser encarada con seriedad y rigor”, decía Herrera. Y bien podría suscribir Mourinho, que, por ejemplo, le hizo un control antidoping sorpresa a Adrian Mutu mientras estaba en el Chelsea y, al testear positivo por cocaína, forzó su despido. Implacable.

PUNTUALIDAD

“Llegué como media hora antes. Hasta yo estaba un poco nervioso con la hora”, bromeó Moratti al conocer el fanatismo de Mourinho por los cronómetros. “Es lindo ver a todos a la hora pautada de la cena o el almuerzo, habla de compromiso. Si el entrenamiento empieza y media, tienen que estar en el micro que los lleva al campo diez minutos antes. Al que no está, no lo esperamos. Si al campo llegan 14 jugadores, entrenaremos con 14 jugadores. Los otros, a sus casas. Y el domingo, también a sus casas. Para gente que gana millones de euros, una pequeña multa no es solución efectiva”, puntualizó el portugués. Fotocopia del pensamiento de HH, que una vez retó a un periodista: “Aquí tengo todo cronometrado. Si le digo que a las 9.10 le daré quince minutos de entrevista, no digo 9.15 ni 9.05”.

CRITICOS PERMANENTES

Cuando HH llegó a Italia, ya tenía varios críticos bajo su órbita. “Algunos discutieron, pero hay cosas que no admiten discusión. Mi prestigio tuvo excepcional repercusión porque se obtuvieron verdaderos récords el último año con el Barcelona: máximo puntaje en torneos con 16 equipos, 51 puntos en total; máximo de puntos como visitante, 21; no haber perdido un solo partido de local; récord de goles a favor, 96 en 30 partidos; y la valla menos vencida, sólo 26 goles en contra”, dijo HH.

“¿Yo defensivo?”, se preguntó Mourinho en su presentación. Con el Chelsea obtuvimos todos los récords de la Premiership: del 2004 al 2007 tenemos el mayor número de victorias de visitante, el mayor número de partidos consecutivos ganados, el mayor número de goles convertidos; jugamos con dos módulos y ganamos títulos con ambos, ganamos muchos partidos en los últimos 10 minutos, no sé qué más quieren”, dice Mourinho, que acumula nada menos que 99 partidos invicto como local, racha que trae imbatida desde el Porto.

COLABORADORES

El señor HH no confiaba ni en su sombra. Manejaba desde las dietas, hasta los días en que podían casarse sus jugadores. “Cuando digo que un entrenador debe viajar, quiero decir que no hay que fiarse de ninguno. Una sola vez mandé un hombre mío para que me redactara un informe de un rival. Al volver, escribió de un atacante rubio que después descubrimos que tenía el cabello negro. Eso fue gravísimo”, dijo en los 70.

Mourinho mantiene la filosofía pero en tiempos modernos y con un staff técnico abultado. “Creo que un técnico tiene que estar en todos los detalles, pero hoy ya no es como hace 20 años. Hay que tener un grupo de personas que trabajen para maximizar el trabajo de uno”. No le da importancia al ayudante de campo (en el Inter será uno del club), pero confía a ciegas en un hombre: Andre Vilas, su joven espía y procesador de datos, aunque si tiene tiempo, no duda y va él mismo: viajó a seguir a Adriano en Brasil-Argentina y a los tres argentinos en el partido contra Belarús.

ESFUERZO Y TECNICA

“Siempre me preguntaron si prefería a un corredor que sepa poco o a un jugador técnico que sepa mucho. Y yo siempre contesté: ‘Quiero a un jugador técnico que corra mucho’. Lo que hizo Holanda en el Mundial 74 es lo que yo siempre quise para mi equipo”, escribió Herrera, en sus tiempos alejado del fútbol tras sufrir un infarto.

Mourinho ya planteó que su 4-3-3 debe ser un 4-6-0 a la hora de defender y el máximo hincapié está puesto en la transición ofensiva-defensiva y viceversa. “El primer día nos dijo cómo quería jugar. Los delanteros tendremos que esmerarnos mucho para volver atrás. Al atacante en general le cuesta hacer esto, pero nos dijo que los que estén dispuestos a hacerlo serán los que él tendrá en cuenta”, declaró Julio Cruz.

CASOS ESPECIALES

El trato con los jugadores de muy alto perfil siempre es un problema para técnicos de personalidad dominante. A Herrera le era más fácil decir que hacer: “Frente a los grandes jugadores un técnico debe tener una buena dosis de inteligencia y psicología. Los tipos conflictivos son los grandes desafíos de esta profesión. No siempre es útil comportarse como un sargento prusiano”, dijo en su tiempo, aunque estuvo a los tiros con Kubala y borró a Angelillo, “por vivir pensando en las faldas de las señoritas”.

Mourinho ahora se encontró con Adriano, que acarrea problemas con la noche y el alcohol. “Algunos jugadores son distintos y necesitan que el técnico esté más cerca, que les dé contención. Pero al mismo tiempo recuerdo que soy un entrenador de hombres, no de nenes. No puedo estar preocupado por la educación y la formación moral de hombres. Soy técnico de un equipo de alto rendimiento. Y busco eso. Alto rendimiento”.

ORGULLO BLINDADO

Equipos que se gestan con polémicas puertas afuera, pero con un grupo de jugadores muy unido en pos del objetivo. Esa fue la fórmula de Herrera y es la de Mourinho. “Mi Inter del 64-65 fue el mejor equipo que vi en mi vida. Tenía una solvencia, una personalidad y una cohesión excepcionales. Era un instrumento de relojería perfecto. Y cuando defendía, se armaba una fortaleza inexpugnable. Mis jugadores estaban instruidos al detalle. No podían equivocarse”.

Dice Mourinho: “Me gustaron todos los equipos que formé, porque tuvieron mi estilo. Vengo acá a crear un equipo mío desde cero. Quiero llegar a lo que se llegó en el Chelsea, donde mis jugadores podían jugar con los ojos vendados. Después que me fui, siempre mantuvieron el sistema, eso lo dice todo”.

AUTOCONVENCIMIENTO

Típica frase de Herrera, dicha al volver al Barcelona: “Los jugadores, si son inteligentes, sabrán comprender a un hombre inteligente como yo, que los mentalizará para la victoria”. Nada que se acerque remotamente al casete. Como Mourinho, que hace unos días dijo: “Mi filosofía es esta: no estoy acá para enseñarle a este plantel a jugar al fútbol. Estoy acá para enseñarles a jugar al fútbol en equipo, todos juntos. Es algo completamente distinto”.

Son dos gotas. De agua o de nafta. Pero Mourinho, por ahora, niega todo. “No me gusta la comparación porque el señor HH es un hombre inolvidable en la historia del Inter. Yo, comparado con él, por ahora soy nada. Entré en la historia del Porto y del Chelsea y quiero hacerlo aquí. Pero comparar a alguien que aún no ha ganado un partido, con alguien que lo ganó todo, por ahora no me parece positivo”. Hay que saber decodificar a Mourinho. Por ahora. ¿Entendieron? Por ahora...

BONUS WEB: Más semejanzas entre ambos.

Por Martín Mazur / Fotos: AFP y Archivo El Gráfico


HERRERA llegó al Inter a los 44 años llevado por Moratti, que venía de echar a 12 técnicos en 5 años de mandato.

EL PRECURSOR
- Revolucionó el fútbol de la época con sus métodos y sus tácticas, y era permanente fuente de controversia.
- Todos los ejercicios que practicaba incluían la pelota, una novedad.
- El reloj, el silbato y las carpetas eran su marca registrada. Era fanático de la puntualidad.
- Era un estudioso de la preparación física, la kinesiología y las dietas.

A LO JAMES BOND
- Cerraba sus entrenamientos por temor a los espías de otros clubes. Vivía perseguido y a ritmo frenético.
- Bonizzoni, DT del Milan, asistió a una práctica para ver sus métodos.
- “Todos quieren saber lo que hago. Me vienen a ver de otros países. Ninguno está más preparado que yo”.
- No le gustaba que lo compararan con ningún otro entrenador.

EL DANDY DE AYER
- Siempre impecable, era fanático de las grandes marcas italianas.
- Le ofrecieron ser actor en un filme y también protagonizar una película con su historia. Su mujer iba a ser la guionista.
- Se casó tres veces: con una española, una francesa y una italiana. Tuvo 9 hijos.
- Fiel seguidor de la Virgen de Fátima. Tenía un altar permanente con una estatua de la Virgen en su casa.
- Manejaba un VW hecho a pedido.


MOURINHO llegó al Inter a los 45 años llevado por Moratti, que ya despidió a 10 técnicos en 13 años al frente.

EL INNOVADOR
- Revolucionó el fútbol portugués e inglés con sus métodos y sus tácticas, y es permanente fuente de controversia.
- Todos los ejercicios que practica incluyen la pelota, una novedad.
- El reloj, el silbato y las carpetas son su marca registrada. Es fanático de la puntualidad.
- Se diplomó en preparación física mucho antes de ser técnico.

A LO JASON BOURNE
- Al llegar al Inter cerró las puertas de los entrenamientos por temor a espías. Vive perseguido y a alta velocidad.
- Ancelotti, DT del Milan, dijo que querría ir a una práctica para ver sus métodos.
- “Si un colega quiere venir un día, lo puedo llegar a recibir. Si quiere venir una semana seguida, eso es imposible”.
- No le gusta que lo comparen con ningún otro entrenador, ni siquiera con H.H.

EL DANDY DE HOY
- Siempre impecable, es el hombre más elegante del fútbol actual. Usa sólo Armani.
- Negó que le interesara la actuación; George Clooney dijo que le gustaría interpretarlo en una película. Su mujer coincidió.
- Está casado desde 1989 con Tami, y tiene dos hijos.
- Fiel seguidor de la Virgen de Fátima. A la cancha siempre lleva una estampita junto a la foto de su familia.
- Maneja una Ferrari Scaglietti.