Descubriendo a...

Descubriendo a Facundo Ferreyra

Debutó en Primera con un gol y pronto llegó a la Sub 20. Fan de Batistuta, ya es el 9 titular de Banfield.

Por Redacción EG ·

01 de noviembre de 2011
Nota publicada en la edición septiembre 2011 de la Revista El Gráfico

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Cuentan que fue en el jardín de infantes cuando lo bautizaron Chucky –es fácil imaginar por qué- y así le quedó para siempre. Nacido el 14 de Marzo de 1991 en Lomas de Zamora, Facundo Ferreyra debutó en el Florencio Sola con apenas 17 años.

Fue Jorge Burruchaga quien puso al delantero en el segundo tiempo ante Argentinos Juniors (2-2), el 5 de diciembre de 2008, cuando anotó un gol y empezó su historia en la Primera de Banfield. Sin embargo, con el arribo de Julio Falcioni las cosas no le resultaron sencillas. El pibe actuó en Reserva (incluso fue capitán) hasta que se lesionó un hombro jugando para la Sub 20 ante Racing. Se repuso, pero tenía delante a Papelito Fernández y Santiago Silva que andaban muy bien.

Ya había sido citado por Batista para jugar en los seleccionados juveniles; así se dio algunos gustos futboleros que no podía alcanzar en su club. Finalmente, Falcioni comenzó a darle más espacio. Y luego, con la llegada de Sebastián Méndez, tuvo el camino más despejado.

Ganó el prestigio en su etapa con el Sub 20. Primero disputó el Aerosur en Bolivia, donde salió campeón anotando 2 goles en 4 partidos. Luego mantuvo la racha en la Copa Córdoba: metió 3 en 4 encuentros, vitales para la consagración. Y finalmente la rompió en el Sudamericano de Perú, donde gritó 4 veces más. Después de ese torneo, su situación cambió: ocupo el lugar que Cristian García dejó vacante en Banfield y se quedó con la titularidad.

Ya había sido sparring de la Selección en Sudáfrica 2010 y hasta jugó al ping pong contra Palermo. Este admirador de Batistuta no pasa desapercibido. Le gusta jugar con espacios y posee un buen remate de cabeza. Por sus virtudes, Sevilla, Atlético Madrid, Juventus y Villarreal ya lo anotaron en su lista de deseos.

Aunque nunca podrá olvidar aquel debut en Primera, también fijó fuerte en su memoria lo que sucedió cuatro días después, cuando se recibió en la escuela secundaria y sus compañeros fueron a ovacionarlo al aula Magna de la Facultad de Lomas de Zamora. Hoy recibe otra clase de ovaciones. El secundario quedó atrás y es el fútbol, el grande, el que lo recibe lleno de esperanzas.

Alejandra Altamirano Halle