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Pepe Sánchez, la batuta de Estudiantes

Quiso aportar la rica experiencia de su destacada trayectoria. Aun siendo jugador del plantel, asumió en la Liga Nacional ser el responsable ejecutivo del equipo de la ciudad. Un modelo empresarial deportivo inédito en el país. Un emprendimiento para imitar y poner en práctica en la competencia.

Por O.R.O. ·

24 de febrero de 2011
Nota publicada en la edición enero 2010 de la revista El Gráfico

Imagen SIMBOLOS. Pepe Sánchez (4) y Juan Espil (10) son las banderas de esta patriada bahiense. El fuego sagrado.
SIMBOLOS. Pepe Sánchez (4) y Juan Espil (10) son las banderas de esta patriada bahiense. El fuego sagrado.
EL IDEOLOGO Y SU LIDER es el jugador Juan Ignacio Sánchez, el Pepe campeón olímpico. La iniciativa busca potenciar al equipo de Bahía Blanca en su participación en la Liga Nacional de Básquetbol. En el organigrama de la estructura diseñada con once nombres propios figura como responsable ejecutivo, es el número 1. Explicó este panorama: “Seguimos siendo Capital del Básquetbol. No se juega en ningún lugar del país como en Bahía. A nivel nacional, en cambio, hemos perdido identidad y la gran misión de este proyecto es justamente recuperarla. Para eso se necesitaba apoyo de varias partes, entre ellas el del gobierno de la ciudad, lo cual nos obliga a ser más que un equipo profesional y a tener un compromiso social. Lo que estamos buscando es, también, recuperar el patrimonio histórico”.

El intendente Cristian Breitenstein captó la idea de inmediato y dio su respaldo. Recapituló: “Bahía Blanca venía sintiendo el orgullo de lo que significaron Pepe Sánchez, Manu Ginóbili, el Puma Montecchia y Juan Espil, pero teníamos una asignatura pendiente. La Liga era un elemento complicado de articular. Por eso quiero agradecer especialmente a Estudiantes, que a lo largo de estos años pudo mantener viva la llama y hoy cede la posta a este proyecto superador, profesionalizado y con una capacidad de gestión distintiva”.

La referencia hecha por Pepe tiene su correlato en las cifras que el ingeniero Roberto Oscar Seibane –dirigente local- computa con precisión milimétrica y paciencia inquebrantable. En la temporada 2009 de la Asociación Bahiense, en divisiones formativas únicamente, desde premini a Sub-21, participaron 197 equipos en todas las categorías, con 2.470 partidos oficiales realizados y 3.112 jugadores compitiendo.

EL ESTUDIANTES DE BETO
Sobre la base del club del histórico Beto Cabrera, un prócer deportivo, el basquetbolista más venerado de la ciudad y elegido Deportista Bahiense del siglo XX, tanto que la avenida del acceso norte a la ciudad lleva su nombre como homenaje, Pepe Sánchez modeló su idea y la presentó en sociedad el martes 24 de agosto de 2010 en el salón blanco de la Municipalidad. Se logró el sustento de un sponsor principal internacional como Weber, que se dedica a fabricar morteros industriales para la colocación de cerámica, revestimiento de fachadas y la construcción en general. De allí el nombre del equipo: Weber Bahía Estudiantes.

Además de la lógica y expectante afluencia de los medios de prensa, en la reunión se contó con presencias significativas y simbólicas. Por caso, Atilio José Fruet, el ilustre caudillo de la época triunfal del básquetbol bahiense, y Carlos Eduardo Boismené, el entrenador de Argentina cuando fue local en el Campeonato Mundial de 1990. El diario La Nueva Provincia, tradicional vocero de la ciudad, dio la síntesis perfecta de lo vivido en un título: “Tienen puesta la camiseta de Bahía”.

Entre el 30 de noviembre de 1961 y el 16 de enero de 1984, Alberto Pedro Cabrera disputó 22 temporadas con Estudiantes en Primera División. Jugó 320 partidos, logró 6 títulos de campeón oficial en la Asociación Bahiense y promedió 19,3 puntos.

Imagen PEPE le obsequia su camiseta al gobernador Daniel Scioli. Con ellos: Mariano Bo (Weber), el intendente Breitenstein y Alejandro Rodríguez (Deportes Buenos Aires).
PEPE le obsequia su camiseta al gobernador Daniel Scioli. Con ellos: Mariano Bo (Weber), el intendente Breitenstein y Alejandro Rodríguez (Deportes Buenos Aires).
Estudiantes, fundado el 21 de marzo de 1918, participó en 23 de las 26 Ligas Nacionales “A” disputadas hasta el momento, desde 1985. Descendió en la 2002/03 y no jugó en la elite en tres ediciones, entre 2003 y 2006, que fue el período que Bahía Blanca no contó con ningún equipo en la máxima categoría. Las primeras cinco temporadas, desde 1985 a 1989, había tenido la participación de tres equipos bahienses: Estudiantes, Olimpo y Pacífico. Desde 1992/93, cuando renunció el ahora centenario Olimpo y ya había descendido Pacífico, el Albo se debatió en soledad.

La mejor posición la logró en 1991, alcanzando la serie final, dirigido por Néstor Rafael García y con Juan Alberto Espil y Hernán Abel Montenegro en el equipo. La perdió por 4 triunfos a 2 contra el G.E.P.U. de San Luis del Pichi Campana.

DE Y POR BAHIA
El contenido local fue esencialmente subrayado por Pepe: “Priorizamos tratar de repatriar a nuestros jugadores insignias. Hoy por hoy, seis somos bahienses en el plantel (Pepe Sánchez, Juan Espil, Pablo Gil, Lucas Faggiano, Santiago Torre y  Franco Penacchiotti) y el cuerpo técnico (lo encabeza José Luis Pisani con el campeón olímpico Alejandro Ariel Montecchia de asistente) más la organización, son netamente locales. También pretendemos darles la oportunidad a los chicos para que este sea el club donde tengan alguna referencia, y para aquellos que sueñen con poder jugar”.

Pepe, surgido de El Nacional, en sus comienzos en la Liga Nacional, después de haber debutado en Deportivo Roca, ya había jugado 53 partidos (todos) en Estudiantes su segunda temporada, en 1995/6, antes de irse a Temple University. Compartió plantel con el norteamericano Grant Gondrezick, Hernán Montenegro, los hermanos Gil, Aldo Yódice, Juan Manuel Iglesias y Martín Ipucha. Terminaron en el 13º puesto. Con Pablo Omar Gil, quince años después, vuelven a coincidir en el plantel.

Como visión del proyecto, se destacan tres puntos: 1) Ser el equipo donde todos los jugadores en formación pretendan jugar. 2) Brindar un espectáculo que nuclee al público del básquetbol y las familias. 3) Desarrollar una gestión innovadora, de excelencia, que sirva de modelo en todo el país. La misión estuvo clara desde el primer momento: recuperar la identidad de Bahía Blanca como Capital del Básquetbol Argentino, generando sentido de pertenencia y orgullo. Como objetivos deportivos, se trazó un ambicioso plan de cuatro años. En los dos primeros, consolidar un plantel joven que sea la base para las temporadas siguientes. En los dos restantes, estar en la pelea por el título con un equipo de primera línea.

EL VALOR DE LA EXPERIENCIA
Pepe Sánchez tiene 33 años de edad y desde los 17, cuando dejó su Bahía Blanca natal, peregrinó con el básquetbol por varios equipos del mundo. “Quise transmitir la experiencia recogida en toda mi carrera”, remarca. En tal sentido lo suyo es formidable. Se trata del único argentino que jugó en los dos polos estelares del básquetbol de los Estados Unidos de América: el universitario de la NCAA (el ciclo deportivo completo de cuatro años en Temple University) y el profesional de la NBA (38 partidos en tres franquicias, Philadelphia 76ers., Atlanta Hawks y Detroit Pistons). Fue campeón 2002 de la Euroliga con el Panathinaikos de Atenas (Grecia). En 2004 salvó del descenso al Etosa Alicante en la ACB de España. Con el Unicaja Málaga fue ganador de la Copa del Rey en 2005 y logró el título máximo en 2006. También se dio un lujo en el baloncesto español: integró planteles de los dos grandes, Barcelona y Real Madrid.

Imagen ACCION. Los cinco jugadores de Comodoro están sobre Sánchez.
ACCION. Los cinco jugadores de Comodoro están sobre Sánchez.
Sigue redondeando: “Con nuestro proyecto sentamos una base. Estoy seguro de que cometeremos errores, pero en la medida que avancemos se irá fortaleciendo. Yo intento ser positivo y aportar. No solo para mi equipo, sino para la Liga en general, a la hora de armar un modelo de gestión. Hay muchos clubes en la Argentina con una interesante estructura, pero no la documentan o no la hacen conocer, y por eso se quedan en el camino. Documentar funciones otorga solidez. Será una gran contribución la nuestra, sin soberbia y sin desprestigiar a nadie. Apuntamos a un ordenamiento para que se dé un salto de calidad en ese aspecto. Por eso invertimos en personal rentado, acomodamos el estadio y mejoramos las facilidades de todos. Lo más importante para nosotros es ponerle una organización y un orden a la pasión que, de por sí, ya tiene la Liga Nacional”.

El Manual de Procedimientos confeccionado en el plan de gestión consta de nueve módulos.
“La estructura de Bahía Basket, de la cual Pepe Sánchez es su ejecutivo principal, está por fuera del club Estudiantes. Tenemos una organización que funciona con los conceptos de la gestión empresarial. El proyecto cuenta con apoyo tanto de la Municipalidad de Bahía Blanca como de la Provincia de Buenos Aires. De todos modos, sería equivocado afirmar que el proyecto se sostiene por ellos, en absoluto, son un sponsor más dentro de lo global”, aclaró Bruno Altieri, su eficiente jefe de Prensa.

La planificación financiera prevé para el año 2010 ingresos por 4.000.000 de pesos, de los cuales un millón serían por abonos y tres por sponsors.

EL PUBLICO DIJO SI
Pasó la primera fase de la 27o Liga Nacional. Weber Bahía Estudiantes equilibró triunfos con derrotas (7 y 7) y arrancó la segunda encolumnado dentro  de los 9 primeros sobre los 16 clubes participantes. No le pesó ganar de visitante (4 contra los 3 de local) y tuvo la alegría de ser el conjunto que más asistencias colocó de todos: 15,2 por partido. La gente volvió a la cancha como respuesta positiva al proyecto. Contra Peñarol de Mar del Plata se alcanzó el tope de 3.000 espectadores. Era un buen momento para dialogar con Pepe Sánchez.

-¿Cuándo te surgió la idea?
-Fue en mis últimos años en España. En Málaga empecé a pensar en la idea, en Barcelona le seguí dando forma y en Madrid ya tenía el proyecto terminado. Se unieron tres cosas: querer volver a mi casa, terminar mi carrera en mi ciudad y devolverle a Bahía la pasión que me dio para que fuera jugador de básquetbol.

-¿Conocés si hubo un caso similar en el mundo?
-No, no hay registros. Así que tengo el desafío de ser el pionero.

Imagen POSTAL. La gente volvió al Osvaldo Casanova: 3.000 personas contra el campeón Peñarol.
POSTAL. La gente volvió al Osvaldo Casanova: 3.000 personas contra el campeón Peñarol.
-¿Se pueden hacer simultáneamente las dos cosas?
-Sí. Lo que se debe respetar son los tiempos de cada función para que, cuando comience la temporada, haya tranquilidad para dedicarse únicamente a jugar. También hay que saber delegar y tener la gente para hacerlo.

-Si en pleno partido te acordás de algún problema, ¿te puede alterar tu juego?
-En los primeros partidos pudo haber pasado, aunque mínimamente, hasta que la experiencia fue acomodando las cosas. Después, no. Además, la gente que me conoce sabe todo lo que yo me concentro y que los días de juego no me gusta hablar con nadie, ni notas quiero dar.

-¿A veces te dieron ganas de quejarte y decir ”en qué lío me metí”?
-Eso puede pasar cuando tenés miedo a fracasar, pero yo no tengo ese temor después de un año y medio de trabajo.

-¿Cuál es el balance de esta primera fase?
-Muy bueno en lo organizativo: se cumplieron los objetivos. Y muy bueno también en lo deportivo: estar al 50% en resultados no es malo para un equipo nuevo. Y hay una satisfacción que nos alienta y que se había perdido: Bahía Blanca volvió a hablar de básquetbol

Por O.R.O.