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Las definiciones de Ronaldo

Tan implacable ante los arqueros como filoso ante los micrófonos, el goleador del Mundial dejó un puñado de frases destacadas a lo largo de su carrera. Las mujeres de su vida, el nacimiento de su hijo Ronald, una patada de Ayala, la habilidad de Riquelme, su Ferrari, las lesiones... y hasta alguna escapada de la concentración.

Por Redacción EG ·

16 de febrero de 2011
Nota publicada en la edición Julio 2002 de la Revista El Gráfico

Imagen Los cuatro años de sufrimiento quedaron atrás. Lo único malo es el flequillo... (Yoshikazu Tsuno / AFP)
Los cuatro años de sufrimiento quedaron atrás. Lo único malo es el flequillo... (Yoshikazu Tsuno / AFP)
“Creo que la táctica puede ayudar a ganar un partido, pero siempre queda atada al jugador que la aplique. La situaciones de juego son siempre diferentes y es imposible copiar una acción imaginada. Cuando uno tiene la pelota entre los pies no tiene tiempo para pensar ni para obedecer o desobedecer al técnico. Sólo el instinto nos dirige.”

“No esperaba que comprarme una Ferrari me fuera a perjudicar tanto. En los Estados Unidos el que trabaja y gana dinero es un orgullo para su país. En Italia aplauden al que se la compra. En Brasil no. Me destruyeron por comprarme ese auto. Aquí sólo faltó que me tiraran piedras. Pero la puse en venta y al tiempo me compré el nuevo Beetle de VW. Y ahí me acusaron de falsa modestia. ‘Ah, ahora quiere mostrar que es pobre’. O sea que nunca están satisfechos. Pero ya aprendí, la próxima vez que me tenga que comprar un auto hago una encuesta y listo.”

“Aqui en Brasil intentan destruir a las personas que le dan alegría al pueblo, como lo hicieron con (Ayrton) Senna, que antes de morir era sospechado de ser gay y apuntado por ‘ya no ser tan bueno’ a pesar de haber ganado el campeonato mundial tres veces. Ayrton me regaló un casco que guardo como un tesoro.”

“En el futbol hay muchas jugadas desleales que no siempre se castigan como deben. Una vez, jugando contra el Milan, aquel jugador argentino (Roberto) Ayala me metió una plancha criminal y luego me amenazó. Yo me irrité muchísimo y terminé expulsado injustamente.”

“No soy supersticioso, pero entro a la cancha siempre con el pie derecho. A lo largo de las derrotas me di cuenta de que tratar de aferrarse a ciertos objetos era una estupidez.”

“No me considero mujeriego. Yo soy de apasionarme y me entrego. Me enamoré seis veces en mi vida. Mis relaciones siempre tuvieron sentimiento. Pero no quiero tener una montaña de mujeres ni ahora que soy casado ni cuando era soltero. No soy como otros que andan diciendo que se acostaron con más de mil mujeres.” (En referencia al ex jugador Renato Gaúcho)

“Conoci a Milene (su actual mujer) en 1995 para la Copa América. Y volví a encontrarla en la pizzería de Juninho el año pasado. Después fuimos a un pub de Vampeta y Edilson y nos dimos unos besos. Y de ahí nos fuimos a Angra dos Reis y pasamos un fin de semana juntos. Rápidamente me di cuenta de que era la mujer de mi vida.”

“El problema en la rodilla comenzó como una tendinitis en un amistoso de la selección contra el Athletic Bilbao. Al principio era algo menor, me incomodaba pero no era grave y podía aguantar un partido. Después comenzó a dolerme cada vez más. Cuando retorné al Inter desde el Mundial, se agravó muchísimo; de la rodilla derecha pasó para la izquierda, de la izquierda para la derecha. Por momentos me dolían las dos. Fue algo terrible.”

“Nunca perdi las ganas de jugar. Todavía soy muy joven y hoy se puede jugar hasta los 36 o 37. Y si sigo disfrutando del fútbol voy a jugar hasta que tenga 38 o 40 años. Pero si algún día pierdo la motivación o la alegría, dejo.”

Imagen En el Barça tuvo su mejor año e hizo el segundo mejor gol de la historia del club. (Archivo El Gráfico)
En el Barça tuvo su mejor año e hizo el segundo mejor gol de la historia del club. (Archivo El Gráfico)
“Una vez me escapé de la concentración. Lo hice con un jugador que ya tenía mucha experiencia en eso y era mi compañero de ataque. Nos estábamos concentrando para un campeonato importante con la selección brasileña y ese lugar parecía una prisión. A tres días del partido, me convenció. Y demostró ser un profesional. Llegamos al muro y él había dejado escondida una escalera. Saltamos ese muro y nos encontramos con otro. En total fueron cuatro escaladas. Salimos a un terreno baldío, donde nos esperaba un taxi que él había pedido de antemano. Después fuimos a divertirnos. Fue bárbaro, me sentí El Fugitivo, pero al día siguiente entrené muy mal. Ese día me volvió a invitar a salir, pero yo ya no fui.” (Si pensaron en Romario, acertaron)

“No pude ver a Pelé en vivo y por supuesto es algo que lamento. Pero sí pude ver a Zico, que hacía grandes pases en el Maracaná. Solía ver muchos partidos del Flamengo y Zico era mi gran ídolo.”

“En el primer mes que estuve en el hospital estaba totalmente abatido. Me la pasaba soñando con volver 5 minutos antes de ese partido fatídico y prevenirme. No hablaba, dormía todo el tiempo, no comía nada. Bueno, es cierto que la comida de hospital en ese sentido no ayuda.” (Sobre su lesión en Lazio vs. Inter, en abril del 2000)

“Cuando vi la secuencia de la jugada por televisión lloré. De decepción, de tristeza. En el vestuario gritaba y gritaba, pero no sólo de dolor. Cuando llegué a mi casa estaban todos llorando. Mi hijo Ronald, con sólo una semana de vida, ya estaba llorando. No sé si por mí, pero lloraba. Traté de consolarlos, pero realmente tenía mucho miedo de la gravedad de la lesión.”

“Ver el parto de mi hijo fue muy fuerte. No sabía bien lo que estaba sucediendo. Mi presión bajó casi hasta desmayarme. Vi sangre, placenta… fue horrible. Ver la placenta saliendo fue muy feo, me dieron ganas de vomitar. Pero el resto fue todo lindo. Cuando vi que Ronald estaba llorando y todo estaba bien, respiré.”

“¿Que si tengo mala suerte? ¡Por el amor de Dios! ¿Cómo voy a pensar eso? En mi vida sólo hubo cosas buenas. Si ahora, en este momento feo, nació mi hijo, el acontecimiento de mi vida. Jamás pensaría que soy desdichado.”

“Nunca necesite contratar a una prostituta. Bah, sí lo llegué a precisar, lo cierto es que no tenía un centavo, así que daba igual…”

“Cobrar sin jugar es triste, porque me siento fuera de mi ambiente. Sabiendo que próximamente no voy a jugar es difícil estar concentrado o ser feliz. Es algo muy triste, pero es así.”

“Trato a todos superbien. No porque llegue una rubia, una morocha o un nenito los voy a tratar distinto. Si me piden una foto los voy a abrazar, porque soy el ídolo de esas personas y quiero que me sientan cerca. Nunca pensaría que alguien se me está acercando con segundas intenciones, aunque luego pueda terminar pasando. Me ha pasado, de hecho.”

Imagen CON SU EX, Susana Werner, terminó peor que en un posoperatorio. (Archivo El Gráfico)
CON SU EX, Susana Werner, terminó peor que en un posoperatorio. (Archivo El Gráfico)
“A Riquelme le vi hacer cosas increíbles con el balón. Tiene talento y es un líder. Y que no digan tonterías, que es lento y esas cosas; todo Brasil se quedó alucinado cuando se enfrentó al Palmeiras en la Copa Libertadores. Sólo un fenómeno hace lo que él hizo esa noche.”

“Aunque no quiero profundizar, seguramente algo se ha hecho mal. No sabemos quién, ni qué, ni dónde, pero existió el error. Y aquí estoy yo, pagando las consecuencias.” (Tras tres nuevos meses de inactividad, 2/2000)

“Fue una emocion muy grande. Tanto que lo único que quería era celebrar, pero no sabía cómo. Quería gritar, quería llorar, quería reír. No sé lo que hice. No entendía lo que me pasaba por dentro. Pero sí sabía que era algo muy bueno.” (Cuando hizo el gol en su último retorno al Inter)

“No se si soy un milagro de la medicina. Lo que sí sé es que mi fe y mi pasión por el fútbol son los factores que me posibilitaron volver a jugar. Los momentos que estoy viviendo son de una intensidad igual o mayor a la que tenía hace cuatro o cinco años. Rezo para no volver a tener una lesión por un largo período.”

“Debo demostrar de una vez por todas que estoy completamente recuperado de mi rodilla derecha. Por eso me gustaría ser el goleador de la Copa del Mundo. Y para eso necesito convertir por lo menos seis goles.” (Luego de ganarle a Turquía en el primer partido)

“Yo ya no quiero recordar, me propuse no recordar más. Es doloroso y es historia. Pasó hace cuatro años. Haré todo lo que pueda para que este Mundial termine distinto al del 98.” (Luego de ganarle a Turquía en la semifinal)

“No diria que pagamos una deuda. Pero creo que sacamos un peso de nuestras conciencias. Con algunos compañeros que habían estado en 1998 comentábamos cómo habrían sido los festejos en Francia. Pero el destino estaba escrito: debíamos esperar hasta 2002.”

“Soy muy ambicioso. Cumplí este objetivo. Otros desafíos vendrán.”

“En el PSV Eindhoven también hice muchos goles, pero no tenían tanta trascendencia. Por eso quería irme a España o Italia. Afortunadamente lo cumplí muy pronto.”

“Ni en mis mejores sueños ocurrió algo así. Mi felicidad es muy grande. Tan grande que todo esto que ocurrió lo voy entendiendo muy de a poco.”

(Bonus de confesiones)

Por Martín Mazur