De sintecho a locutor

Ted Williams, un homeless con una voz prodigiosa que llegó a internet luego de que un video suyo mendigando por las calles de Estados Unidos fuera publicado en YouTube, apareció en un show matutino de la radio local y, desde entonces, le llegaron muchísimas propuestas y ofertas para mejorar su situación de vida, incluso un trabajo como locutor de los Cleveland Cavaliers y una vivienda.
De acuerdo a la nota publicada por el New York Post, el hombre de 71 años que hasta hace días solía vivir con las limosnas de los transeúntes de Columbus, Ohio fue contactado telefónicamente a la radio donde se presentó por un representante del reconocido equipo de la NBA, quien le ofreció hacer narraciones y voces en off para los Cavaliers y casa totalmente gratuita.
Williams nació en Brooklyn, y se entrenó como comentarista de radio antes de las drogas y el alcohol arruinaran sus chances de progresar como profesional y lo condenaran a vivir en la miseria por la ciudad más grande del estado de Ohio, donde la policía lo conoce como RadioMan.
“Estuve aquí afuera por un año. No sabía que nada de esto me pasaría alguna vez. Ya me compararon con Susan Boyle (la cantante escocesa que sorprendió en un reality show de nuevos talentos). Estoy muy feliz”, relató abrumado ante los micrófonos, objetos con los que se siente mucho más que cómodo.
Antes de que el club de básquetbol hiciera su oferta, un hombre se contactó con la radio para explicar que representaba a MTV y que quería un anunció estelar para un show; mientras que actores que hacen voces de algunos personajes de Los Simpsons dijeron que querían que Williams se presentara a competir en la próxima edición de "America's Next Voice" – donde el premio incluye un estudio de grabación.

A Williams ahora le sobran ofertas laborales, entre ellas protagonizar una película junto a Jack Nicholson, poner su voz a la nueva campaña de publicidad de la cadena de televisión MSNBC, y también de la empresa Kraft.

Mientras tanto, él está contento con ganarse su propio dinero utilizando esa herramienta asombrosa que tiene: su propia voz.




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