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El Tyson de las narices

Un jugador de la liga amateur de España podría pasar dos años en la cárcel por arrancarle un pedazo de nariz a un rival.

Por Redacción EG ·

17 de noviembre de 2010








Imagen LA NOTICIA en el diario La Voz de Galicia. A la derecha la foto del supuesto agresor.
LA NOTICIA en el diario La Voz de Galicia. A la derecha la foto del supuesto agresor.
Al mejor estilo Mike Tyson, cuando durante un combate le arrancó un pedazo de oreja a Evander Holyfield, un jugador del fútbol español amateur cortó con sus dientes un pedazo de nariz a un rival. El futbolista del Magosto de Reboreda (de la región de Vigo) agredió a mordiscones a un jugador del Aficionados Sampaio de Vigo. El incidente – que hoy fue anunciado en el portal La Voz de Galicia– tuvo lugar el 1 de noviembre del año pasado, el día en que se celebra la festividad de Todos los Santos.
El agresor, de nombre Celso, negó la agresión por la que se lo acusa en el juicio ante el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo. Sin embargo, la víctima y dos de sus rivales lo identificaron como la persona que escupió el trozo de carne en el césped tras la pelea.
Elías, el deportista agredido, declaró que “no dejaba a mis hijos ni a mi mujer que me viesen la cara, parecía un monstruo”. La pesadilla de este hombre comenzó cuando al minuto 60 de ese partido, persiguió a un rival, al que tomó de su camiseta. Comenzaron a discutir y luego apareció Celso y lo enfrentó. Se le puso enfrente y lo mordió. Inmediatamente, comenzó a chorrearle sangre en su camiseta.
Celso insiste en que es inocente y que sólo presenció una discusión entre varios jugadores, en la que asegura no haber participado. Declaró que no peleó verbalmente con el agredido y que tampoco lo vio sangrar. “No es que se peleasen los 22 jugadores, pero sí estaban unos contra otros, hubo empujones. Nadie sabía que habían llevado en ambulancia a un jugador”, argumentó en su indagatoria.
Un compañero de la víctima relató que tras la falta “se armó una tangana y el árbitro estaba blanco”. Enseguida llevaron al jugador herido con la cara ensangrentada. Mientras que el segundo entrenador del Sampaio aseguró que Celso “lo mordió y escupió algo”.
La fiscalía solicita al acusado dos años de prisión y una indemnización de 7.000 euros a su víctima por los perjuicios estéticos y los daños físicos, ya que el jugador agredido permaneció hospitalizado durante ocho días, recibió sesiones de cirugía estética cada quince días para implantar injertos de carne cerca de la punta de su nariz y le ha quedado una cicatriz como secuela. Además, estuvo con cuatro meses de licencia en su trabajo como limpiador de espacios públicos para seguir un tratamiento psicológico con medicación antidepresiva y ansiolítica.