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Erica, la Pantera

Así la llaman a Erica Farías, una mujer de humildes recursos, que vive con una familia numerosa y que, por las noches, se transforma en campeona mundial de boxeo.

Por Carlos Irusta ·

20 de septiembre de 2010







Erica se llama también Anabella, pero no le gusta. Erica es coqueta, le gusta pintarse, se arregla las manos. Erica es alegre. Le gusta bailar al ritmo que la murga que la acompaña. Erica está enamorada de su pareja. Erica ha sufrido y sufre, porque hace unos meses murió su mamá. Erica es, al cabo, una mujer sensible y querible. Es, además, La Pantera...
La Pantera es otra cosa. Es una mezcla de zarpazo y crueldad, de acechanza y destrucción. Cuando Erica sube al ring, es La Pantera. Y se convierte en una máquina de destruir, con los ojos pintados, que con 60 kilos de dinamita pura, podría hacer suya aquella frase de Lawrence de Arabia: “No se toman prisioneros”.
El viernes pasado, en Virreyes, donde nació hace 26 años, subió al ring para defender su corona mundial (interina) de peso ligero, reconocida por el Consejo Mundial de Boxeo. Lo hizo frente a la neoyorquina Nicole Woods, que jamás había sido noqueada.

Si en el primer asalto, que duró dos minutos, la Woods logró en parte establecer la larga distancia que le convenía, La Pantera se dedicó a medirla y buscarla. En el segundo, con la brutalidad de la naturaleza, La Pantera se lanzó sobre la Woods, y no solamente la desbordó a golpes, sino que la tiró a la lona. Contó el referí uruguayo Aníbal Andrade y, tras la cuenta, se lanzó La Pantera al ataque, ansiosa de terminar. Y así fue, pues fue tal el castigo que el referí detuvo el combate, que no duró ni 4 minutos... 
La Farías, dirigida por Pachorra Moreno, suma apenas 9 peleas de las que ganó todas, 5 por KO. Tiene un muy buen pasado amateur y es por eso que, aunque no posee una gran experiencia rentada, nos atrevemos a decir: Ojo con ella, téngala en  cuenta, si le gusta el boxeo, trate de verla porque para La Pantera el boxeo es adrenalina, acción, violencia y coraje. O sea, espectáculo asegurado.

Cuando baje del ring, Erica seguramente controlará si se le corrió la pintura de los ojos y volverá a sus cosas... hasta que se transforme en La Pantera...