¡Habla memoria!

Brasil 1970

Para algunos fue el mejor equipo de la historia del fútbol. Para otros, un conjunto forjado a base de brillo y estética. Para todos: el campeón indiscutido en la altura de México.

Por Redacción EG ·

25 de agosto de 2010
Imagen LOS 11 campeones. Brito, Carlos Alberto, Clodoaldo, Everaldo, Felix, Gerson, Jairzinho, Pelé, Piazza, Rivelino y Tostao.
LOS 11 campeones. Brito, Carlos Alberto, Clodoaldo, Everaldo, Felix, Gerson, Jairzinho, Pelé, Piazza, Rivelino y Tostao.
Para salir campeón y conservar el trofeo Jules Rimet por siempre en las vitrinas de la Confederación de su país, Brasil disputó doce partidos entre Eliminatorias (seis contra Paraguay, Colombia y Venezuela) y la Copa del Mundo. En todos ellos no perdió un punto: ganó los 12 encuentros, metió 44 goles -25 en la ronda de clasificación y 19 en México- y sólo recibió 9. Para alcanza tamaña estadística, debió derrotar a tres ex campeones mundiales (Inglaterra, Uruguay, Italia) y un subcampeón (Checoslovaquia).

Los de camiseta amarilla definieron todos sus partidos en forma clara y amplia, salvo el que se adjudicaron en Guadalajara contra Inglaterra 1-0, en el marco del Grupo 3 correspondiente a la Primera Ronda. Se impusieron a Checoslovaquia 4-1, a Rumania 3-2, a Perú 4-2 en cuartos, a Uruguay 3-1 en semifinales y a Italia 4-1 en el Azteca.

Mario Zagallo, reemplazante de Joao Saldanha pocos meses antes de iniciar la competencia, produjo una verdadera revolución en el fútbol mundial al armar su equipo con cinco hombres que en sus clubes eran enganches, ocupando la misma posición, cumpliendo el mismo papel y luciendo el mismo número diez. Pelé en el Santos, Gerson en el San Pablo, Tostao en el Cruzeiro, Rivelino en el Corinthians y Jairzinho en el Botafogo. A su vez, los cinco organizadores de la dotación ofensiva se anotaron en la red: Jairzinho se adjudicó siete, Pelé metió cuatro, Rivelino conquistó tres, Tostao hizo dos y Gerson uno.

Juvenal, periodista de El Gráfico, explicaba el funcionamiento del equipo: “Pelé alternó como centrocampista y delantero, en tanto que las puntas definidas eran Jairzinho por la derecha y Tostao del centro a la izquierda. Tostao sacrificó su posición de hombre generador de juego, que arrancaba mirando el arco de enfrente, por la de pivote ofensivo condenado a jugar frecuentemente de espaldas a los palos contrarios, aguantando la pelota y los golpes adversarios hasta que llegaran Pelé y Rivelino para acompañarlo en la ofensiva".

Y concluía la idea: "El mismo Pelé sacrificó su posición de hombre dominante dentro del cuadro, porque el comandante en jefe no era él sino Gerson, estratega y mariscal de la media cancha, desde donde partían sus exactos zurdazos a encontrarse generalmente con los piques sorpresivos y sorprendentes de Pelé. Roberto Rivelino se resignó también a ser lugarteniente en lugar de tener la ¨manija¨ como estaba acostumbrado en su club. Y con el respaldo de Clodoaldo jugando de centro y un abanico defensivo formado por Carlos Alberto, Brito, Wilson Piazza (mediocampista en el Cruzeiro, segundo marcador central en la Selección) y Everaldo, (un moreno metedor, sólido impasable, de lejos el mejor defensor de Brasil) armó una estructura invencible. Tan sólida e imprenetable que se dio el lujo de poner en el arco a Félix, uno de los arqueros más mediocres del torneo. Porque era tanta su potencia ofensiva, tan perfecto su desdoblamiento defensivo cuando perdía la pelota o cuando la recuperaba, que hasta podía haber jugado sin arquero”.

La genialidad del vecino geográfico contrastó con la enorme desilusión argentina. El equipo de Adolfo Pedernera no aterrizó en tierras aztecas. Perdió la clasificación con Perú en la Bombonera.

“Brasil, con su Rey indiscutible, sedujo, convenció y conmovió con la pureza de su argumento ingenuo. Con ese diálogo simple de hombre y pelota, se rebeló ante la cárcel formal de lo elaborado. Y porque no razonó es que conmovió. La marca férrea, la gimnasia de un hábito, la calculada combinación de I.B.M., fue empalidecida por la simplicidad de ese instinto que siempre improvisa, que siempre juega, que siempre crea”, resaltó Osvaldo Ardizzone, enviado especial de El Gráfico a México. Eso fue Brasil… Y Argentina -que por primera y única vez se quedó en la puerta de un Mundial por los puntos, ya había faltado por cuestiones políticas- lo miró por televisión.

El Camino
Imagen REY. Pelé ganaba su tercera Copa del Mundo. ¿Las anteriores? Suecia 1958 y Chile 1962.
REY. Pelé ganaba su tercera Copa del Mundo. ¿Las anteriores? Suecia 1958 y Chile 1962.

Primera fase
3/6/70 Checoslovaquia 4-1 Goles: Petras (C), Rivelino (B), Pelé (B) y Jairzinho (2) (B).
7/6/1970 Inglaterra 1-0 Gol: Jairzinho (B).
10/6/1970 Rumania 3-2 Goles: Pelé (B) (2), Jairzinho (B) y Dumitrache (R).

Cuartos de Final
14/06/70 Perú 4-2 Goles: Rivelino (B), Tostao (2) (B), A. Gallardo (P), Cubillas y Jairzinho.

Semifinales
17/06/70 Uruguay 3-1 Goles: Luis Cubillas (U), Clodoaldo (B), Jairzinho y Rivelino (B).

El día de la consagración
Brasil (4): Félix; Carlos Alberto, Brito, Wilson Piazza, Everaldo; Gerson, Clodoaldo, Pelé, Rivelino; Jairzinho, Tostao. DT: Mario Zagallo.
Italia (1): Albertosi; Cera; Burgnich, Bertini, Rosato, Facchetti; Domenghini, De Sisti, Mazzola; Boninsegna, Riva. DT: Feruccio Valcareggi.

Estadio: Azteca, de México DF.
Árbitro: Rudolf Glockner, de Alemania Oriental.
Goles: PT, 17m. Pelé y 37m. Boninsegna. ST, 21m. Gerson, 25m. Jairzinho y 41m. Carlos Alberto.
Cambios: ST, 29m. Juliano por Bertini (I) y 39m. Rivera por Boninsegna (I).

La palabra de Jairzinho
“Cuando llegó la Copa nos encontramos todos números 10. Entonces tuvimos que adaptarnos para poder jugar juntos. Y todo salió a la perfección: conformamos la mejor delantera de la historia del fútbol brasileño y creo que del mundo”.

Mauro Gurevich