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Locos por el fútbol

Un estudio encuestó a los habitantes de seis grandes ciudades de Latinoamérica para saber quiénes eran los verdaderos fanáticos del deporte más famoso del mundo. Los argentinos quedamos bien atrás.

Por Redacción EG ·

10 de junio de 2010
Según un estudio realizado en seis grandes ciudades de Latinoamérica, el 10% de los habitantes de esta región se puede considerar “un loco por el fútbol”.

Imagen LOS ARGENTINOS no están tan "locos por el fútbol" como en otras regiones de Latinoamérica.
LOS ARGENTINOS no están tan "locos por el fútbol" como en otras regiones de Latinoamérica.
El informe realizado con encuestas en Lima, Sao Paulo, Río de Janeiro, Santiago de Chile, México y Buenos Aires considera que una persona está loca por este deporte, cuando concurrió a la cancha en los últimos doce meses, ve partidos frecuentemente por la tele y practica este deporte al menos dos veces en 30 días.

Perú es el país con más fanáticos por el deporte, con el 15%, superando a Brasil (11%), Chile y México (9%) y Argentina (4%), de acuerdo con los resultados que arroja el documento elaborado por el instituto demoscópico IBOPE.
   
Los brasileños son los que más concurren a los estadios el 14% de los habitantes de las dos grandes ciudades que se midieron.  Un 6% de los habitantes de Santiago dijo haber presenciado un partido en todo el año, frente al 4% de México y Lima y el 3% de
Buenos Aires.
   
La mayoría de los encuestados sigue el fútbol de la forma más cómoda, desde el living de sus casas. Los partidos por televisión tuvieron un seguimiento del 48% por parte de los habitantes de Perú, el 45% de los mexicanos, el 43% de los brasileños, el 36% de los argentinos y el 34% de los representantes de Chile.
   
Los peruanos demostraron ser los más deportistas, ya que el 26% de los limeños aseguró que juega al fútbol por lo menos dos veces por mes. Los mexicanos y los brasileños lograron un 18%, apenas más abajo quedaron los chilenos con el 17%. Lejos, los porteños demostraron ser los más vagos de todos al momento de ponerse los cortos. Apenas un 9% de los argentinos se juega un picado cada quince días.