La Selección

Las publicidades del Mundial

Las principales marcas intentan maximizar las ganancias que ofrece el Mundial. Apelando al nacionalismo, los spots con tinte celeste y blanco ya se convirtieron en un clásico.

Por Redacción EG ·

18 de mayo de 2010




De cara a la próxima Copa del Mundo, las principales firmas intentan maximizar al tope el jugo que ofrece la cita sudafricana. Apelando al nacionalismo en muchos casos, a  costumbres propias en otros, los spots mundialistas ya se convirtieron en un clásico.












Diego Maradona está relacionado de joven con el marketing y sus derivados. Swiss Medical Group, empresa dedicada al campo de la salud, realizó una apuesta asociando la figura del técnico de la Selección con la firma. “Cuidando al hombre que hay detrás de la leyenda”, remarca el final de la publicidad.








DIEGO es por segunda vez la cara de Swiss Medical.





















 












































La multinacional Coca cola se introdujo en las entrañas de Lesotho, un país independiente dentro de Sudáfrica. Allí, un grupo de argentinos contagian y enseñan cánticos a individuos autóctonos de la región.








LOS LESOTHENSES y su particular historia.





















































































El canal deportivo Tyc Sports sorprendió con su creatividad. Haciendo hincapié en costumbres nuestras y comparándolas con las de Europa, realizó una pieza que emociona.

LAS DOS caras. En Argentina y en el Viejo Continente, Tyc refleja diversas formas de vivir el fútbol.



























































































Bonus track






La cervecería y maltería Quilmes personifica a la perfección la pasión y contradicción instantánea del hincha elevada a su máxima expresión. Dicen que pocos resisten a un archivo. Aquí,  la afirmación queda en evidencia. “Te amo, te odio, te amo”, brama el anuncio.
























































































EL TÍPICO hincha de platea, reencarnado en estos dos muchachos.


























































































Mauro Gurevich