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Asesinos de la información

Tres importantes medios periodísticos cometieron graves errores en el manejo de la información sobre la agresión al ex futbolista Fernando Cáceres. Involucraron a Julio César Cáceres, el actual jugador de Boca. Y siguieron como si nada...

Por Elías Perugino ·

01 de noviembre de 2009
 
Imagen La placa de Crónica TV no admite dudas (Fotos: http://www.taringa.net/posts/noticias/3821266/balearon-a-Fernando-Caceres-No-a-el-de-boca.html)
La placa de Crónica TV no admite dudas (Fotos: http://www.taringa.net/posts/noticias/3821266/balearon-a-Fernando-Caceres-No-a-el-de-boca.html)
Son las 5 de la mañana del domingo. El sueño del periodista se sobresalta. Acaba de entrar un mensaje de texto a su celular: “Balearon al paraguayo Cáceres, el jugador de Boca. Fue en Ciudadela. Está grave, lo están operando”. Tras el estupor inicial, razona y responde el mensaje: “¿Seguro que es Cáceres? ¿No será el ex jugador? El paraguayo tendría que estar concentrado con Boca en Rosario, no en Ciudadela”. Al minuto, entra la respuesta: “No, es el paraguayo, poné Crónica TV”.
 
Ahí está. “Balearon al jugador de Boca Cáceres”, dice Crónica TV, sin puntos ni comas. Al rato, el locutor da un informe en off, con imágenes del zaguero paraguayo. Dice que quisieron robarle el auto, que le dieron un balazo en el ojo derecho, que está en cirugía, que su estado es grave. Y siempre con el paraguayo en imagen.
 
Al periodista le cuesta creerlo. Recuerda al paraguayo en la lista de concentrados que le pasó por correo electrónico la gente del departamento de prensa de Boca. Entonces se mete en internet. Ni Clarín, ni La Nación dicen nada en sus sites. Raro, porque si se tratara del paraguayo, debería ocupar el espacio principal en la home. La agencia TELAM tampoco dice nada. Pero sí Infobae.com, con un título de dos líneas, tremendo e indudable: “Hirieron de bala a Julio César Cáceres en un intento de asalto y su estado es grave”. Encima, se dan el lujo de ampliar, citando como fuentes a personal de Hospital Carrillo: “informaron a Infobae.com”, “revelaron a Infobae.com”. La situación se confirma sintonizando C5N.
 
Pasa el tiempo, crece al angustia. Pero algo no cierra. Hasta que minutos después de las 6, mientras iba al aire otro informe, Crónica TV cambia el texto de uno de sus destacados. Ahora dice: “Balearon al ex jugador Fernando Cáceres”.
 
El periodista, a esa altura desvelado, levanta la voz del televisor. Ahora viene la explicación del error, piensa. Pero no. Crónica TV se manda con una placa convencional: “Reiteramos”. ¿Reiteramos qué? “Balearon al ex jugador Fernando Cáceres”, dicen ahora, sin rectificarse, sin pedir disculpas por la desinformación y el daño causado por más de una hora. Siguen como si tal cosa, sin aclarar nada de nada. El locutor habla sobre las placas, ya no hay imágenes del paraguayo, las de Fernando Cáceres aparecerán diez minutos después.
 
Imagen La noticia de Infobae, tampoco. Aún se la encuentra en este link: http://www.infobae.com/general/481425-601275-0-Hirieron-bala-Julio-C%C3%A9sar-C%C3%A1ceres-un-intento-asalto
La noticia de Infobae, tampoco. Aún se la encuentra en este link: http://www.infobae.com/general/481425-601275-0-Hirieron-bala-Julio-C%C3%A9sar-C%C3%A1ceres-un-intento-asalto
El periodista se zambulle otra vez en la computadora. Va a Infobae.com, pero ya deshabilitaron la información. La cambiaron por una más pequeña, en donde mencionan a Fernando Cáceres y se olvidan de Julio César, a quien le han alargado la vida, según conjeturan las abuelas. No piden disculpas. No se rectifican. No aclaran nada de nada de la “fidedigna” noticia “informada” y “revelada” en forma exclusiva en el Ramón Carrillo.
 
El sueño ya no quiso venir más. El periodista se revolvió en su cama un par de horas, aguijoneado por tanta impotencia. Estaba muy mortificado por el cruel destino de Fernando Cáceres. Y no podía digerir la manera en que algunos “colegas” habían insultado la profesión que tanto ama y que tanto defiende.
 
Uno quiere creer que los agresores de Cáceres recibirán un castigo acorde con el delito que cometieron. Los “asesinos de la información” probablemente queden impunes.