Argentinos en el exterior

Scocco: "A Newell´s le hacía falta un cambio"

El delantero del AEK nos cuenta acerca de su vida en Grecia, sus expectativas y lo que espera para el futuro del club que lo vio nacer como futbolista.

Por Redacción EG ·

20 de febrero de 2009
¿Cómo va todo por Grecia?
La verdad es que la vida es muy linda y tranquila. Se vive bastante parecido a la Argentina, solo que aquí hay más seguridad; tenemos mucha tranquilidad a la hora de salir, visitar o recorrer. Esta es la mayor diferencia con otros lugares donde estuve viviendo como Rosario, Buenos Aires o en México mismo. Eso me ayudó a que la adaptación sea rápida.
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¿Por qué pensás que cada vez son más los argentinos que deciden ir a jugar a Grecia?
Yo creo que nos incentiva el hecho de estar en Europa. A pesar de que esta no es una liga tan competitiva como pueden serlo las de España, Italia, Inglaterra, Francia o Alemania, aquí se ha progresado mucho. Grecia ha demostrado un gran crecimiento a nivel selección y a través de los equipos que ingresan a la Champions o a la UEFA. Acá cumplí el sueño de jugar en Europa, que es el que tiene la mayoría de los futbolistas. Además, como el fútbol griego tomó mucha trascendencia y se mira en varias partes del mundo, siempre está la chance de que te vean desde otros clubes. Yo sé que haciendo las cosas bien acá, se me van a abrir nuevas oportunidades.

¿Cómo te vas manejando con el idioma?
El tema del griego es muy complicado, aprendés lo básico como palabras sueltas y simples para hacerte entender en el campo de juego. Nada de armar una frase, ni hablar fluido. También nos manejamos con el inglés. Lo bueno es que tenemos traductores que nos ayudan mucho cuando no podemos comunicarnos, sobre todo con el entrenador que no habla inglés.

¿Con qué liga podrías comparar al fútbol griego?
Es muy complicado compararlo con cualquier liga, ya sea de Sudamérica o de cualquier otro país. Hay mucha diferencia entre los equipos grandes y el resto. En ese sentido, todavía debe progresar. Los equipos que vienen a jugar ante Olympiakos, Panathinaikos y el AEK lo hacen sabiendo que tienen muchas chances de perder y se conforman con empatar. Eso no pasa en la Argentina ni en México, dónde estuve jugando. Allá es todo más parejo, acá se nota la diferencia entre cinco equipos importantes y los demás.

¿Cómo es el vínculo con el resto de los argentinos?
Tener tantos compañeros argentinos fue algo que me ayudó a adaptarme rápido. Con los chicos estamos siempre juntos, nos juntamos a cenar varias veces en la semana; también compartimos con los españoles, brasileños y portugueses por el tema del idioma, todos hablamos español. Por suerte, nos acoplamos bien.

¿Y con los compañeros griegos?
Es complicado. Es una situación fea porque no nos conocemos mucho, no sabemos mucho de ellos. Yo hablo poco inglés y no puedo establecer una conversación larga; entonces, es más difícil compartir con ellos. Igual, son muy buena gente, nos han integrado sin problemas y nos hacen sentir muy cómodos.

¿Cómo calificarías tu paso por México?
Como en todos los lugares donde estuve, fue una buena experiencia. En Newell’s pude ganar un campeonato y dejar mi sello, con Pumas me costó un poco más, porque es una liga muy competitiva, pero llegué a rendir muy bien. Llegamos a la final del campeonato mexicano, aunque lamentablemente no la pudimos ganar, pero también fue algo lindo. Sirvió como trampolín para poder estar acá en este momento. Pero yo no me conformo y quiero aspirar a seguir creciendo a nivel profesional.

¿Seguís los partidos de Newell’s?
Sí, desde que me fui, siempre que puedo veo los partidos. Me pone muy contento todo lo que está sucediendo. Hubo un cambio muy positivo en el club.

¿La salida de Eduardo López?
Sí. A Newell’s le hacía falta un cambio así.

¿Cómo era tu relación con él?
Sinceramente, nunca hablé con él hasta el día que me vendieron. No tenía ninguna relación.

¿Cómo ves al equipo en el campeonato?
Recién van dos fechas, pero se ganaron partidos muy importantes. Yo creo que si se mantiene ese rendimiento, pueden pelear arriba.

Alejandra Altamirano Halle