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De rodillas por el sueldo

Los jugadores del Granada, equipo del ascenso español, estuvieron un minuto arrodillados en el piso mirando al palco en reclamo por los 4 meses que les adeudan. La gente los ovacionó y hace campañas para ayudar.

Por Redacción EG ·

27 de enero de 2009
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En estos tiempos de protesta fácil, algunas veces justificada, otras no, se suele poner en tela de juicio la cuestión de los métodos, los modos de accionar ante una situación que se considera injusta. Esta vez, desde el otro lado del charco, más precisamente desde España, llega la historia del Granada, un equipo del grupo IV de la Segunda División B del fútbol de aquel país.
El domingo 25 de enero, los jugadores del club, cansados por los cuatros meses que se le adeudaban, decidieron arrodillarse durante un minuto con la mirada puesta en el palco, apenas el árbitro pitó el comienzo del partido contra el Melilla como locales. Todos pusieron las rodillas en el piso, desde los titulares hasta los suplentes y cuerpo técnico. Los rivales no avanzaron. El palco estaba vacío porque el presidente Francisco Sanz decidió quedarse en Madrid.
¿Quién es este hombre? Paco, como le dicen, es el hijo de Lorenzo Sanz, ex mandatario del Real Madrid entre 1995 y 2000, a quien el año pasado detuvieron en Córdoba, cerca de Granada, por una presunta estafa. Mientras gobernaba al equipo de la capital española, marcó un precedente para lo que años después haría Ramón Díaz: colocó a su hijo Fernando en el equipo. No hace falta aclarar que su carrera en el club duró hasta que se fue su padre. Hoy, Fernando es el presidente del Málaga. Todo queda en familia.
Paco estaba al mando del granada desde el proceso electoral de julio de 2006, cuando fue el único que se presentó y, por ende, ganó. Uno de los principales inversores de capitales para el club fue su papi, Lorenzo. En diciembre de 2008 presentó su renuncia, junto a todo el bloque que lo apoya, y llamó a elecciones anticipadas. El domingo, los jugadores salieron al césped del estadio municipal Nuevo Los Cármenes con una remera que decía: “Paco Sanz, necesitamos cobrar ya”. El presi lo habrá visto por televisión.
La reacción de la gente
El equipo, encima, ganó 1-0 y se aleja de la zona de descenso. Más allá del resultado, los hinchas ovacionaron a sus jugadores, sobre todo por la actitud. Un pedido pacífico, que no los perjudica deportivamente, pero que pone en evidencia ante las cámaras del mundo (acá se vio por televisión en algunos noticieros), quien es el verdadero culpable.
Los directivos que no son del riñón de Sanz decidieron darle la recaudación a los jugadores, alrededor de 15 mil euros para repartir, que dejó un total de 600 aproximadamente para cada integrante del plantel. "Agradecemos a la afición el esfuerzo que ha hecho al pagar en este partido para tratar de paliar nuestra precaria situación económica. La victoria se la dedicamos a ellos", fueron las palabras del capitán, Javi García.
Pero juntar dinero con las entradas no es la única forma que tienen los hinchas del Granada de colaborar. Una radio por internet, que transmite los partidos del club, decidió iniciar la campaña “Salvemos al Granada”. Ésta consiste en donaciones en una cuenta que irán para pagar la mitad de lo que se le adeuda al plantel y cuerpo técnico. Fernando Hernández, uno de los creadores de la iniciativa, sostiene que no es sólo un intento por salvar al club de la situación económica en la que está, sino que es su objetivo de fondo es “hacer despertar a las fuerzas vivas de la ciudad”, de la mano de la gente.
La ciudad situada en Andalucía, al sur del país, tiene cerca de 250 mil habitantes. Alrededor de 6600 de ellos son socios del club. A pesar de no ser pequeña, allí todavía quedan vestigios de lo que significan los equipos del lugar de origen de cada uno. Eso demuestra la gente que está al lado de los jugadores, y de los jugadores que se quedan a pelear por la institución.
No son los únicos
Parece que el ascenso de España no vive su mejor momento. Hay, por lo menos, otros dos equipos que viven situaciones similares a las que sucedieron en Granada. Fuerteventura es una isla que pertenece a la provincia de Las Palmas, está en el océano Atlántico, a casi 100 metros de la costa del norte de África. El plantel del equipo de aquella ciudad manifestó que no volverán a entrenar hasta que se normalice la situación institucional. Algo que no parece que vaya a suceder y que pone en peligro la existencia club.
Lo mismo ocurre con el Galáctico Pegaso de Madrid, uno de los equipos gestionados por internet, que fue adquirido por un privado que en realidad no existía y en la última reunión de comisión se determinó que el club no tiene dueño, pero sí una deuda de 200 mil euros, que debe pagar en el resto de la temporada para no pasar a la historia.
¿Por qué llegar al extremo?
Muchas veces aparece la reacción de la gente y la verdadera desesperación cuando las situaciones se tornan límites para los clubes. Es como si todo lo que genera esas instancias críticas no existiera hasta que se cristaliza efectivamente en un suceso sin retorno. En Granada hay los hinchas y jugadores pelean por salir adelante. Piden de rodillas, pero a ningún dios. Reclaman lo que se les debe.
Los jugadores se arrodillan en señal de protesta


Iván Sandler