Las Entrevistas de El Gráfico

“Me gusta que me griten ‘bilardista’”

Quienes creen que su único milagro fue salvar a Gimnasia del descenso se equivocan muy feo: Pedrito estuvo muerto durante 16 segundos y también les enseñó a jugar al truco a los japoneses. Las historias de un personaje que le puso la misma garra a la final de un Mundial que a una de la C.

Por Diego Borinsky ·

18 de noviembre de 2008

Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de agosto de 2005
1 ¿Cuál fue más lindo: el gol a la Unión Soviética en Italia 90 o el de chilena en Dálmine? Más lindo el de Dálmine, pero más importante el del Mundial. Igual, todo tiene su encanto. En la C era pura pasión, así que fue emocionante porque lo estaba haciendo con el corazón…
2 Fuiste campeón de América, jugaste un Mundial con Diego y con Cani, estuviste en Italia. Luego de eso, ¿cómo fue jugar en la C? Fue lo mismo jugar en el San Siro que en las canchas de la C. Al fútbol lo concibo de una sola manera: con pasión. Eso llevó a que la gente de Villa Dálmine se encariñara conmigo, hasta hay una filial con mi nombre.
3 ¿Cuántas filiales tenés? Dos. Una en Gimnasia y otra en Dálmine. Es un placer, un orgullo. El día de mañana, mi hijo verá en la cancha dos banderas con mi nombre.
4 ¿Cómo surgió la oferta de Dálmine? En el momento de mayor delincuencia en el país, pensaba irme a Italia para jugar los interregionales. Ahí me llamó Pepe Basualdo: “Leí que tenías ganas de jugar con amigos. Vení que vamos a armar un lindo grupo”. Y se armó. Le agradezco a Dios haber elegido esa posibilidad.
5 Tenías ofertas de Quilmes, Emiratos Arabes, Japón, Arsenal… ¿Por qué la C? Quería retirarme en Gimnasia. Y cuando no se dio, pensé: “Irme a otro equipo de la A, con 37 años…” Viste cómo es, al primero que matan es al viejo… No justificaba ir a arriesgar mi carrera. Lo de Dálmine era distinto. Ibamos un grupo de viejos, y me gustó. De última, éramos cinco para insultar. Acepté y fue una satisfacción enorme.
6 Pacha Cardozo, Monserrat, Pepe Basualdo, Pobersnik, vos… ¿Cuántos años sumaban? Un montón. Tanta experiencia fue cómica, pero también emocionante. Cancha que íbamos, estaba llena. Iba dos veces por semana a entrenar y el día del partido. Ganamos un torneo y en el otro íbamos primeros a dos fechas del final. Después, Pepe se peleó con la dirigencia y se fue, igual que Cardozo y Monserrat. En la final me desgarré a los 5 minutos. Perdimos con Colegiales y dije basta, tenía casi 38 años.
7 Físicamente estabas bien, pero algunos compañeros tuyos tenían una panza interesante. Es normal. La edad te juega en contra, te condena. Yo venía de Primera y estaba bien. Y me favoreció la posición. No era lo mismo ser cinco que carrilero, ahí me hubiera muerto.
8 Un jugador del ascenso dijo que aprovechabas tu chapa para “meter suela” como loco. ¿Quién te dijo? Sí, muchas veces me perdonaban. Pero metía porque me pegaban a propósito, con bronca. Decían: “Claro, a éstos no les cobrás nada porque son conocidos”, y te venían mal. Tuve que acostumbrarme, pero me hice jugador de la C. Y me encantó.
9 ¿Cómo te llevabas con tus rivales? ¿Te bardeaban? Algunos sí, otros eran demasiado educados. Me pedían una foto al final, con admiración. Otros, totalmente descarados, me decían: “Viejo choto, abandoná”. Me hacían calentar.
10 ¿Qué jugador del ascenso, sin contar la B Nacional, la puede romper en Primera? Gonzalo Bergessio, de Platense. Me parece muy interesante. Y Daniel Vega, de Los Andes.
11 “No tengo carácter para ser entrenador”. ¿Te suena esa frase del 2000? Sí. Yo creía que el hecho de tener un carácter muy… Viste cuando te hablan de la autoridad… Me equivoqué en pensar eso, porque uno no es autoritario a partir de la cara de culo o de un grito desmedido. Somos una familia, puedo divertirme con mis jugadores y aceptar sus bromas. Ellos saben que yo soy el que manda.
12 También dijiste: “No quiero tener problemas con nadie, por eso no quiero ser DT”. ¿Es una profesión para quilombo? Sí, pero ahora me gusta. A veces te comés tus propias palabras. Como DT, lo más difícil es armar una lista y decir éste queda libre, éste se va... Por eso me costaba verme entrenador. Pero bueno, acá estoy, llevándola de frente y con humildad.
13 ¿Qué va a pasar el día que te toque limpiar a amigos, como le pasó a Ruggeri en San Lorenzo con Gorosito? Me pasó con Scotti, Noce y Turienzo. Es duro, el jugador nunca lo entiende. Somos amigos afuera, adentro somos técnico y jugador. Cuando uno toma una decisión así, la amistad se va perdiendo. Y duele.
14 No querías ser DT porque es muy estresante, ¿la pasión pudo más? Sí. Me encanta la profesión que elegí, me fascina. Y la emoción que viví en el partido contra Newell’s, cuando Gimnasia se salvó, fue impresionante. Estoy feliz, más allá de que sea una silla eléctrica.
15 ¿Es cierto que te gusta escribir y hacer notas? Estudié periodismo deportivo. Bilardo me dijo que había que estudiar porque cuando los jugadores y los técnicos empezáramos en televisión, los especialistas iban a mirar medio mal. Decidí hacer el curso y fue muy lindo.
16 ¿El año 85 fue el más duro de tu vida? Sí, tuve una peritonitis fecal, estuve 16 segundos clínicamente muerto... Fueron casi dos meses internado, uno en terapia intensiva. Me hicieron tres operaciones y bajé 25 kilos. Tenía 19 años, mucha juventud, que es lo que me salvó. Pasó que un día jugué en Cuarta y en Tercera, donde recibí un codazo. Me fui tranquilo, pero empecé a sentir un dolor abajo y me desmayé en el colectivo. Luego, dos veces más en mi casa. Cuando me llevaron al hospital, ya estaba totalmente infectado. Me sacaron materia fecal de todo el cuerpo. Me salvó la vida el doctor Bruni.
17 ¿Te dijeron que no podías volver a jugar? El doctor que me operó dijo que sí, pero otros decían que iba a ser difícil. Por suerte engordé enseguida. Me internaron el 9 de julio, salí el 12 de septiembre, volví a entrenarme el 15 de octubre y en diciembre jugué en Tercera. Me quedó el diafragma elevado, temían que me ahogara en la cancha. Pero nunca me afectó, pese a jugar en una posición de ida y vuelta constante.
18 ¿Por qué tuviste que tirar tu primer auto, un Peugeot 504? Ese auto fue una vergüenza. El primer día se me inundó y pinché una goma. Después, un amigo lo sacó del garaje y se la puso contra un palo. De a poquito se fue haciendo pedazos. Al poco tiempo ganamos la Libertadores y con el premio saqué un Super Europa cero kilómetro. Fue mi placer, mi mejor auto… Al 504 lo había comprado en 3500 pesos y lo vendí en 1000, en sólo dos meses.
19 De pibe te levantabas a la madrugada para ayudar a laburar a tu viejo, ¿qué hacían? Mi viejo fue colectivero de larga distancia. Nosotros vivíamos en Luján hasta que en 1967 hubo una gran inundación y perdimos todo. Ahí fuimos a trabajar a una fábrica de muebles de cocina en Castelar, donde nos dieron una piecita con baño. Papá se levantaba a las 4.45 y mi vieja era modista. Haber acomodado a mis viejos es el placer más grande que me dio el fútbol.
20 ¿En una época tenías que ordeñar vacas? No, ayudaba a mi papá a curar las vacas, que estaban abichadas en las pezuñas. Mi viejo fue domador de caballos y yo disfrutaba mucho cuando agarraba las vacas. Tiraba la soga y, cuando la soltaba, entre mi hermano, él y yo tumbábamos la vaca y la metíamos en un lugar donde las curábamos. Yo tendría 12 años.
21 ¿Qué recordás de tu trabajo en la agencia de viajes? Uhhh. Tendría 16 años, empecé como cadete. Vendíamos pasajes a Colonia. Duré hasta los 17, porque debuté en Primera y dejé. Digamos que fue mi primer trabajo. Luego fui conserje de un apart de Recoleta, mi último laburo. Trabajaba de 10 de la noche a 6 de la mañana. De los 10 a los 14 años atendí un almacén. Después con mi hermano hicimos bolsitas de residuos. Además trabajaba en el Círculo de Lectores. Eso nos permitía tener un mango para comprar jeans, zapatillas: las Pampero y las Flechita, que para nosotros eran inalcanzables.
22 ¿Qué te recuerda un sándwich y un termo con jugo de naranja? Me encanta lo que me hace acordar a mi niñez. Cuando salía del colegio y me iba para River, mi vieja se iba desde Castelar hasta la estación de Morón, agarraba los libros y me daba la vianda. Hoy veo a mis viejos grandes y valoro todo eso mucho más. Yo llegué por ese apoyo de la familia.
23 ¿A qué edad te pudiste comprar tu primer jean? Me lo regaló mi vieja a los 16, en uno de sus viajes para ver a Garrincha, el curandero. Me trajo un pantalón de marca (Ustop) y me decía que tenía un corte bárbaro, pero me hacía un culo enorme y los chicos me cargaban. Entonces me compró otro igual, le sacó la etiqueta y le puso “Wrangler”. Y ya no me jodían.
24 Antes usabas un pantalón verde que le quedó de la colimba a tu hermano, ¿tuvieron privaciones de chicos? Fuimos muy felices, tuvimos las privaciones normales de una familia que vivía para la comida y el colegio. A ese pantalón lo combinaba con las Pampero celeste turquesa y una camisa de jean. Así iba a bailar, un desastre. Con razón no bailaba nunca.
25 ¿Cuándo dejaste de ser “simpático y boludo” para ser sólo “simpático”? El día que un grupo de amigos me acostó: un escribano, dos constructores, un arquitecto y un vendedor de propiedades. Me garcaron un montón de guita en una casa. A partir de ahí no confié casi en nadie, salvo en la gente que tengo al lado. Dejé de lado a los hijos de puta.
26 ¿Tu hijo Gianluca juega bien al fútbol? Muy bien, es un volante derecho bárbaro. No lo estoy llevando a ningún lado porque tiene 10 años. En cada partido se banca el karma de que lo señalen como el hijo de Troglio.
27¿Alguna vez te dieron ganas de cagar a trompadas a un compañero? No, tuve una relación excelente con todos, más allá de alguna discusión. Casi no tengo enemigos.
28 ¿Hay mucha gente jodida en el fútbol? Mucha. El jodido aparece donde hay plata. Se muere por un mango, busca cagar a alguien.
29 ¿Te acordás de esta frase de Américo Pérez: “Pibe, no servís para jugar al fútbol”? Sí, pobre Américo, falleció hace un tiempo. Me dejó libre en la Novena de Boca. Si lo analizás, me hizo un favor. A los 12, 14 años te podés equivocar acerca de un jugador. A los 16, 17 ya no. Ahí te está fallando el ojo.
30 ¿El día que te dejaron libre casi te pisa el tren? Venía lejos, a unos 200 metros, pero… Fui a llorar al famoso ombú de Morón y, cuando volvía, crucé la vía sin mirar. A veces pensás: “Cómo hizo el tren para agarrar a una persona”. Pero cuando vos estás mal, te colgás y cruzás sin mirar.
31 Bochini siempre fue tu ídolo, ¿de chico eras de Independiente? Hasta los 10 años. Me hice de River cuando salió campeón en el 75 y cortó la racha de los 18 años. De Independiente me habían hecho mi hermano y mi papá. Mi vieja es de Boca. Después empecé a jugar en River y me hice mucho más fana.
32 ¿Cómo era jugar en Boca siendo de River? No me afectaba. Yo fui a jugar un amistoso con el club Castelar, y Grillo y Gandulla me hicieron quedar. Pero después me dejaron libre y entré a River, así que fue un sueño.
33 ¿Por qué la Chancha? Después de las operaciones quedé flaco. Para recuperarme empecé a tomar unas pastillas con hormonas femeninas. Engordé y pasé de 62 kilos a 80. Y me quedó la Chancha Troglio. Cuando subo de peso, engordo el culo y los costados. Ahora tengo seis kilos de más, están todos en el culo.
34 Año 1985. Gallego tiraba: “Este pibe va a ser un fenómeno. Fijate, ¿no ves que estoy más flaco por miedo a que me saque el puesto?”. ¿Que el Tolo se cuidara con la comida es uno de los grandes logros de tu carrera? Sí. El Tolo fue importante en mi vida. Primero, por la mano que me dio al nombrarme. Segundo, porque él y Alonso juntaron plata para ayudar a mis viejos cuando no podían ir a laburar porque tenían que estar conmigo en el hospital. El fue como mi padrino futbolístico.
35 ¿A qué edad pasaste a ser ocho? Dejé de jugar de cinco cuando Veira me llevó a Primera. Gorosito iba por la derecha, De Vicente por la izquierda y Dalla Libera suelto. Con ese equipo salimos campeones del Proyección 86.
36 ¿Recordás alguna frase bambinesca que haya quedado en la historia? Los “belleza” que uno escucha ahora venían de esa época. Todo el hablar del Bambino era un potrero, un café. Un motivador que me dio la posibilidad de jugar la Libertadores, el primer impulso.
37 ¿Por qué le fue tan mal en sus últimas experiencias como DT? ¿Está de vuelta? No, el fútbol es así. Te va mal, te va bien. A veces entrás en una bajada y no levantás más. La cabeza del jugador es muchísimo y hay que trabajar sobre eso. El Bambino tuvo una mala experiencia en San Lorenzo y no logró ganar, pero en Newell’s no le fue tan mal.
38 ¿De qué te disfrazaste en la despedida a Griguol de River? ¿Es cierto que el Viejo tenía hasta una peluca? Sí, el Viejo tenía una peluca platinada y el Cai Aimar estaba vestido de bañero de los años 30. Yo no fui disfrazado, pero me acuerdo de que Ruggeri quiso dar un discurso y tiró una mesa entera con platos, vasos, cubiertos… Ese día, al Viejo le pedimos disculpas. No arrancó bien con el tema del pelo largo, pero a los seis meses el plantel se dio cuenta de que él, el profe Bonini, Aimar y Polola eran de muy buena leche. El Viejo fue un padre futbolístico, al igual que Bilardo y el Bambi.
39 ¿Le guardás rencor a Ramón Díaz por no haberte dejado regresar a River? No. Ahora que soy técnico pienso distinto. River venía de ser campeón. Jugaba Monserrat en un equipo de figuras y no necesitaba otro volante.
40 ¿Cuánto te dolió no poder volver? Me dolió lo lógico. Hoy, a la distancia, me doy cuenta de que son cosas normales.
41 ¿Por qué Palermo, Delgado, Cagna y hasta Matellán pudieron regresar a Boca y en River es muy raro que pasen esas cosas? En River aparecen jugadores continuamente. Además, yo me fui a los 22 años y volví a los 31. No es que me fui siendo goleador de la Libertadores e ídolo indiscutido. Fue un paso fugaz, 50 partidos. Volver era más difícil.
42 ¿Por qué no dirige Ramón, el DT más ganador de la historia de River? Porque empezó en River y, por la chapa que hizo, le cuesta bajar. Lógico: espera una chance en un grande.
43 En el 86 tiraste: “Cani es un fenómeno, el mejor puntero del país, será el siete en la selección del 90”. Acertaste. Igual, no era un gran descubrimiento. Jugaba la Tercera de River contra la Selección que después fue campeona del mundo, y le pegábamos un baile terrible. Era muy claro que iba a llegar.
44 ¿Qué se siente debutar en Italia contra el Milan de Gullit y Van Basten y ganar 1-0 con un gol propio? Fue el debut soñado. Siempre me tocó andar bien en los debuts.
45 No bien llegaste a Verona dijiste que querías ser campeón... Y todos se sorprendieron. Claro, la idea de Verona era ganar de local y empatar de visitante, pero uno venía de River… Con esa frase le pifié totalmente. Al otro día mis compañeros se me reían en la cara.
46 ¿Por qué te dejaron parado en la Lazio después de ser finalista en Italia 90? Porque tuve una lesión grave, no logré recuperarme y terminé mal con el DT. Me quisieron vender y no acepté. Arrancó el campeonato y me dejaron colgado seis meses, hasta que vino Dino Zoff. Como andaba bien en las prácticas, pidió que me reincorporaran. Aceptaron con la condición de que me fuera a fin de año. A partir de ahí tuve mi mejor época en la Lazio, con 10, 12 partidos bárbaros. Pero irme tan mal con los directivos me cerró las puertas en muchos clubes.
47 ¿Te quedaste con ganas de jugar en el Napoli con Diego? Sí. Diego me quiso llevar, pero Aloisio, mi representante, me puso en Verona. También me quedé con ganas de ir al Sevilla. Bilardo me llamó un día a las cuatro de la mañana. Ojo, él me llamaba de España, donde también eran las cuatro de la mañana, no era que estaba en Argentina. Esa mañana había firmado con Ascoli por tres años, no pude arreglar, y cerró Simeone. Pero fue un placer que me haya llamado, aunque fueran las cuatro de la mañana. Al Narigón le perdono todo. Me encanta cuando me gritan “bilardista” en la cancha. Con él aprendí a querer a la Selección.
48 Al lado de los cameruneses, en Italia 90, ¿el Moncho Monzón era un bebé de pecho? -Sííí… Para colmo, el túnel del San Siro era angostito y pasábamos los dos equipos juntos. No te puedo explicar: eran osos enormes. Pensé: “Estos nos matan”. Y fue una batalla. Tras esa derrota surgió la charla en la que Bilardo dijo que si quedábamos afuera, tiraba el avión.
49 En la foto parece que estuviera suspendido en el aire, ¿cómo viste desde el banco el salto de Oman Biyik en el gol? Saltó casi a la altura de Sensini. Terrible. Era un jugador bárbaro. ¿Viste cuando festejaban los goles? Eran gacelas. Milla llegó a jugar un Mundial con 42 años. Además, no sabías si tenía 42 o 48.
50 Una vez, dijiste: “Los más pibes estábamos bien físicamente, pero el resto era una enfermería”. ¿El error de Bilardo fue haber llevado tantos veteranos en malas condiciones físicas? No, para nada. El Narigón confió muchísimo en el grupo. Y coincido: un buen grupo hace desastres. Dejó a los caudillos del 86 y nos sumó a los más jóvenes. Y no le salió tan mal, llegamos a la final de un campeonato muy peleado y sin brillantez. A medida que pasan los mundiales le doy más valor a ese logro.
51 ¿Por qué no fuiste a los Juegos Olímpicos de Seúl 88? Porque no me autorizó el Verona. Hacía un mes que estaba en el club.
52 ¿Cómo hacías para que Cani fuera tu confidente, cuando ni en la casa podían hacerlo hablar? La madre, que Dios la tenga en la gloria, me decía que era increíble, porque conmigo era un tipo extravertido, jodón y rompepelotas. Eso sí, salíamos y no hablaba con nadie. Nos conocemos desde que yo tenía 14 y él 12.
53 Cuando iban a bailar, ¿las minas lo seguían mucho a Cani? A él sí, a mí no. Estar a su lado me mataba. Si sos feo y estás solo, zafás un poco. Si sos pasable, al lado de Cani sos feo. Siempre lo rodeaban las minas.
54 ¿Siguen siendo amigos? Sí. Estamos muy lejos, pero es un tipo al que quiero mucho.
55 Caniggia siempre te dijo que iban a formar una dupla técnica. ¿La ves posible o Cani se retira a los 45 años, como una vez dijiste? Si quiere, tiene físico para seguir hasta los 45. En el fútbol no jugás con la cédula. Estás bien o estás mal. Fijate que Navarro Montoya tiene 40 y sigue volando sin problemas.
56 ¿Cani fumaba mucho? ¿Cómo hacía para correr tanto? Tiene ese don natural, no le afecta nada. Pero no fumaba demasiado, algún faso en la concentración o en una reunión. Un día me dejó escrachado con Bilardo, pero fue culpa mía: yo no sabía fumar, hice una humareda impresionante y el Narigón se dio cuenta. Ahí mandó a Diego a hablarnos. Fue terrible.
57 ¿Cómo fue la Navidad que pasaste en Nápoles con Maradona, en 1990? Un sueño. Ver la pasión de la gente afuera de su casa, que en vez de estar con los suyos esperaba a que Diego saliera a saludar… Inolvidable.
58 Maradona, Caniggia, Gallego, Pumpido, Ruggeri y Alonso, ¿siguen siendo tus intocables? Sí. Me ayudaron mucho, es gente que quiero, que me marcó y que sigo escuchando.
59 ¿Es cierto que Bilardo podía tomar cuatro pastillas para dormir y seguía despierto? El profe Echevarría me decía siempre: “El Narigón en Trigoria no paraba”. Iba por todas las habitaciones a las dos, tres de la mañana. El día que nos agarra a mí y a Cani con los jueguitos, eran las tres. Tomaba pastillas para dormir, pero no le servían. Vivía a full para la Selección.
60 ¿Vos y Cani quedaron afuera del debut porque Bilardo los encontró con los jueguitos? Es una teoría, aunque él diga que no. En las prácticas de la semana habíamos sido titulares, con un muy buen rendimiento. Y después no aparecimos entre los once. Nos agarró jugando al famoso Mario Bros. No podíamos rescatar a la Princesa, y las horas pasaban. El Narigón hacía así: entraba, cerraba la puerta e iba a buscar un testigo. Esa noche trajo a Pumpido.
61 ¿Hubieras votado a Bilardo para presidente? Seguro. Es un tipo laburador, con ganas. A veces no hace falta ser político: tiene que haber ganas de laburar. Si se sigue postulando Cavallo, que nos dijo que invirtiéramos en pesos mientras él tenía la plata afuera, el Narigón se puede postular para cualquier cosa.
62 ¿Veías “Lo de Bilardo”? Sí, me encantaba. El Narigón me divierte. Me gusta escucharlo en la radio y verlo actuar, al igual que al Negro Enrique, que hacía de pintor paraguayo.
63 ¿Qué es más difícil: que Bilardo gane un Martín Fierro o River la Libertadores? Que lo postulen al Narigón. Que River salga campeón siempre es posible. La Copa cuesta, no es fácil. Además, siempre son los años que terminan en seis: 86, 96 y ahora 2006.
64 ¿Alguna vez te pelotearon tanto como contra Brasil en Italia 90? Nunca. En Japón me tocó perder 8-1, pero no me cagaron tanto a pelotazos. Se escuchaba el pin, pin, pin de los palos y el travesaño. Además, la contundencia futbolística: no había posibilidades de entrar, hasta que Diego sacó una jugada mágica y se la dio al otro animal, que definió bárbaro. Ese 1-0 fue el polvo más grande de la historia.
65 Vos ibas por la derecha, ¿es cierto que Branco no podía mantenerse en pie? Es un mito. Branco jugó el peor partido de su vida, no pudo con su cruz y nos acusó de mala manera. Es mentira que se caía. Si hubiera sido así, pedía el cambio. Se quedó porque podía seguir.
66 ¿Qué opinás del quilombo del bidón? Qué sé yo. Se habrá mareado por algo. Esto deja una enseñanza, algo que me dijo el Narigón: nunca hay que tomar agua del contrario. Ya está, pasaron 15 años. Hay que llorar en el momento. Ahora que busque fama en otro lado.
67 ¿Qué sentiste cuando erraste el penal contra Yugoslavia? Le pedí a Dios que se abriera la cancha y apareciera una escalera gigante para meterme debajo de la tierra. Cuando Goyco atajó el primero, me tranquilicé. Y cuando sacó el último, pensé: “Te debo un montón”.
68 ¿Por qué Basile te cerró las puertas de la Selección? ¿Por estar en la Serie B, con Ascoli? Sí, jugaba en una categoría que no era tan importante. Además hubo cambio de técnico, y el Coco convocó gente nueva. Ahora que soy DT entiendo algunas decisiones. Es más, cuando el Coco estuvo en Racing, y yo llegaba a Gimnasia, me llamó para sumarme.
69 ¿Te golpeó quedar afuera del Mundial 94? Tenía sólo 28, 29 años. Era joven y estaba en un buen nivel, pero soy realista: fui un jugador más dentro de un montón que había para elegir.
70 ¿El último Sub-20 te hizo acordar a la Selección de Italia 90? Sí, era un equipo bien plantado, con un jugador fantástico como Messi y un montón de laburadores. Levantaron una situación muy difícil como la del 0-1 del primer partido. Ese equipo tuvo mucho fuego sagrado. Además, fue criticado de entrada.
71 ¿Que la Lazio te haya colgado tuvo que ver con la victoria contra Italia? Yo tenía un contrato de buena imagen, pero no me quisieron pagar porque decían que mi imagen se había deteriorado por los gestos que les hice a los italianos. No fueron para ellos, sino para los periodistas que nos estaban matando. ¿Qué hice? Me agarré los huevos o hice unos cortes de manga. Y los italianos no te perdonan. Al principio me silbaban todas las hinchadas rivales.
72 ¿Es verdad que después de Italia 90, de 38 partidos te tocó ir 23 veces al control antidoping? Sí. Y zafé siempre, jajaja. Era una asquerosidad. Nos fueron a buscar a todos los argentinos. A Cani, a Balbo, que le tocó como nueve o diez veces. Después de lo que le pasó a Cani y a Diego, creían que los argentinos podíamos caer todos en la misma. A lo mejor pasó eso, pero tampoco estoy seguro. No puedo decir que fue saña, era un sorteo. Quizás agarraban mi bolilla y la metían con la mano.
73 Cani sueña con Alemania, ¿vos lo ves? Siempre digo que con la cédula no se juega. Si vuelve en un excelente nivel...
74 ¿Cómo fue vivir con Cani en Verona? Bárbaro. El vivió en casa seis meses, hasta que consiguió su departamento y se mudó con sus padres. Afianzamos mucho más la relación.
75 ¿Cómo fue, para un tipo que jugó un Mundial, llegar a Japón y hacerle de mozo a la gente que ponía plata en el Fukuoka Blux? Hasta ahí me creía intocable, pero comprendí que apenas era un empleado. Ojo, los días 25, a las nueve de la mañana, estaba mi plata en el banco. La onda era así: en la fiesta, el flaco te llamaba, te señalaba una botella y les servías a todos. Y cuando pasaban le hacíamos la reverencia. Te pagaban bien, así que a muerte con ellos.
76 ¿Cuál es la mejor anécdota de tu paso por el fútbol japonés? Qué perdí 8-1 y me aplaudieron. Y a la salida la gente nos paraba para pedirnos autógrafos. Yo pensaba: “En Argentina llegó a empatar 0-0 de local y me matan”. Encima, eran los octavos de final de una Copa.
77 ¿Es verdad que dos compañeros japoneses se defendían jugando al truco? Sí, les enseñamos y nos moríamos. Cuando gritaban retruco era muy cómico. Ellos no dicen “tru”, dicen “turu”: turuco. Y encima, por ahí te decían pelotudo. Muy buena onda los japoneses. Divinos. Igual, nunca perdimos un partido contra ellos. Los cagábamos como loco. A veces el cuatro de copas valía más que el ancho de espadas, ja.
78 ¿Tu japonés está a la altura del que habla el Pelado Moner? Nooo, mi japonés está bajo, me hacía entender ayudado con las señas. Estuve allá dos años y medio, pero vivíamos muchos argentinos juntos, era más difícil aprender.
79 ¿Moner es grosso allá? Sí. Había hasta muñequitos de Moner. Tuvo un marketing fantástico. Ahora es comentarista de tele, Gardel.
80 ¿La actitud de Pachamé, cuando te limpió del Avispa Fukuoka, sigue siendo la decepción más grande de tu carrera? Yo tenía una muy buena relación con el Pacha, pero cuando llegó como ayudante de campo empezó a tener cortocircuitos con los argentinos. Y en el momento que agarró de técnico nos dejó afuera a Hugo Maradona, a Carlitos Mayor y a mí. Quedamos heridos. Habíamos andado muy bien, hice 20 goles, ascendimos a Primera y éramos queridos por la gente. Hace un tiempo, llamé al Narigón, me atendió Pachamé y tuvimos una charla buena. Pese a que sigo sin compartir su decisión, el tiempo cicatriza heridas.
81 En Gimnasia, en una época estaba de moda ponerse saliva en el dedo y tirarle a un compañero, ¿alguno se enojó? Eso lo hacían los pendejos: Gatti, Cufré, Messera, Barclay y Chirola Romero. Y yo me prendía, pero lo hacíamos con gente que no se iba a enojar.
82 ¿Cuál fue la mejor joda de concentración? A un compañero italiano le cagué la almohada. Se acostó y decía “qué olor, qué olor” y se tapaba la nariz con la almohada llena de mierda. Esa la había aprendido en River, cuando Pumpido, Ruggeri y el resto atacaban a los más jóvenes. Una vez me corrieron hasta la puerta de mi habitación y, cuando quise entrar, me habían dejado un sorete en el picaporte. Ahora nada que ver. Los chicos son muy buenos. Antes un vestuario con los grandes era terrible. Siempre digo que Pumpido, Ruggeri, Gutiérrez, el Negro Enrique y el Tolo Gallego no eran normales. Eran unos hijos de puta, jaja.
83 ¿Qué te había hecho el italiano para que le hicieras eso en la almohada? Me desarmó la cama y me sacó el colchón afuera. Yo llegaba muerto y pensé: “¿Estás de joda, tano? Vas a ver”. Mis compañeros no lo podían creer. No entendían cómo a un ser humano se le había podido ocurrir una cosa así. Igual, la peor que vi fue una que le hicieron a un arquero paraguayo que llegó a préstamo a River, Fernández, uno que usaba un bigotito. Estaba durmiendo y Cacho Borelli hizo fuerza, se sacó un poco de caca y se la puso en el bigote. Era un plantel asqueroso. Otra típica era tirarse un pedo en una botella de plástico con un poco de gaseosa y cerrarla. Una vez el masajista José Gozza estaba durmiendo en el micro, y le destaparon la botella en la nariz. El tipo vomitó todo el micro. Después, en una época, todos compraron armas y, a la noche, venían y te ponían el fierro en la cabeza, aunque sin cargar. Nunca más vi una cosa así. Ese plantel no era normal.
84 ¿Qué sentiste cuando Gimnasia te redujo el 70% del sueldo? Me sentí muy mal porque no lo merecía, siempre me había comportado bien con el club. Pero bueno, venía de una lesión y tenía que aceptar o quedar libre. Eran mis últimos años y quería terminar bien.
85 ¿Cómo fue pasar de la expectativa por la Libertadores a jugar en la C? Para mí fue lo mismo jugar la final de la Libertadores que la final contra Berazategui con Dálmine en J. J. Urquiza, cuando hice el gol del campeonato. Sentí la misma emoción. El fútbol es uno solo.
86 ¿Por qué Gimnasia no ganó un título? Porque al final del torneo empiezan las lesiones, suspensiones, jugadores determinantes que se quedan afuera… Eso no quiere decir nada, porque otros clubes chicos han ganado. Pero fueron ocho años con Gimnasia en un alto nivel.
87 ¿Griguol te cacheteaba a vos también? Sí. En la cara y en el pecho. Tengo rota la pelotita de la cadenita gracias a él. Me pegó con el anillo y me la hundió. Me dejó todo colorado.
88 ¿Cómo se tomaron tu adiós en Godoy Cruz? Mucha gente lo tomó mal y otra lo entendió. Godoy Cruz fue un paso importante. Cuando surgió la chance de Gimnasia, les dio lástima, pero comprendieron. La despedida fue emotiva, más allá de que dirigí ocho partidos.
89 ¿Cómo levantaste a Gimnasia? En base a un lindo grupo, que entendió que no era un desastre, que podía salir adelante. Se trabajó mucho y se tomaron los partidos como finales.











90 ¿El ex presidente Muñoz es tan personaje como parece? Sí, pero si vos hacés las cosas como corresponde, te da la vida. Paga, trata de ayudar. Cambió luego de un comienzo en el que fue mucho al choque. Parte de esta resurrección tiene que ver con su cambio.
91 ¿Estás en condiciones de llevar a Cani a Gimnasia? Sería una linda aventura. Si tiene ganas de seguir jugando, sería lindo que Gimnasia fuera parte de su despedida, aunque sea para jugar 20 minutos por partido.
92 ¿La goleada ante Estudiantes fue el partido más feliz como DT? No, el más feliz fue el 1-0 contra Newell’s, porque con Estudiantes todavía estábamos complicados. Después de ganarle a Newell’s nos salvamos del todo. El 4-1 fue tremendo por la fiesta que vivió la gente.
93 ¿Qué es el Lobo de Oro? El premio que me dieron en la fiesta del aniversario 118, por el cariño de la gente y la identificación con el club.
94 ¿Te acostumbrás al amor de la gente o te sigue sorprendiendo? Estoy acostumbrado, pero no dejo de sorprenderme. Por ahí te aparece un hombre de 70 años que se pone a llorar. Sentir este cariño es impresionante. Si me tengo que quedar una hora firmando, lo hago.
95 ¿Ibas a renunciar si perdían con Huracán de Tres Arroyos tras un arranque con tres derrotas? No dije que iba a renunciar. Manifesté que si perdíamos tenía que poner mi renuncia a disposición. No me quería ir, pero con cuatro derrotas consecutivas hubiera sido duro.
96 El jugador que más te costó. Dos: Dopazo y Humoller. No los pude pasar nunca. Con Maldini me fue bien, pero con esos dos...
97 La puteada más graciosa que te hayan dicho. A veces me cuesta pronunciar la erre y en alguna nota habré patinado. Entonces, uno me gritó: “Dale, gangoso hijo de puta, aprendé a hablar”. Me empecé a reír y la gente me aplaudió porque me lo había tomado bien.
98 El día que tuviste más miedo en una cancha. En Santa Fe. Márcico iba a patear un penal y al lado cayó de punta un culo de botella. Nos llegaba a caer en la cabeza y nos mataba.
99 La mejor anécdota con Diego. Cuando salió de la casa en Nápoles escondido en el baúl del auto, con Claudia al volante. Es un placer estar a su lado, Diego me brinda paz.
100 Estudiaste periodismo, ¿qué no podrías dejar de preguntarte? Si Gimnasia va a salir campeón. Es la ilusión de los hinchas, y yo quiero quedar en la historia por eso. Es difícil, pero no imposible.