De aquí y de allá

Dos jugadores del Southampton demostraron que, por la noche, de santos no tienen absolutamente nada.

Por Alejandra Altamirano Halle ·

10 de marzo de 2008
Infraganti, con las manos en la masa, enganchados, y demás afines que sirvan para calificar cómo fueron sorprendidos los jugadores del Southampton Bradley Wright-Phillips y Nathan Dyer en un boliche.

 

Aparentemente, estos muchachos se quisieron pasar de “vivos” este fin de semana en un club nocturno llamado Bar Bluu, y les robaron dinero (entre otras pertenencias) a las camareras del lugar, pero el chiste les salió mal. Los futbolistas fueron filmados por las cámaras de seguridad justo cuando metían la mano en la lata, en este caso, los bolsos de las chicas.

Wright-Phillips y Dyer, acompañados por otras tres personas que no fueron identificadas, entraron en los vestuarios del local y riéndose, como se aprecia en la filmación, saqueron las carteras de las mismas camareras que habían pasado toda la noche sirviéndoles tragos gratis, debido a que los dueños del boliche habían decidido invitar a los jugadores con un servicio VIP.

 

El botín fue de 190 euros, una miseria total en comparación a los salarios de los futbolistas. Bradley, hijo del crack Ian Wright, tarda apenas 37 minutos en ganar el monto robado, que es el sueldo de una semana de las camareras.

 

Además, se llevaron tres celulares, documentos personales y unos cuantos cigarrillos. Luego del robo, salieron por la puerta de atrás del lugar pero las cámaras pudieron grabar a estos “Santos”, a los que el apodo no les queda nada bien.


Alejandra Altamirano Halle