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"Estaría buena una dupla con Palermo"

El gran ídolo de Boca ya piensa más allá y se imagina en el banco con el Loco. Su encanto con la MLS, su relación con los hinchas de River, su admiración por Ronaldo y su eterno amor por Gimnasia.

Por Redacción EG ·

31 de octubre de 2007
¿Cómo es un día tuyo en Columbus? ¿Qué tal es la ciudad? ¿Qué características tiene el club? (Analía Montero)
Hice la misma vida que en Buenos Aires. Entrenaba de mañana, volvía, almorzábamos juntos, a la tarde paseábamos con los chicos, cenábamos y a la cama. El club tiene estadio propio y su lugar de entrenamiento con dos campos -uno con luz artificial-, vestuario, consultorio, sala de reunión, oficinas para el técnico, presidente, secretario, y el lugar del utilero. Son instalaciones muy buenas, lindísimas.
¿Te costó adaptarte del fútbol argentino al de Estados Unidos? ¿En qué consistió esa adaptación? (Jonathan Villalba)
La adaptación consistió en que mis compañeros conocieran mi forma de jugar para adaptarnos mutuamente. Acá el fútbol es distinto al nuestro. Es más físico, no juegan tanto con la pelota. Pero me acomodé rápido.
¿Encontraste hinchas de Boca en las diferentes canchas de Estados Unidos? (Gerardo Lischetti)
Encontré hinchas de Boca en todos lados, siempre con la camiseta, esperándome después del partido para una foto o un autógrafo. Otros fueron a verme al hotel, como en Houston o Los Angeles. Cuando jugamos en Nueva York hubo 2.000 hinchas de Boca que gritaron todo el partido por mí. Fue increíble, los norteamericanos no entendían nada.
Al margen de las figuras como Beckham o Angel, ¿qué jugador de la MLS te sorprendió? (Claudio Reinoso)
Dos muchachos de Dallas: Kiuz y Alvarez, uno goleador y otro un volante que llega muchísimo. Nosotros tuvimos a Cetela, que fue vendido a Racing de Santander a mitad de año, un jugador con mucho futuro. El nivel está mejorando. Están procurando que dominen aquellos que juegan bien y tienen buen físico.
¿Cómo es la hinchada del Columbus? (Marcelo Cuenca)
El hincha es muy tranquilo. No tiene mucha participación durante el partido. Sólo se hacen sentir si festejan un gol o si tienen que gritar contra el árbitro, jeje... Después no cantan ni se enojan con nosotros ante un resultado adverso.
¿Vas a seguir en el club en el 2008 o cambiás de equipo? (Miguel Angel Rulli)
Todavía no definí qué haré el año que viene. Lo voy a resolver en la última semana de noviembre, cuando me reúna con los dirigentes del Columbus. Hay dos posibilidades: seguir en el club o volver a Argentina.
¿Recomendarías que Boca se meta en la MLS, como hizo Chivas? (Vanesa López)
Son casos distintos. Chivas es una sociedad privada, incluso en México. Es difícil sostener un equipo paralelo para una institución argentina que no es sociedad anónima, donde no hay un dueño, más allá de los socios. Por un lado, sería difícil por eso.  Por el otro, no dudo de que un Boca en Estados Unidos sería fantástico. Se habló de Nueva York y Miami como posibles sedes. Y no estaría mal. Miami tiene más argentinos, pero también latinos que son seguidores de Boca. Me he cruzado con infinidad de mexicanos y centroamericanos que me reconocieron y me hablaron de Boca. Y en Nueva York hay un grupo tremendo de hinchas, como ya les conté.
¿Es cierto que en Boca te pidieron que estés al tanto de la evolución de la MLS por si Boca arma su equipo en USA? (Alejandro Pulichino)
Me hablaron, es verdad. Pero todavía hay muchas cosas por ajustar. Es una idea que nació ahora y recién se podrá ver cristalizada dentro de dos o tres años, porque las exigencias de la MLS son muy grandes, tanto para la seguridad de ellos como para quien invierte. Te van midiendo, hasta que te aprueban la plaza. Quizás se aceleren los plazos porque mucha gente se mostró interesada en tener su equipo, dado el crecimiento de la liga. Hoy tiene 14 equipos, pero no me extrañaría pronto salte a 18 o 20.
En el futuro, ¿vas a ser DT o presidente de Boca? (Piru Molina / Bruno Chiocconi)
En el futuro inmediato, técnico. No sé cómo se darán las cosas dentro de 25 años, pero lo que me gustaría para dentro de tres o cinco  años sería ser técnico.
¿La dupla con Palermo se puede reeditar en la dirección técnica? (Diego García)
Sí. Muchas veces lo hablamos y él me decía “yo soy el técnico y vos el ayudante”, a lo que yo le contestaba que si me llamaban a mí, el técnico iba a ser yo y él mi ayudante. Nunca terminamos acordando la dupla porque hablábamos en ese tono de broma. Yo creo que Martín también quiere ser técnico. No sé si se dará la dupla, pero podría ser por la relación que tenemos, por cómo vemos el fútbol y por lo simple que lo entendemos.
¿Cuál es el técnico que más te marcó y cuál te hubiera gustado que te dirigiera y todavía no lo hizo? (Agustín Curci)
Me hubiera gustado ser dirigido por Menotti. El que más me marcó fue Bianchi. Y muy cerca, Griguol. Quizás la diferencia sea que Bianchi me tuvo en mi mejor momento y en la mejor edad, me aprovechó mejor. Pero previamente, Griguol fue muy importante porque me hizo dar cuenta de las condiciones que tenía y cómo utilizarlas.
¿Cuándo seas técnico habrá influencias de ellos? (Marcos Comte)
Sí, seguro. Ojalá tenga la simpleza y el espíritu ganador de Bianchi, pero también me gustaría lograr una imagen propia.
¿Qué es lo que más extrañás de Boca? (Pablo Rosa)
El afecto de la gente, el trato diario. Estar en la Bombonera y en Casa Amarilla. Estuve 10 años seguidos allí y podría parecer monótono, pero terminó siendo mi lugar y hoy extraño todo: que me salude Luis, el portero; quedarme tomando café con los muchachos de fútbol, como Clemente; o con Capella y los utileros, cosa que hacíamos con Martín. Lo mismo con los médicos y los kinesiólogos. Eso extrañás. Te cuesta adaptarte a la falta de esos afectos cotidianos.
¿Por qué te quedaste tantos años en Boca? (Priscila Maidana)
Porque Boca es uno de los clubes más grandes del mundo y siempre me dio la posibilidad de jugar al máximo nivel internacional, por ejemplo tres finales en Japón y cuatro finales de Copa Libertadores.
¿Boca puede ganar el Mundial de Clubes? (Julián Corrado)
Esa pregunta es más para Russo que para mí. Yo creo, más allá de las críticas del partido con River, que el plantel está bien y sigue con las mismas posibilidades de ganar. Si llega a la final con el Milan, será un partido aparte. Y puede pasar cualquier cosa. No tiene nada que ver cómo lleguen. Pero ojo: primero está el torneo. Para llegar bien a la final del Mundial, hoy Boca tiene que pensar en el campeonato local. En el Milan debe pensar después del 5 de diciembre. Eso debería hacer Boca.
¿Tenés enemigos en el fútbol? (Jorge Castro)
Algún enemigo debo tener, igual que en la vida. Pero todos son  por pensar distinto, por tener otra ideología en lo deportivo. En la parte humana, más allá de una discusión con un técnico, lo que pasó, pasó, quedó atrás. No sé si tengo enemigos, pero me diferencio de algunos.
¿Hay algo de la MLS que aplicarías en el fútbol argentino? (Julieta Mouriño)
Sacando lo futbolístico, donde Argentina es potencia, aplicaría todo. Absolutamente todo. Te dicen que el partido arranca 5 y 33 minutos y arranca 5 y 33. No hay policías en los estadios. Un día había tormenta eléctrica y el árbitro decidió suspender el partido. Un radar que tiene el estadio detectó que la tormenta terminaba y anunciaron que dentro de 40 se reiniciaba, y así pasó. No se suspenden los partidos por lluvia ni se corta la luz. En cuanto al futbolista, a la pasión y a cómo se juega, Argentina es mejor. El resto, es mejor acá.
Después de la ida de Riquelme, ¿a Gracián lo ves muy presionado? (Mariano Alterio)
Y sí… Indirectamente. La comparación es permanente, como lo será Messi con Maradona. Pero creo que Gracián debe tener tranquilidad y sentir el apoyo del técnico y los compañeros. Si después de 40 fechas jugó mal, bueno, se verá… Pero no hay que juzgarlo por uno o dos partidos.
¿Qué título disfrutaste más? (Marcelo López)
Todos, pero quizás le pondría un plus a la primera Libertadores. Casi nadie confiaba en que le íbamos a ganar al Palmeiras. Teníamos la opinión de todos en contra, la desconfianza del ambiente futbolístico mundial, enfrente estaba Scolari de técnico... Además, abrió el camino de una sucesión de conquistas internacionales para Boca.
¿Creés que tuviste pocas chances en la Selección porque jugaste mucho en Argentina y casi nada en el exterior? (Diego García / Néstor Fattor / Enzo Fachini)
No sé… Muchas veces, jugar bien en el exterior te facilita jugar en la Selección. Pero digo que no sé porque cuando me tocó jugar, no jugué bien. Eso fue lo que me quitó continuidad en la Selección. Quizás haya influido lo de Europa porque en Argentina todo el mundo reconoce más lo que hacen los que juegan afuera que quienes están adentro. Gracias a Dios, después de siete meses de haberme ido, sigo pensando lo mismo: el campeonato argentino es uno de los más competitivos del mundo y tiene a los mejores equipos del mundo, al nivel de España, Italia e Inglaterra.
¿Qué opinás de la gestión de Russo en Boca? (Cristina Giovinazzi)
Prefiero no hablar de Russo porque, fuera bueno o malo mi comentario, podría dar espacio para una mala interpretación. Fui muy claro a los tres días que él asumió, cuando me dijo que me iba a poner de enganche. Le dije que se quedara tranquilo, que jamás le iba a traer un problema. Como todavía es el técnico de Boca, opinara bien u opinara mal  se podría malinterpretar. Y no quiero traerle ningún problema a Russo.
¿Por qué se perdió el Apertura 2006, que estaba ganado? ¿Quién tuvo la culpa? (Carlos Quesada)
Tuvimos tres partidos muy malos como equipo y perdimos. Sería muy fácil echarle la culta al técnico, en este caso a La Volpe. Pero si en la Bombonera somos campeones con el empate, vamos ganando y nos sorprende una pelota desde 60 metros, la culpa no es del técnico, sino nuestra. El técnico puede pararte tácticamente, pero si te sorprende una pelota así… Y si en la final te sorprende un saque del arquero contrario desde 80 metros, la pelota pica y Pavone queda mano a mano, tampoco es culpa del técnico, sino de los que estamos adentro del campo.
¿Qué enseñanza positiva le dejó esa derrota a Boca? (Gustavo Manrique)
Quedó el dolor inmenso, pero la certeza de que había que reaccionar inmediatamente. Y eso se logró con la obtención de la Copa Libertadores, más allá del mérito de Riquelme y el aporte de Russo. El dolor hizo reaccionar a un grupo que como equipo era muy bueno.
¿Desde chico tuviste como meta ser futbolista? (Leonardo Cañete / Gustavo Perelló)
Sí, jamás pensé en otra cosa. Cuando la maestra me preguntaba, le decía futbolista. Y si no, médico como mi papá. Pero siempre después de haber probado con el fútbol.
¿Quién es el mejor jugador del mundo hoy? (Sandra Olaverría)
Ronaldo. Hace diez años que es el mejor. Es el único jugador capaz de definir un partido con una sola situación de juego. Hay algunos que se le están acercando: Messi, Kaká,  Riquelme... Pero me gusta más Ronaldo, ha mantenido su vigencia durante diez años.
¿Qué le falta a Argentina para ser campeón del mundo? ¿Por qué amagó y no pudo concretar en los últimos mundiales? (Maximiliano Pérez Ricarte)
Argentina tuvo buenos jugadores en los mundiales anteriores, igual que ahora. Pero también juega el rival. Ya sabemos que para Argentina no es rival Venezuela, Perú y Chile mismo. Los rivales son Italia, Brasil, Alemania, Holanda… Lamentablemente, a Argentina le ha tocado enfrentarse contra esos equipos en los últimos mundiales, salvo en el 2002, cuando lo dejó afuera una selección inferior como la sueca. Por eso dolió tanto. Son circunstancias. Pero soy optimista. Argentina va a ser campeón del mundo dentro de poco.
¿Pensas que a Gimnasia se le dará alguna vez la alegría de ser campeón? ¿Desde qué lugar creés que lo vas a vivir? (Facundo Montoya)
Desde que nací tengo la ilusión de ser campeón con Gimnasia. Sin duda que voy a participar desde algún lugar de manera efectiva. No se han dado los momentos para volver y aún no sé si voy a volver como jugador o técnico, pero tengo la ilusión, y más a la distancia, de volver y de participar para ser campeón. Si vuelvo a Gimnasia en el rol que sea, será para salir campeón, para pelear el título. Tenemos que estar todos de acuerdo. Pero como por ahora no se dan las situaciones, lo mejor es no volver.
¿Tu mejor momento como futbolista? (Liliana Andrea López)
Hubo dos o tres años muy buenos. Por ejemplo, el 96 en Gimnasia, cuando le ganamos 6-0 a Boca. En el 98, cuando llegó Bianchi a Boca, y en el 2003, cuando Carlos regresó al club. Fueron tres años espectaculares. Pero he mantenido una regularidad de rendimiento, no tuve picos muy buenos o muy malos.
Ahora que tomaste distancia, ¿sos conciente de lo que lograste en Boca y de lo que significás para la historia del club? (Juan Zemme)
A medida que va pasando el tiempo, te vas dando cuenta. Y ni te digo cuando pasan cosas como las de Nueva York. O lo que sucedió en Colorado, cuando estás en medio de las montañas, no pensás encontrarte a nadie y te aparecen diez hinchas de Boca cantando.
¿No creés que merecías un adiós más brillante de Boca, por ejemplo participando más en la Copa? (Rodrigo Yepez)
Las cosas se dieron así y hay que aceptarlas. Estoy muy feliz por todo lo que hice en Boca. Además, la despedida que me dio la gente fue hermosa.
¿Cuál fue el partido más importante de tu vida? (Bruno Varela)
Con Paysandú en Brasil fue el mejor. Y con river cuando empatamos 2-2 y me tocó hacer dos goles. Pero el más significativo , por muchisimas cosas, fueron  los 5 minutos que jugué contra River en marzo del 2006. Ese día se firmó el pacto de afecto entre la gente de Boca y yo. De por vida.
¿Jugar en Estados Unidos fue un retroceso futbolístico? (Federico Blanco)
Un retroceso sería para un chico, para alguien que recién empieza y va a ver qué pasa. A mí me queda poco tiempo de carrera: este año, el que viene y no sé si más… Venir acá significaba disfrutar jugando, cerrar como protagonista. Obvio que es una liga menor, aunque está creciendo con el aporte de figuras como Beckham, Angel, Denilson… Y que me llamen para participar en ese crecimiento me interesó. Lógico que no me hubiera interesado si hubiera tenido la chance de jugar en Boca. Jamás me hubiera ido.
¿Te gustaría que tus hijos fueran futbolistas? (Ayumi Suzuki)
Si a ellos les gusta, bárbaro. Eso es fundamental. Yo fui futbolista porque me gustaba. Pero no me gustaba por la boludez que hay en el entorno del jugador, sino por el fútbol mismo, por el juego. Me gusta estar en una cancha, tener esa pasión. Si ellos lo sienten así, buenísimo. Porque entonces lo van a hacer responsablemente, como hice yo.
¿Tu dupla con Palermo fue una de las mejores de la historia? (Jesús Cruz)
No sé si fue de las mejores, pero ambos tenemos el orgullo de formar parte de un momento espectacular de la vida de Boca. Nadie puede quitarnos ese orgullo.
¿Tu única cuenta pendiente es no haber jugado un Mundial? (Jerónimo Prasse)
No. Mi cuenta pendiente es no haber sido campeón con Gimnasia. Me hubiera gustado estar en un Mundial, es parte del reconocimiento. Pero haber jugado tanto a nivel internacional con Boca –Libertadores, Intercontinentales, Sudamernicanas, todo- y haber ganado tanto, quizás me hace pensar más en el dolor de no haber sido, por ahora, campeón con Gimnasia.
Además de Palermo, ¿qué amigos te dejó el fútbol? (Leandro Zoia)
Muchos: el Guly, Leo Noce, Galvagni, Abbondanzieri, Krupoviesa, Palacio, Battaglia, Cagna… Hablamos siempre y nos juntamos, sé que puedo confiar en ellos.
¿Con Basile como quedaste? ¿Terminaste peleado? (Fernando Benítez)
Ni hablé ni me peleé. El fue el técnico de Boca y yo un jugador. Acepté la situación que me tocó, más allá de estar de acuerdo o no. Y él se fue a su casa y yo me quedé en Boca, no dicho despectivamente. Dijo chau, hasta luego y se fue a la Selección. No hubo ni palabras de despedida, ni recriminaciones, ni agradecimientos.
¿Alguna vez el fútbol te hizo llorar? (Ariel Kaen)
No sé si llorar, pero sí sentí un dolor muy grande desde lo deportivo. Es el día de hoy que recuerdo el partido con Independiente, que definió el título del 2002, y puteo al aire. Pero prefiero haber vivido eso a no haber arriesgado, a no haber intentado. Obviamente te quedan esas cosas adentro, que son parte de la vida y de la forma en que uno vive el fútbol. Me gusta sentir esas cosas y poder tener revancha en el futuro.
¿A qué jugador de los actuales le ves algunas cosas tuyas? (David Rodríguez)
A Rodrigo Palacio. ¿En qué aspecto? En que juega para el equipo. No es egoísta, busca por afuera, pese a que no es específicamente un jugador que va por afuera, sino por todo el frente. Lo veo bastante parecido a mí.
Suena raro que hayas nombrado a Palacio como uno de tus amigos, cuando todos saben que empezaste a perder espacio en Boca desde que llegó él. (Santiago Neiman)
Es muy argentino pensar así, pero no es el caso. A mí me hubiera gustado jugar y que Rodrigo fuera el que esperara afuera. Digo por lo futbolístico. Durante los entrenamientos y los partidos trataba de ganar ese lugar, pero el técnico lo elegía a él. A partir de eso, lo mejor que podía hacer era que Rodrigo se sintiera lo más cómodo posible para que a Boca le fuera bien, porque sabía de dónde venía y quién era, porque enseguida me dí cuenta de que es un pibe bárbaro y un gran compañero. Entonces nos fuimos conociendo y nació una amistad, más allá de que peleábamos el puesto de una manera muy digna y leal. Ganó él la pulseada futbolística, pero el año pasado nos fuimos de vacaciones a México con Martín y nuestras familias. Los tres que peleábamos los dos lugares de ataque nos fuimos juntos. Siempre tuvimos claro que cada uno tenía lo suyo y que el técnico debía decidir. Que el equipo estaba por encima de cualquier interés personal. 
¿Por que te expulsaron tan poco (sólo 2 veces) siendo que hablabas tanto con los árbitros? (Juan Fairstein)
Porque nunca les falté el respeto. Protesté hasta el límite. Se me enojaban por los gestos, porque jamás los insulté ni les dije cosas hirientes. No hay árbitro que pueda decirte que lo insulté. A veces me excedí en las protestas, pero ellos siempre entendieron que fueron lógicas. Me ponían amarilla por los ademanes. Nunca me echaron por protestar, sino por alguna acción de juego.
¿Cómo imaginás el día posterior al retiro? ¿Te estás preparando mentalmente? (Iván Chaves / Francisco Espinosa / Santiago Pagola)
Está ahí, cerca. Terminó esta temporada, se viene la siguiente y no sé qué haré. Obviamente, me falta poco y ya no tengo la ilusión de un pibe de 20 años. Al contrario, tengo la satisfacción de haber jugado 16 años profesionalmente, con mucho éxito, y que me queda poco. Pero lo poco que me queda lo voy a disfrutar como esos 16 años.
¿El gol más lindo que hiciste? (Hernán Pizzarulli)
Contra Banfield, jugando para Gimnasia. La agarré en mitad de cancha, gambeteé a dos o tres, enganché para que se cayeran otros dos y cuando salió el arquero se la tiré por arriba de la cabeza.
¿Qué sensación te dejó el hecho de que el hincha de Boca te haya apoyado más cuando menos jugabas? (Gonzalo Chapeta)
Siento satisfacción y un orgullo enorme de haberle dado algo a la gente desde el campo en los años que jugué. No me canso de decir que ese afecto no lo puedo pagar ni con un campeonato del mundo, ni con un gol a River, ni con otro penal a River sobre la hora. Cuando no jugaba y la gente me ovacionaba, tenía un orgullo enorme. Incluso el día de la despedida de Basile. Me acuerdo que lo reconocieron al técnico, pero después cantaron por mí y la cancha se venía abajo, fue impresionante. Es un orgullo que me guardo para siempre y es muy grande.
Más allá de tus aptitudes futbolísticas, ¿creés que ejercías una influencia psicológica en los clásicos con River? (Julio Vaccari)
No sí si psicológica... Yo creo que mi influencia era futbolística. Creo que River se encontraba con un jugador que siempre pedía la pelota, por más que las cosas vinieran mal para su equipo. Eso fue lo mejor que tuve para los partidos con River: querer la pelota, más allá de estar jugando bien o mal, ganando o perdiendo. Más que la actitud psicológica era la actitud futbolística.
¿Cómo te tratan por la calle los hinchas de River? (Marcelo Lugones)
Bien, con respeto. Nunca tuve problemas. Algún insulto que otro, pero muchas veces me dijeron “te equivocaste de equipo, tendrías que haber venido a River”, a lo que yo les respondía “ni en pedo me equivoqué de equipo”.