Selección Argentina

EL HINCHA, MESSI Y EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR

La Copa América terminó de marcar a fuego la relación de la gente en general y el fanático en particular, con el capitán de la Selección Argentina. Repasamos un puñado de historias de un amor correspondido.

Por Pablo Bomarito ·

05 de octubre de 2021

28 años después

La calle en todo el país había perdido la memoria. La felicidad de ganar “algo” con la Selección Argentina lo es todo para un pueblo tan futbolero como el nuestro. ¿Quién no eligió un compañero o dirimió un conflicto con un “Pan y Queso”?: en un piso de tierra, descalzo sobre baldosas y achicando la puntera de la zapatilla para no perder ante el pisotón del rival. En ese contexto Lionel Messi y la Selección Argentina renovaron sus votos de amor con la Copa a upa, cómo ese hijo tan amado, el capitán selló ese pacto de amor eterno con los últimos incrédulos.

Profeta en su tierra

Lionel Messi ha vencido las dificultades, los desafíos, los récords y otras tantas cosas sin estridencias, con un tono sereno, aspirando las “S” como buen Rosarino. Por más vida catalana que tenga, no se olvida de dónde viene. Tanto es así que la noche posterior a la conquista de América, la gente se agolpaba en la casa de Pueblo Esther, donde estaba festejando.

La noche posterior a la obtención de la Copa América, Messi firmó autógrafos.
 Tranquilo, con la ropa de la Selección Argentina Messi se acercó al portón y comenzó a firmar todo lo que le tiraban: camisetas, pelotas, remeras, todo era firmado en paz y sin malas caras, más de una vez pidiendo algún marcador para poder seguir estampando su rúbrica.

Cruzando el charco también

Alguna vez Guardiola dijo que Messi nunca está afuera del partido, nunca se va, se toma un tiempo para ver todo, estudiar las piezas, hacer un mapa mental de lo que pasa. En la vida diaria ese capacidad también está vigente.

En la llegada a Montevideo el 30 de agosto de 2017 la selección argentina ingresaba al hotel bajo la atenta mirada de la seguridad, que intentaba contener a los curiosos y a los fanáticos. En un descuido, un botija emprende una carrera en línea recta para interceptar al capitán de la selección, teléfono en mano para intentar capturar una selfie con su ídolo.  

El chico fue interceptado por la seguridad y devuelto tras la valla, ante la atenta mirada de Messi, que al verlo llorar no dudó en pedirle a la seguridad que lo traiga de vuelta: sonrisa, selfie y abrazo…No solo se es un gran hombre por ganar batallas, sino también por arropar niños que lloran...

“¡Leo somos dos nada mas, una foto por favor!”

Hoy por la mañana Lionel Messi, Ángel Di María y Leandro Paredes arribaron al sector de vuelos privados de Ezeiza. La camioneta con el logo de AFA estaba esperando a los jugadores para llevarlos al Predio, donde los compañeros estaban desde ayer esperando su llegada. De fondo, atrás del ruido del motor gasolero de la camioneta que los llevaría al predio, asomaba un grito: “Eh Leo, estamos acá, desde las cuatro de la mañana, somos dos nada mas”... Nada se movía, hasta que se movió y apareció Messi caminando, en busca de la llamada de los fanáticos.

 

Messi pendiente de la gente
 

 

Firma de autógrafos en Ezeiza.
 

 

Imagen La espera valió la pena. (Foto gentileza Sports Center)
La espera valió la pena. (Foto gentileza Sports Center)
  
Imagen La espera valió la pena. (Foto gentileza Sports Center)
La espera valió la pena. (Foto gentileza Sports Center)
 

Con la misión cumplida, el Capitán de la Selección volvió sobre sus pasos y se trepó a la camioneta que lo llevaría a su destino.

En su pueblo, en Uruguay, en un aeropuerto, donde sea, Lionel Messi y el hincha mantienen un romance eterno, que está a flor de piel, el amor después del amor, el que la Copa América renovó.