Primera División

Superclásico dialéctico: la palabra que generó el primer round entre Gallardo y Russo

Los entrenadores de River y Boca, confrontados por una particular situación.

Por Redacción EG ·

03 de junio de 2025

RIVER Y BOCA protagonizan un superclásico permanente que va más allá de los campos de juego y de las fechas y torneos en que les toque enfrentarse. En este caso se dio en los micrófonos y relaciona a sus entrenadores, Marcelo Gallardo y Miguel Ángel Russo, quien hizo su presentación oficial en el Xeneize este lunes.

El experimentado técnico, quien se convirtió a sus 69 años en el más longevo en asumir en el cuadro Azul y Oro, repitió varias veces una palabra que marcó como clave: competir.

"Es una alegría para mí muy grande, estoy feliz. Me gusta lo que hago, amo lo que hago, buscando siempre lo mejor que es competir", dijo primero.

Y luego repitió: "Es una competencia alta en la que estamos avocados para hacerlo de la mejor manera posible con lo que nos ofrece uno de los clubes más grandes a nivel mundial".

"Siempre busqué competir y lo sigo haciendo. Vivo alimentándome de lo nuevo", recalcó más adelante, y remató con lo que significa su primer gran desafió: "Boca tiene merecido el Mundial de Clubes por su gente y su grandeza. Bienvenido sea que Dios me dio la oportunidad de competir en él".

Hasta allí, todo normal, si no fuera porque se ponen tales dichos en comparación con las últimas reflexiones de Gallardo, tras el empate 1-1 con Universitario que cerró la participación del Millonario en la fase de grupos de la Copa Libertadores.

En esa oportunidad el Muñeco casi que despreció el término competir. Es cierto que primero sostuvo con firmeza que en el Mundial de Clubes "claro que vamos a competir, absolutamente, estoy convencido. Si no tuviéramos buenas expectativas para afrontar un desafío tan hermoso, no iríamos".

Pero después explicó, casi con desdén, que "la palabra 'competir' no me gusta porque es una frase hecha, el tema es cómo te preparás para ganar. Quiero ir a medirme para ganar, no para ver qué pasa, porque no está dentro de mi esencia. El objetivo va a ser medirnos y me gusta ese desafío".

Al menos en el plano dialéctico, el duelo más trascendental del fútbol argentino ofreció otra edición de su inefable rivalidad.