River dejó escapar el año y sólo le queda el premio consuelo
La derrota en Mendoza ante Independiente Rivadavia dejó sin chances al equipo de Marcelo Gallardo de luchar por la Liga Profesional y ahora el principal objetivo es 2025.
RIVER ya no pelea por ningún título. Su 2024 fue muy flojo en materia futbolística y anoche terminó de despedirse de la Liga Profesional tras la escandalosa derrota en Mendoza.
El gran anhelo del Millonario fue la Copa Libertadores. Esa Copa que se definirá en su estadio y a la cual el fixture le hizo un guiño a lo largo de todo el año. Hasta que se topó en semifinales con un equipo de jerarquía y no dio la talla en Brasil, con un 0-3 ante Atlético Mineiro, que lo volvió a dejar expuesto.
Las culpas están más que repartidas: los jugadores no estuvieron a la altura durante todo el año, los dos entrenadores tampoco pudieron imprimirles su sello a sus equipos y los dirigentes armaron un plantel descompensado, numeroso y sin la jerarquía de años anteriores.
Es decir, River no está pudiendo aprovechar en lo deportivo el gran presente esconómico que ostenta y que es motivo de elogios, con balances superavitarios y un club en obra y constante crecimiento.
En ese contexto, no podrá pifiar en el próximo mercado de pases (acaso el más importante de la era Brito), con varias salidas de futbolistas que no demostraron estar a la altura y con el arribo de jugadores de jerarquía en puestos en donde más está haciendo agua: un volante mixto y un delantero deberían ser las prioridades.
River tiene las herramientas para volver a hacerse fuerte de verdad en Sudámerica, pero primero deberá reconocer sus fallas para luego barajar y dar de nuevo, ya que en 2025 no podrá repetir otro año tan flojo en lo deportivo como el actual.