Cómo le fue a Guillermo Barros Schelotto desde que se fue de Boca
El desempeño como entrenador del próximo DT de Vélez.

GUILLERMO BARROS SCHELOTTO está ampliamente identificado con Boca por sus éxitos como futbolista en la época de oro de Carlos Bianchi al frente del equipo y también como entrenador, etapa en al que obtuvo dos títulos nacionales entre 2016 y 2018, aunque su gestión quedó estigmatizada por la final de la Copa Libertadores que perdió en Madrid ante River.
Siete años después, el Mellizo regresará al fútbol argentino para hacerse cargo de Vélez, el último campeón y quien atraviesa una situación apremiante: aún no ganó ni convirtió goles en el Torneo Apertura.

Después de su partida de Boca su carrera continuó en los Estados Unidos casi de inmediato, ya que en febrero de 2019 se convirtió en DT de Los Angeles Galaxy de la MLS, una liga en la que ya había tenido experiencia como futbolista de Columbus Crew.
En la primera temporada logró el pase a los playoffs tras quedar quinto en la serie regular de la Conferencia Oeste. En la instancia de cuartos de final dejó atrás a Minnesota United pero cayó en la semifinal contra Los Angeles FC.
En 2020, ya sin Zlatan Ibrahimovic como emblema y goleador, los resultados no acompañaron y dejó el club en octubre al quedar eliminado en la fase de grupos del torneo MLS is Back, durante la pandemia: fue último de cuatro en la zona F.

El siguiente paso fue la Selección de Paraguay, en la que asumió casi un año después, en octubre de 2021, en plena Eliminatoria para el Mundial de Qatar en reemplazo de Eduardo Berizzo y con el equipo en una posición muy complicada.
La experiencia no fue la deseada y se terminó en septiembre de 2023, casi dos años después de tomar las riendas, lapso en el que disputó 17 partidos. El quiebre se produjo en la segunda fecha del camino al Mundial de 2026, luego de arrancar ese proceso con un empate como local ante Perú y una derrota con Venezuela.
El balance indica que fueron 8 partidos de Eliminatorias con 1 victoria, 2 empates y 5 derrotas, a lo que se agregan 9 amistosos, en los que registró 3 triunfos, 2 paridades y 4 tropiezos.

A partir de allí se produjo un período sabático en el que se mudó a Estados Unidos junto con su familia y en la que comenzó el proceso de trámite de ciudadanía. En los últimos meses volvió a vivir a Argentina y fue vinculado varias veces con el Xeneize. Sin embargo, el destino lo llevó a desembarcar en Liniers, la casa de Carlos Bianchi, uno de los técnicos que marcó su vida como futbolista.