El estigma de Borja y la pólvora mojada en el River de Gallardo
Su promedio de efectividad bajó ostensiblemente desde el arribo del Muñeco, aunque su titularidad es indiscutida por el momento.
MIGUEL BORJA es sin duda la carta letal de River a la hora de marcar goles y se ganó una titularidad que en 2023 estuvo discutida a base de su tremenda efectividad. Suma 28 tantos a lo largo de 2024 que sirvieron para muchos triunfos del equipo Millonario.
Sin embargo, de su condición implacable bajo la conducción técnica de Martín Demichelis, que le otorgó la confianza y le dio continuidad para hacerse dueño irrefutable del puesto, pasó a un período de menor eficacia desde que se hizo cargo del conjunto Marcelo Gallardo.
El Muñeco también ratificó su condición de titular aunque los inicios del Muñeco fueron con el cafetero lesionado por un desgarro. Por ello no estuvo en el debut del nuevo DT contra Huracán ni frente a Gimnasia, lo mismo que la ida por los octavos de la Copa Libertadores ante Talleres en Córdoba.
Su debut bajo las órdenes de Gallardo fue el 21 de agosto en la revancha con los cordobeses en el Monumental. Esa noche disputó los 90 minutos y marcó uno de los dos tantos de la victoria, fiel a su condición de artillero.
Pero su índice bajó en las siguientes presentaciones. En la Liga Profesional disputó los 90 minutos en los 0-0 con Newell's e Independiente y volvió a estampar su sello en la red en el 4-1 con Atlético Tucumán en Núñez.
En el Superclásico con Boca en la Bombonera, Napoleón prefirió resguardarlo ante la inminencia de la revancha de cuartos de final de la Copa ante Colo Colo e ingresó en el complemento para redondear 33 minutos sin goles.
A propósito de los chilenos, En el 1-1 de la ida en Santiago completó todo el compromiso y en el 1-0 de la vuelta en Núñez estuvo en la cancha 69 minutos.
En definitiva, durante la nueva era de Gallardo hubo para Borja concurso en 8 partidos y concretó 2 goles, un promedio desacostumbrado para lo que venía siendo un desempeño excepcional.
Quizá el cambio de posición y la manera de jugar del Colibrí con Gallardo atenta contra esa prestación en la red: se le pide que se acople más al juego, que retroceda, que se sacrifique y que no permanezca estacionado en el área tal como le solicitaba Demichelis. Incluso hubo un hecho durante la goleada ante el Decano, cuando el Muñeco le pidió más movilidad.
Su jerarquía y capacidad seguramente harán que se trate apenas de un tema de adaptación, pero Borja puede estar seguro de que el titular es él, sobre todo porque Adam Bareiro tampoco a podido materializar todavía las expectativas con las que llegó desde San Lorenzo y por ahora está claramente detrás del colombiano.