Juegos Olímpicos

Abuso sexual: Kara Goucher, la mujer detrás de la gran denuncia

La atleta estadounidense, con doble participación olímpica, reveló en su libro que fue quien acusó al prestigioso entrenador Alberto Salazar.

Por Redacción EG ·

15 de marzo de 2023

KARA GOUCHER tenía la ilusión intacta. Con 26 años se encontró con el famoso campus de Nike en Beaverton, en el estado de Oregon, junto con su esposo Adam Goucher.

Los destacados atletas de fondo tenían fuertes aspiraciones para llegar a los Juegos Olímpicos, el sueño de todo deportista, y habían sido invitados para formar parte del Nike Oregon Project, un selectivo plantel financiado y sostenido por el mítico campeón de maratón Alberto Salazar.

Estadounidense de origen cubano, el coach era reconocido por haber ganado la prestigiosa maratón de Nueva York en tres ocasiones consecutivas, entre 1980 y 1982, además de haber ganado la maratón de Boston y haber conseguido la medalla de plata en el Mundial de Campo de Roma, ambos en 1982.

Nacida el 9 de julio de 1978 en Nueva York, Kara Goucher permaneció siete años en un proyecto que la llevaría a lo más alto de su carrera, la empujaría a disputar dos Juegos Olímpicos y la encumbraría como subcampeona en el Mundial de Osaka 2007, en la disciplina de los 10 mil metros.

No sabía, sin embargo, que aquel capítulo abriría la puerta más oscura de su vida. En su nuevo libro de memorias, llamado The Longest Race, la actual atleta de 44 años reveló cómo ayudó, con el soporte de su pareja Adam, a desenmascarar a Salazar: un año atrás, en enero de 2022, el Comité Olímpico y Paralímpico de los Estados Unidos anunció su descalificación de por vida tras haber sido acusado de abusos sexuales por una atleta.

Antes ya había sido expulsado del deporte por parte del Centro de Estados Unidos para SafeSport, un ente sin fines de lucro que nació en 2017 para investigar el abuso de atletas.

 

Imagen The Longest Race, las memorias de Kara Goucher.
The Longest Race, las memorias de Kara Goucher.
 

Esa atleta que denunció era Kara Goucher, aunque en su momento nadie lo sabía. Las acusaciones incluían, entre otras cosas, violaciones del código antidopaje y tráfico de testosterona. Por primera vez, después de un proceso que parece haber encontrado el epílogo, la corredora de fondo hizo público, a través de sus memorias, que fue la víctima, en su momento no identificada, que impulsó la suspensión de Salazar en el deporte.

En la explosiva publicación contó, entre otras situaciones, que el entrenador ejercía un control de tintes tóxicos. "Fue difícil contarlo pero guardar estos secretos es como un cáncer. No volveré a callarme. Necesitaba sanar", escribió.

La atleta narró su historia. Se crió con su abuelo materno Calvin Haworth, el hombre que instaló su pasión por el deporte. Vivía con su madre y sus dos hermanas en el hogar de sus abuelos dado que su padre había fallecido en un accidente automovilístico -fue atropellado por un conductor alcoholizado-, cuando apenas tenía cuatro años. Durante su etapa de crecimiento se convirtió en una joven estrella y conoció a su futura pareja Adam en una competencia nacional. Juntos estudiaron en la Universidad de Colorado y luego se casaron en 2001.

Goucher desnudó que, apenas se unió al proyecto de Oregon junto con Adam, el entrenador Salazar los sometió a duros trabajos de entrenamiento con métodos heterodoxos, con represalias de todo tipo. 

Hubo dos casos en los que se presentó una situación de abuso sexual. Primero tuvo lugar en 2007, en Rieti, Italia, y más tarde fue en 2009, em Lisboa, Portugal. En ambos momentos la atleta resultó lesionada y Salazar, mientras le realizaba un "masaje deportivo", penetró su vagina con sus dedos. La vergüenza se apoderó de ella, que decidió ocultar los sucesos con Adam.

Después, en 2010, Goucher esperaba a su primer hijo. La marca que la patrocinaba promocionó su embarazo con anuncios pero, al mismo tiempo, la suspendió durante un año de todo tipo de regalía porque no podía competir. Su hijo Colt nació en septiembre de ese mismo año y Goucher abandonó por completo el proyecto al año siguiente.

Muchos años más tarde, en 2018, Salazar debió enfrentar una audiencia por causas de dopaje y Goucher capitalizó aquel momento para denunciar que había sido agredida por el entrenador. Después se arrepintió, pero más adelante, en 2020, cuando Salazar empezó a ser investigado por abuso emocional, decidió ya no volver a callarse.

Ahora, a través de sus memorias, lo hizo público: "Quiero dejar las cosas claras y ayudar a otros con mi historia. Espero que les haga saber que no están solos".