El Alpinegate: ¿Colapinto está en penitencia?
Las situaciones que generan inquietud acerca del argentino en su nueva etapa en la Fórmula 1.
FRANCO COLAPINTO comenzó corriendo de atrás, valga la paradoja, en su nueva etapa en la Fórmula 1. Si bien cambió de equipo al pasar de Williams a Alpine, su función es la misma: ser piloto de reserva, aunque en la teoría con mayores posibilidades de dar el gran salto ya que en la escudería inglesa estaba más tapado por Alex Albon y la llegada de una figura estelar como Carlos Sainz.
A Alpine arribó sobre todo por el interés manifiesto de Flavio Briatore, un viejo zorro de la máxima categoría y hacedor de campeones como Michael Schumacher y Fernando Alonso, quien le vio condiciones conductivas y también un atractivo económico por la fuerza de sus sponsors y el carisma que irradia el chico de 21 años, un verdadero fenómeno en las redes sociales y que llegó para patear el tablero de la circunspección y la seriedad en un ámbito poco acostumbrado en los últimos tiempos a las figuras disruptivas.
Pierre Gasly y Jack Doohan son los dueños de las butacas francesas, aunque sobre el segundo siempre hubo un halo de dudas y sobrevoló la existencia de un contrato provisorio atado a rendimiento durante las primeras cinco pruebas. Además, en tal sentido había sido muy claro el propio Briatore: "Si hay un piloto que no avanza, que no me trae resultados, lo cambio. No podés ser emocional en la Fórmula 1".
La realidad indica que las cuatro primeras competencias fueron un suplicio para el australiano, que acumuló puntos en la superlicencia de conductor de Fórmua 1 por diversos errores y protagonizó varios accidentes, uno de ellos muy grave y que amenazó la presencia de su coche en la grilla de Japón. Para colmo no pudo sumar ni una sola unidad en lo que va de la temporada y su mejor colocación fue 13°.
Miami no me lo confirmó
Si bien los focos siempre estuvieron sobre Colapinto y la chance de saltar a la pista en el quinto Gran Premio, que será en Miami el domingo 4 de mayo, las últimas semanas atenuaron bastante las expectativas por situaciones que lo relegaron y lo corrieron de la marquesina.
Tras estar presente en los circuitos de Australia y China, no fue convocado para las citas en suelo nipón y en Baréin. Al abandonar suelo chino, había dejado un presagio de que "se vienen mejores findes, a seguir trabajando".
Pero ese esfuerzo fue lejos de la acción principal. Le tocó cumplir otras tareas y el lugar de suplente lo ejercieron Ryo Hirakawa, de reciente traspaso a Haas, y Paul Aron, reservista el último fin de semana.
A Franco le tocó probar una unidad de 2023 en la pista de Monza donde marcó mejores tiempos que Aron, aunque sufrió un despiste que dañó el piso del monoplaza. Cuando se bajó y casi a la par de las alternativas en Suzuka, subió una historia de Instagram con imágenes de su faena que poco después él mismo borró. ¿Habrá sido por consejo de alguien del equipo?
A la siguiente semana, mientras Aron actuó como suplente, lo enviaron a la sede de Enstone a realizar pruebas con el simulador, de lo que dio cuenta en sus redes sociales al publicar fotos que lo acreditaban. Se encargó también de aclarar que esa función le demandó cinco horas de esfuerzo.
Minutos antes del inicio de la carrera en Baréin lo consultaron a Briatore sobre eso y con humor no exento de laconismo, el italiano dijo: "Le estamos pagando el sueldo, así que hace su trabajo".
Colapinto y los derrapes fuera de pista
Si a Gasly le tocó derrapar en la pista, Colapinto lo hizo fuera de ella cada vez que enfrentó un micrófono. Entre semana habían surgido unas desafortunadas declaraciones del chico en un podcast acerca de Uruguay: "Es como una provincia de Argentina", dijo entre otras cosas, aunque se arrepintió pocas horas después. "Che, quería pedir perdón lo antes posible por la pelotudez que dije", se excusó.
Ciertas desprolijidades podrían jugarle en contra a Colapinto, quien reconoció que "a veces me cuesta dimensionar el alcance que tienen las pavadas que digo". Lo cual es cierto porque en ocasiones parece declarar como si no hubiera una cámara encendida delante, tal como pasó en el paddock de China, cuando les dijo a los cronistas de ESPN que "no puedo hablar, no me dejan" y les aconsejó que "disfruten ustedes, yo estoy aburrido".
La dicotomía de Alpine
En un punto, Alpine se encuentra entre la espada y la pared: por un lado, el shock que genera el argentino y que por ejemplo le proporcionó un inmenso crecimiento en redes sociales con millones de nuevos seguidores; por el otro, la presión que signifca sobre las espaldas de un Doohan que actúa condicionado y termina por ser contraproducente.
En palabras de Oliver Oakes, jefe del equipo, a Doohan "no lo hemos puesto en la mejor posición. Si hubiera sido cualquier otro el fichado como reserva, sin tantos seguidores y el ruido que eso conlleva, habría sido un poco diferente".
El gran simulador
Cabría preguntarse si será por eso que el chico que brilló en karting para dar el salto a Europa, remó en la Fórmula 3, descolló en la Fórmula 2 y obtuvo el espaldarazo de Williams para exhibir sus virtudes, ahora fue apartado del centro de la escena para cultivar la paciencia y tomar impulso nuevamente hasta que se concrete su momento.
El proyecto de Colapinto en Alpine es a largo plazo, ya que firmó un contrato plurianual. La ansiedad no parece un buen aliado para afrontar lo que se viene. En lo inmediato, lo aguarda nuevamente el simulador mientras que Aron volverá a ser suplente en la cita de Arabia Saudita, y la posibilidad de que le llegue la chance en Miami, como se presagiaba no hace mucho, también parece alejarse.
IMAGEN DE PORTADA: AFP
