Deporte motor

Franco Colapinto, destacado en un ranking de la Fórmula 1 en el que no quería estar

La participación del argentino en la máxima categoría dejó un dato negativo entre todo lo bueno que construyó.

Por Redacción EG ·

10 de diciembre de 2024

FRANCO COLAPINTO disputó el pasado domingo la última de las nueve carreras que Williams le dio la oportunidad de correr en la Fórmula 1, esa que por el momento lo tendrá en stand by al menos hasta 2026, salvo negociaciones de último momento que podrían vincularlo con Alpine y, en menor medida, con Red Bull.

El argentino enseguida subyugó con su capacidad conductiva, además de deslumbrar con su carisma, y consiguió cinco puntos cuando nadie lo tenía en los planes. Sin embargo, también tuvo momentos grises, como los tres accidentes que protagonizó en Interlagos, en ocasión del Gran Premio de San Pablo; en Las Vegas y también en Qatar, donde su participación estuvo en duda hasta el final por los trabajos del equipo en pos de poner en condiciones su monoplaza tras su choque en la clasificación.

Eso lo llevó a integrar un podio al que nunca quiso haberse subido: el de los pilotos que más dinero gastaron en reparaciones del auto. El monto asciende a casi 3.500.000 euros y lo coloca en el tercer lugar. El primero le correspondió a Sergio Checo Pérez, de Red Bull, con 4.800.000, y el segundo al compañero de Colapinto, Alex Albon, con 4.600.000.

De hecho, Williams es la escudería que más sufrió este ítem, ya que el monto global que gastó es cercano a los 11 millones de euros entre los que hay que añadir los gastados por Sargeant Logan, el antecesor del pilarense que se caracterizó por protagonizar varias colisiones y que cerró su cuenta en 3 millones.

Red Bull es la escuadra que se encuentra en segundo término, con 5,7 millones, aunque son casi todos de Checo (Max Verstappen gastó 900.000 euros). El único corredor que no ocasionó ni un centavo de erogación y que se convirtió en un caso histórico es el francés Pierre Gasly, que condujo de forma inmaculada su Alpine y nunca tuvo que tocarle el timbre a los muchachos del taller.

George Russell, con 3,3 millones, y Carlos Sainz, con 3,1, son otros protagonistas de la Fórmula 1 que ocasionaron perjuicios a sus unidades.