Diego Martínez y el sabor del reencuentro con el mejor Boca

BOCA logró el objetivo de ganar el primer partido de los octavos de final de la Sudamericana contra Cruzeiro y su entrenador Diego Martínez recobró la tranquilidad que había perdido con actuaciones erráticas de su equipo en los últimos partidos. "Nos sentíamos muy orgullosos de lo que el equipo mostraba dentro del campo en el primer semestre y estamos en esa búsqueda como grupo", reconoció. 

Agregó que "el segundo tiempo de hoy es más cercano a lo que queremos, pero la búsqueda es constante y nunca se termina. Siempre va creando bases sólidas pero realizando adaptaciones, aunque sin perder la matriz original. Dominar a los rivales con y sin pelota y tener variantes para poder doblegar es el objetivo".

Como balance del 1-0, el DT sostuvo que "enfrentamos a un gran rival, con una propuesta positiva, sabíamos que se iba a definir por detalles. El primer tiempo fue disputado y parejo, tuvimos aproximaciones peligrosas y el oponente también tuvo las suyas". 

También analizó el cambio que cambió el trámite del encuentro: "La entrada de Agustín Martegani nos dio más control, el que estábamos buscando y que el equipo el semestre pasado tuvo de muy buena manera. Generó superioridad por izquierda, por derecha y tuvo profundidad también".

Martínez dijo que "el triunfo pudo ser por algún gol mas y prácticamente no sufrimos. No es la ventaja que intentábamos buscar y queríamos tener, pero sí es muy importante para lo que viene".

También se refirió al clásico del domingo ante San Lorenzo, por la Liga Profesional. "Estoy contento con la victoria porque en este fútbol tan parejo sacamos una ventaja -reconoció-. Pero primero tenemos un clásico y no es tiempo de ver qué va a pasar en Belo Horizonte sino de cómo preparar a los chicos para el domingo, que es muy importante".

En el final le preguntaron por el tanto de Edinson Cavani y su celebración. "Fue un golazo por la concepción, pero no fue el que más grité, generalmente los grito todos igual".