Situación límite: Borja buscará volver a ser en el día en que más se lo necesita
Su promedio de efectividad bajó ostensiblemente desde el arribo de Gallardo pero este martes se necesitan 4 goles para obrar el milagro ante Atlético Mineiro.
MIGUEL BORJA supo ser la carta letal de River a la hora de marcar goles y se ganó, a base de su tremenda efectividad, una titularidad que en 2023 estuvo discutida. Suma 29 tantos a lo largo de 2024 que sirvieron para muchos triunfos del equipo Millonario.
Sin embargo, de su condición implacable bajo la conducción técnica de Martín Demichelis, que le otorgó la confianza y le dio continuidad para hacerse dueño irrefutable del puesto, pasó a un período de menor eficacia desde que se hizo cargo del conjunto Marcelo Gallardo.
Su anemia goleadora acompaña la del equipo, que justo este martes necesita obrar el milagro y ganarle por más de 3 tantos a Atlético Mineiro en la búsqueda de la final de la Copa Libertadores. Por tanto, el día indicado para romper la maldición es hoy.
En el momento de su arribo, Gallardo había ratificado su condición de titular aunque los inicios del Muñeco fueron con el cafetero lesionado por un desgarro. Por ello no estuvo en el debut de Napoleón contra Huracán ni frente a Gimnasia, lo mismo que la ida por los octavos de la Copa Libertadores ante Talleres en Córdoba.
Su debut bajo las órdenes de Gallardo fue el 21 de agosto en la revancha con los cordobeses en el Monumental. Esa noche disputó los 90 minutos y marcó uno de los dos tantos de la victoria, fiel a su condición de artillero.
Pero su índice bajó en las siguientes presentaciones. En la Liga Profesional disputó los 90 minutos en los 0-0 con Newell's e Independiente y volvió a estampar su sello en la red en el 4-1 con Atlético Tucumán en Núñez.
En el Superclásico con Boca en la Bombonera, se prefirió resguardarlo ante la inminencia de la revancha de cuartos de final de la Copa ante Colo Colo e ingresó en el complemento para redondear 33 minutos sin goles.
A propósito de los chilenos, En el 1-1 de la ida en Santiago completó todo el compromiso y en el 1-0 de la vuelta en Núñez estuvo en la cancha 69 minutos.
En definitiva, durante la nueva era de Gallardo hubo para Borja concurso en 13 partidos y concretó 3 goles, un promedio desacostumbrado para lo que venía siendo un desempeño excepcional. El último fue de penal contra Vélez, por la Liga Profesional, el pasado 18 de octubre.
Quizá el cambio de posición y la manera de jugar del Colibrí con Gallardo atenta contra esa prestación en la red: se le pide que se acople más al juego, que retroceda, que se sacrifique y que no permanezca estacionado en el área tal como le solicitaba Demichelis. Incluso hubo un hecho durante la goleada ante el Decano, cuando el Muñeco le pidió más movilidad.
Lo cierto es que su jerarquía y capacidad requieren su resurrección inmediata para pagar con su especialidad la confianza del Muñeco, quien tampoco tiene opciones válidas en el banco ante la sequía absoluta de Adam Bareiro, el paraguayo que llegó de San Lorenzo y que a lo largo de 10 encuentros nunca pudo celebrar un tanto.
El propio conductor luego del 0-0 con Defensa del pasado viernes por el torneo local expuso el problema con elocuencia y preocupación. "Sé que tenemos que hacer goles y no estamos haciéndolos, antes de que yo llegara, Borja era el goleador del equipo y ahora no está haciendo goles. Claramente tenemos que generar otras alternativas para hacerlos, todo eso hay que resolverlo en un partido. Es difícil, pero estamos acá, vamos a intentar generar eso. No soy pesimista, todo lo contrario, estoy esperanzado".
Mientras tanto, como un guerrero herido, Borja lame sus propias heridas para cicatrizarlas y volver a ser justo la noche en que su equipo más lo necesita.
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