La desgarradora realidad de Almirón a pesar de la clasificación de Boca

BOCA disfruta de tener asegurado el pasaporte a los octavos de final de la Conmebol Libertadores tras el triunfo del martes frente a Colo Colo por 1 a 0, con gol de Marcelo Weigandt.

Pero para lograrlo debió pagar un precio muy costoso, ya que tres de sus baluartes sufrieron lesiones, comenzando por Luca Langoni, que tendría un desgarro en el posterior de la pierna derecha que se produjo a los 12 minutos tras un remate al arco. El juvenil se retiró llorando, reemplazado por Óscar Romero.

 

 

El chico de 21 años ya había sufrido una dolencia similar en la misma zona en abril pasado, en ocasión del partido frente a San Lorenzo.

Por su parte, Miguel Merentiel ingresó en reemplazo de Darío Benedetto y apenas 4 minutos después sintió un pinchazo y también abandonó la cancha.

 

 

Para rematar la mala racha, Luis Advíncula tendría una distensión de ligamentos en la rodilla izquierda, según lo expresó el DT de Boca, Jorge Almirón. A pesar de ello continuó jugando y protagonizó entre lágrimas salvadas providenciales que generaron la ovación del público Xeneiza.

 

 

Otro que encendió las alarmas del Xeneize fue Frank Fabra, que también se retiró con fuertes molestias musculares y habrá que confirmar si se trata de algo más serio.

A todo ello hay que sumar el desgarro grado 1 del recto anterior derecho de Marcos Rojo, que venía de una larga inactividad desde octubre de 2022 por una rotura de ligamentos.

Almirón se refirió al difícil panorama médico del plantel, en el que deben incluirse Martín Payero, Agustín Sández y Exequiel Zeballos. Dijo que "no es lógico. Ahora, a recuperarlos a todos. Entiendo que el fútbol tiene mucha fricción, mucho desgaste. Trato de no preocuparme, pero hoy, en un partido que nos toca sufrir, podíamos terminar más holgados y las lesiones hacen que terminemos cansados, mermados y aguantando. Siempre pensamos en evolucionar y necesitamos de todos".