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Dos décadas después: el mensaje secreto de Guillermo Vilas para Horacio Zeballos

Por Redacción EG · 02 de mayo de 2024

El tenista más destacado de la historia de la Argentina le envió un correo electrónico clave al mejor doblista del tenis nacional, nuevo número uno del mundo en la especialidad.


HORACIO ZEBALLOS se aseguró ser el nuevo número uno del mundo en dobles, luego de acceder a las semifinales del Masters 1000 de Madrid junto con el español Marcel Granollers.

El zurdo de 39 años acumuló un recorrido de elite en una carrera que todavía se extiende gracias a su oficio para jugar dobles, a su estado físico y a su vínculo irrompible con el tenis.

En singles, una etapa que finalizara en 2019, llegó a ser el número 39 del mundo y hasta se dio el gusto de ganarle una histórica final a Rafael Nadal en polvo de ladrillo.

Como doblista, un lujo. Es el jugador más destacado de la historia del tenis argentino en la especialidad: llegó a ser el número tres del mundo y conquistó 20 títulos de ATP, la cifra récord con la que superó a Guillermo Vilas. Además llegó a tres finales de Grand Slam: el US Open 2019, Wimbledon 2021 y Wimbledon 2023.

Para Zeballos, formado en el Edison Lawn Tenis Club de la ciudad de Mar del Plata, donde nació el 27 de abril de 1985, representó un orgullo haber superado la marca de Vilas, quien además tuvo un papel preponderante en su desarrollo como tenista profesional.

Viejo rival de su padre Horacio, director del club marplatense desde 1984 -jugó dos veces: una en juniors en el BALTC y otra en el Torneo Austral de Bahía Blanca, que era internacional-, Vilas siempre fue reconocido por sus gestos invaluables con los tenistas argentinos que buscaban un lugar en el tenis.

Zeballos reveló tiempo atrás uno de los que tuvo con él, nada menos que dos décadas después: publicó en sus redes sociales la captura de un correo electrónico que le había enviado Vilas a su padre, con quien mantenía un contacto fluido, en el que le auguraba un gran futuro a su hijo.

El mensaje de Vilas al padre de Horacio Zeballos en 2003.
 

"Horacio. Muy buen chico tu hijo. Le irá muy bien. Tiene un lugar asegurado en la industria del tenis. Si no llega como tenista lo hará como coach o como profe. De él me ocupo yo", había escrito Vilas, cuando Horacito, como lo llaman en su ciudad natal, tenía apenas 18 años y era el 1201° del ranking de singles de la ATP.

Zeballos adjuntó la captura del correo y contó con sus propias palabras: "Cómo no emocionarme con estas cosas. Corría el año 2003 y Guillermo se intercambiada mails con mi viejo (amigos y compañeros de largos entrenamientos) sobre mi carrera. Siempre dándome una mano, desde consejos a conseguirme el primer contrato con Head, que aún sigue vigente. Como vos decís, Guille: de él me ocupo yo. Y así lo hacés. ¡Un maestro!".

El vínculo de Vilas con la familia Zeballos tiene dos aristas. La primera, sin dudas, es su lazo irrompible con Mar del Plata: Willy se formó en el Club Náutico. Por otra parte, además, se mantuvo el contacto permanente con Horacio padre desde aquellos partidos y largos entrenamientos.

Guillermo Vilas, en la vieja cancha de cemento del Edison Lawn Tenis de Mar del Plata, en 2005.
 


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