HARRY KANE Y EL GOL MANTIENEN UN MATRIMONIO SIN FISURAS. Catorce años de saludable relación en los que sin embargo no han podido engendrar al más ansiado fruto de esa unión: una vuelta olímpica.
El centrodelantero inglés es un verdadero animal de la red: los números indican exactamente 400 goles en 631 partidos, cifra a la que llegó este sábado con su doblete frente a Frankfurt, en la victoria 2-1 de Bayern Munich.
Viene sometiendo arqueros desde 2010, cuando debutó en tercera división con la camiseta de Leyton Orient FC y luego en Tottenham, donde se hizo grande, aunque con cesiones en el principio a Millwall, Norwich y Leicester.
Con los Spurs construyó una leyenda que ostenta 280 festejos para los hinchas del club de Londres. Además es el capitán y artillero histórico de la Selección de Inglaterra, donde marcó 62 veces en 89 presentaciones.
Sin embargo, a esa impresionante capacidad para estar presente en la red le falta algo primordial, la frutilla del postre que justifique tanta efectividad. Es injusto que con ese currículum goleador Kane no haya obtenido nunca un título, y esa fue una de las mayores razones por las que recaló en Bayern Munich.
Pero como si se tratara de una historia maldita, el club bávaro, que enhebró 11 títulos de Bundesliga consecutivos, cortó su primorosa racha en 2024, justo cuando Harry llegó a sus filas: Bayer Leverkusen le arrebató la estrella con una impresionante campaña.
De todos modos, el rendimiento del británico fue demoledor: lleva 35 goles en 31 fechas disputadas y sólo 4 fueron de penal.
La temporada no se terminó y existe una esperanza de que a los 30 años se encuentre con el primer trofeo de su carrera. Y sería nada menos que el más importante de Europa a nivel de clubes, ya que Bayern Munich disputará la semifinal de la Champions League.
Claro que no será nada fácil superar el escollo que se viene: Real Madrid, el más ganador de esta competencia, con choques a disputarse este martes en Alemania y el miércoles 8 en España.
Si los teutones y Kane dan el golpe, sería, dicho en la lengua de Shakespeare, un verdadero plot twist, el giro de la trama que le pondría un capítulo de justicia a la novela del célebre centrodelantero titulada El príncipe del gol que aún no tiene corona.
IMAGEN DE PORTADA: AFP