"Aprecio mucho a Messi como para enfadarme con él, pero llega un momento que cuando las dos partes ven que no podrá ser, hay cierta decepción. Quería quedarse pero también había mucha presión por la oferta que tenía", comentó el dirigente en una entrevista con radio RAC1.
El club Barcelona registró pérdidas por 481 millones de euros la pasada temporada y acumula una deuda y compromisos futuros por 1.350 millones de euros, lo que resultó decisivo para la imposibilidad de inscribir el nuevo convenio con el capitán del seleccionado argentino.
"Teníamos las conclusiones de la auditoría y la inversión en Leo nos podía poner en riesgo. El Barça está por encima de cualquier jugador", justificó el presidente.
FOTO DE PORTADA: @RAC1