LAS CRÓNICAS DE EL GRÁFICO

1945. Central quedo fuera de peligro

Por Redacción EG · 11 de abril de 2019

Extraordinaria crónica del triunfo de Rosario Central sobre Boca por 2 a 0, con un material fotográfico excelente. Con ese triunfo el Canalla se alejaba de la zona de descenso.


Existía una razón especial para que Rosario Central actuara como lo hizo frente a Boca Juniors. El panorama se le presentaba sombrío en relación con el descenso. Además, necesitaba rehabilitarse del contraste sufrido frente a Huracán. Es cierto que también Boca llegaba al compromiso cumplido en Rosario alentado con nuevas posibilidades después de su gran triunfo sobre River. Pero estuvo muy lejos de responder a esas esperanzas y en ningún momento repitió la actuación de la jornada anterior. Mejor dicho, careció de entendimiento y empuje, bondades que, en cambio, puso de manifiesto en todo momento el cuadro rosarino que, de esa manera, justificó su triunfo, cumpliendo la mejor actuación del año. Central se sobrepuso a la contrariedad que significaba la ausencia de algunos titulares — tales como Ricardo, Yebra y Bravo — y entró a jugarle a Boca Juniors sabiendo que no podía ni debía acusar el menor síntoma de flaqueza. Fué, el del domingo anterior, un partido de esos que se definen con las primeras jugadas. Central dominó la cancha de salida. Primero marcó bien a la delantera boquense y no le permitió hacer su juego, y cuando estuvo firme y seguro en la defensa atacó con firmeza en pro cura de la definición del encuentro.

Marracino, puntero izquierdo, y Geronis, centre-forward, señalaron los dos goles con que Rosario Central, en su cancha, batió a Boca Juniors en un excelente partido.
  
Después de haber eludido a Sosa y a Marante se encontró Marracino solo frente a Vacca, pero no pudo hacer el gol porque la pelota pegó en el cuerpo del arquero y fué alcanzada por éste.

Es probable que los de Boca no hayan esperado un comportamiento tan acertado de los rosarinos y quedaron sorprendidos ante un cuadro tan animoso y decidido. Y al ceder terreno y facilitar el juego de los locales contribuyeron a su propia derrota. Luego, cuando en el segundo tiempo experimentaron una reacción, ya el marcador les era desfavorable por 2 a O, y no hubo en ellos la fuerza necesaria de conjunto como para darle otra variante. De esa manera queda la impresión de que Boca cumplió una falsa performance, sin que con ello se quiera restar méritos al triunfo de Rosario Central. Porque la verdad es que el cuadro rosarino ganó por sus cabales, jugando bien, sin fallas en sus filas y dando la seguridad que, ante mayores exigencias de su adversario, pudo aún mejorar su juego.

Instantánea de mérito es esta que muestra a Marante en plena acción espectacular, efectuando el rechazo de un centro dirigido por el puntero izquierdo de los locales.

BUENA DEFENSA

La línea media de Central fué  la que ordenó el juego. Al comienzo se vió algo exigida, ya que en los primeros diez minutos Corcuera y Varela se empeñaron en organizar la labor del ataque. Pero la acción de los dos insiders se vió trabada porque Rivero se ubicó bien entre ellos y, al anularlo a Sarlanga, obligó a aquellos que buscaran a sus punteros. Al hacerse el juego abierto del ataque boquense, la defensa rosarina tuvo más facilidad en sus rechazos, y como Maffei y Sabotig registraron una actuación sorprendente en la zaga, la línea media se dedicó con más tranquilidad al apoyo y fué entonces cuando los locales pasaron a una situación francamente ofensiva, teniendo en ello a su más decidido gestor en Aguirre.

Terminado el partido con la victoria de Rosario Central por 2 a 0, numerosos partidarios del equipo de Arroyito entraron al field para felicitar a los jugadores, porque vencieron a Boca y apartaron definitivamente el peligro del descenso.

Las cargas de Central se hicieron más continuas y penetrantes y se observó entonces que Boca acusaba fallas en su zaga, y, aun en la línea media, el desempeño de Lazzatti resultaba discreto. Mientras tanto, Sosa lo descuidaba a Marracino y Vilanoba se veía continuamente apremiado por De Cicco y Pérez. El primer gol del conjunto rosarino — aunque justo — más que a la jugada decidida de Marracino, que remató con seguridad un magnífico centro de Pérez, se debió a que Sosa se quedó parado cuando el wing izquierdo local se adelantó para cabecear. El mismo Vacca, ante el remate, no hizo el menor intento por detener la pelota. Y en cuanto al aliciente que, ese gol significó para Rosario Central lo tenemos en el hecho de que, hasta la terminación del período, el cuadro rosarino jugó con mayores bríos, seguro en su éxito final.

Rodolfo Dezorzi, ahora en Boca Juniors, ex zaguero izquierdo de Rosario Central, conversando con Sabotig, el hombre que en el match del domingo ocupó el puesto que antes correspondiera a Dezorzi.

Y si al comienzo —sin ningún gol en contra — Boca no había conseguido organizar sus líneas, menos lo logró luego, pues sus cargas se perdieron antes de llegar al área rosarina. Solamente Corcuera, en una que otra oportunidad, pudo quebrar esa resistencia, pero sin llegar a probar a Poy, quien, por su parte, la intervención más difícil que realizó fué ante un remate de Vilanoba cuando promediaba la etapa. Sacando provecho de las fallas de la defensa boquense, los forwards rosarinos plantearon varias situaciones de peligro para el arco de Vacca y pudieron obtener más goles como para asegurarse una victoria holgada. Pero les faltó un poco de precisión y oportunismo y sólo conquistaron, a los 40', un nuevo gol con un tiro de volea de Geronis, que remató así un centro de Pérez. Más tarde, ya próxima a finalizar la etapa, Vacca realizó una salvada providencial ante un shot de Marracino y el marcador quedó con el 2 a 0 que se mantuvo hasta el final.

El tiro de Aguirre va a salir del campo junto a uno de los postes, pero daba la impresión de que iría al arco y Vacca se arrojó al suelo.

CENTRAL FUE SUPERIOR

En el segundo tiempo hubo un amago de reacción en Boca. Por su parte los centralistas equivocaron la táctica y en el afán de defender la ventaja obtenida se replegaron peligrosamente. En esos momentos le faltó al cuadro visitante el empuje necesario como para darle otra variante al encuentro, y ante la desordenada ofensiva del ataque de Sarlanga los zagueros rosarinos salvaron bien el peligro. Tras ese trance — que tuvo una duración de 15', pero sin que en ellos se observara en Boca el firme propósito de descontar ventajas, — Rosario Central organizó nuevamente sus líneas, volvió Rivero a afirmarse en el centro de la cancha, entró en contacto con los tres centrales de su equipo y nuevamente el once rosarino dejó establecida una superioridad amplia. Quizá si Aguirre hubiera buscado otra definición a dos o tres jugadas individuales pasando más rápidamente la pelota, Rosario Central habría logrado nuevos goles, sin contar entre esas situaciones un shot de Marracino que pegó en la cara de Vacca, cuando se cumplían los 36 minutos.

Marante, que ha recuperado su alto nivel de eficacia y calidad, consigue detener al centre forward local Geronis cuando éste se internaba peligrosamente en el área del conjunto boquense.

Ante un centro de Sánchez interviene Sabetig para rechazar mediante un cabezazo, en momentos que el arquero Poy se aprestaba a aplicarle un puñetazo a la pelota. Este y Rivero jugaron un gran partido.

Ya hacia el final de la lucha, Boca fué un cuadro resignado al contraste. Eso sí, lo aceptó correctamente, comprendiendo que su adversario lo superaba con calidad. Y Rosario Central, por su parte, cumplió el último cuarto de hora con un aplomo extraordinario, jugando con entusiasmo pocas veces visto en la presente temporada en él, y justificando su triunfo. Y que fué logrado mediante un desempeño colectivo excelente, pudiendo destacarse corno sus mejores hombres a Rivero, Aguirre, Geronis y Maffei, sin que esta cita desmerezca a los demás integrantes del cuadro. En Boca, fueron Vilanoba en la defensa y Corcuera en el ataque quienes mejor se desempeñaron.

 

Por JUAN PASCUAL

Fotos de N. GONZALEZ y A. SANJURJO


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