Bertoni y Kempes ven entrar el balón en el arco holandes. Es el tercer gol argentino en la final del Mundial No es un sueño.
"Mi sueño es así: Estoy en un estadio repleto, hay gente en todos lados. No sé si el de River, lo veo confuso. El partido es muy parejo. Ellos golpean y nosotros atacamos mucho, pegan los pelotazos en los palos, en los contrarios, hay un montón de rebotes y en uno entro yo por la derecha y la pelota me viene picando, la agarro , le pego la carrera y se mete por el segundo palo. El sueño termina con la vuelta olímpica. Después mi vieja, mi viejo y mi novia me esperan afuera y ahí está toda la gente otra vez. No puedo caminar, me ahogo, debe ser por esa sensación de ahogo que me despierto en ese momento."
El párrafo fue extractado de la nota publicada en el número de setiembre de 1977 de "El Gráfico y el Mundial". Anticipándose al tiempo, en el estadio de River, que buscaba su nueva fisonomía, Bertoni gritaba su gol imaginario. Casi un año antes de su tercer gol contra Holanda y de la vuelta olímpica. Bertoni ya era campeón mundial. La nota se titulaba "El día que Bertoni se sintió Campeón del Mundo".
(1978)
El sueño hecho realidad. Bertoni grita su gol en la final, ¡Campeones del Mundo!