LAS CRÓNICAS DE EL GRÁFICO

1978. Primera ronda complicada en Buenos Aires

Por Redacción EG · 22 de mayo de 2018

Mientras la dictadura desplegaba sus tentáculos entre las sombras, comienza el Mundial de Argentina 78. La crónica y las fotos de los tres partidos de la primera fase jugados por la Selección.



El país futbolero se disponía a gozar del juego. Los cuatro años de trabajo quedaron plasmados en una Selección con individualidades extraídas de las pruebas que tamizaron a mayores, juveniles y figuras del interior con idéntica responsabilidad. Y el Mundial significaría la comprobación más acabada de que el camino elegido por Menotti era el más apropiado, el único posible. Y en la cancha aparecieron jugadores que luego serían leyenda, como Fillol y sus reflejos asombrosos, Passarella y el temperamento inclaudicable, Ardiles y la eficacia de la simplicidad, Gallego y la solidaridad en el esfuerzo, Kempes y sus goles matadores, y el acompañamiento sinfónico de todos los demás…

Leopoldo Jacinto Luque, figura clave en la primera ronda.


El público hizo una fiesta de cada partido.

Por su adhesión incondicional al equipo. Por la “nevada de papelitos” que saludaba el ingreso del equipo, respaldando la postura de Clemente, el personaje de la tira del humorista Caloi, en contra del postulado del relator José María Muñoz, quien sostenía que los papelitos ensuciaban la cancha y afeaban el espectáculo. Y esa gente, que siempre cantó por su Selección, también aprovechó la tribuna para gritar contra las garras de la dictadura, acaso porque la masividad del fútbol permitía expresarse con aquella libertad perdida.



Al equipo no le resultó sencillo quebrar a Hungría por 2-1. Arrancó perdiendo a los 9 minutos y se sobrepuso con gran entereza. Luego de un tiro libre de Passarella, Luque capitalizó un rebote para igualar. Y Bertoni marcó el desequilibrio en el complemento, tras un taquito de Alonso en la jugada previa. “Ese partido –recordó Menotti– se vivió con la ansiedad y la locura lógica de un debut, pero fue importantísimo. Me di cuenta de que podíamos ser campeones por la manera en que asimilamos el gol en contra.”

Luque convierte contra Hungría el primer gol argentino del Mundial 78.


 

Con Francia, que había caído en el debut ante Italia, se jugó a cara de perro. Un triunfo significaba nada menos que la clasificación. Además de jugar, de mantener fidelidad al estilo de pelota domesticada por abajo, se puso lo que había que poner. Y no importaron los heridos en el campo de batalla: el dedo averiado de Ardiles, el desgarro de Alonso, el codo estropeado de Luque. Se jugó a full. Un penal permitió que Passarella sacara ventajas. Empató el genial Platini. Y un golazo memorable de Luque –la calzó de lleno en la medialuna, la puso en el ángulo– le bajó la cortina a una noche con sabor a gloria.

Bertoni recoge recibe de taco de Alonso y anota el 2 a 1 final frente a los húngaros.


Después vino Italia. Ambos habían ganado los dos partidos y estaban clasificados. Pero definir el primer lugar era importante. Si ganaba, Argentina permanecía en Buenos Aires. Si perdía, emigraba a Rosario. Y perdió 1-0, pese a incrementar su rendimiento en ítems sensibles para el interés del técnico: trato de pelota, volumen de juego, precisión, velocidad.

La Selección se mudaba para la segunda fase a Rosario, ciudad natal del técnico argentino.

 

PRIMERA FASE ARGENTINA EN EL MUNDIAL 78

Estadio River; Plate, Buenos Aires


2/6/78 Hungría 2-1 Goles: Luque (A), Bertoni (A) y Csapo (H).

6/6/78 Francia 2-1 Goles: Passarella (A), Luque (A) y Platini (F).

10/6/78 Italia 0-1 Bettega (I)

 

Passarella,de penal, el primer gol frente a Francia




 

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