LAS ENTREVISTAS DE EL GRÁFICO

Adrián Bastía, bonus de confesiones

Por Darío Gurevich · 01 de octubre de 2015

El Polaco, que sigue vigente a los 36 años, nos deleita con más experiencias vividas: quién fue el 5 que lo deslumbró, Tita Mattiussi, Blanquiceleste, Racing, Atlético de Rafaela, qué le molesta del fútbol, la pasión por el automovilismo, y una conclusión final al acumular 17 años de carrera.



ME MARCO mi ex cuñado, el Chipio. Era un 5 metedor, guapo, técnico, y le pegaba con las dos piernas. Fue un referente, el mejor que vi en mi vida, y te daba gusto mirarlo. Hoy, no soy nada al lado de él. Cada vez que él jugaba, yo me preguntaba: “¿Por qué no llegó?”. En aquel momento, se hacía mucho más difícil probarse en un club. Le faltó suerte, porque era un jugador impresionante, de toda la cancha, y muy completo. A los 14 años, yo competía en muchos torneos libres porque él me llevaba. Ahí te tenías que hacer. Una vez me rompieron la boca de un codazo; me pegaban muchísimas patadas, y aprendí de qué se trataba el tema. El Chipio me mostró lo duro que es jugar al fútbol. Porque no resulta fácil.

TITA MATTIUSSI ERA la madre postiza de todos los chicos que estábamos en la pensión de Racing. La agarré casi a lo último, pero nos dio un cariño que no nos podían dar nuestros padres por estar lejos.

LO MAS TRISTE que viví en Racing ocurrió antes de irme al Espanyol de Barcelona. Jamás me voy a olvidar cuando me fui a despedir… Entré al vestuario, busqué mis botines, saludé a todos con un nudo en la garganta, di la vuelta al Cilindro, pasé por el lugar en el que viví -debajo de una de las tribunas de la cancha-, y lloré como un nene. Sabía que dejaba mi segunda casa, y eso era tristísimo.

SI BLANQUICELESTE no aceptaba la oferta del Saturn, no iba a dejar el fútbol. Fue una manera de apretar. Tuve la posibilidad de irme al Nantes, estuve una semana en Francia, y nunca supe por qué se cayó la operación. Me pareció raro, porque a Racing le habría entrado muchísimo dinero. A partir de eso, me fastidié con la empresa. Ellos se manejaron mal, nunca me dijeron con transparencia qué pasó… Entonces, metí presión para que me vendieran a Rusia.

NO JUGUE LA PROMOCION ante Belgrano, porque tenía un pedazo de cartílago roto que hacía que se me inflamara el tobillo. Pero era parte del plantel. Fueron 180 minutos interminables, sufrí muchísimo. Me pareció angustiante no haber ayudado a mis compañeros desde adentro. Tenía un poco de temor por irnos al descenso en un club como Racing, aunque estaba tranquilo porque había buenos jugadores en ese equipo. Por suerte, nos salvamos.
Su trayectoria: Racing, Espanyol, Saturn (Rusia), Estudiantes, Asteras Tripolis (Grecia), Colón y Rafaela.
LO QUE ME MOLESTA del ambiente del fútbol es el entorno. Creo que el jugador es lo más sano que hay. Porque es muy solidario y honesto, a pesar de ser el último en enterarse de las cosas.

EN ATLETICO DE RAFAELA, encontré un grupo de seres humanos increíbles. Desde mis compañeros hasta los utileros, Martín y José, y el masajista, Miguel. Además, la gente me da un cariño bárbaro. Los que integramos el plantel no nos cansamos de aprender día a día, y yo trato de devolverle al equipo todo lo que recolecté en mi carrera, que es medianamente buena.

EL AUTOMOVILISMO me encanta. Los domingos, cada vez que puedo, miro la carrera mientras preparo el asadito. Tengo incorporada la tradición de la gente grande del campo… Me gusta levantarme temprano, escuchar chamamé y folclore, y ver lo que se corra, desde las series hasta la carrera, mientras hago el asado.

EMILIANO SPATARO me hizo vivir una experiencia bárbara en el autódromo de La Plata. Yo iba como acompañante, y dimos cuatro o cinco vueltas al circuito. En la recta, me dijo: “Mirá que se corta y ahí doblamos”. “Vos, dale nomás”, le aseguré. “¿Estás bien?”, me repetía. Porque, al principio, cuando venía la curva, yo cerraba los ojos. Pero, al pasar las vueltas, me acostumbre y lo disfruté muchísimo; lo viví de una manera muy intensa.

ESTOS 17 AÑOS DE CARRERA me dieron la posibilidad de estar con gente y en  lugares que jamás iba a conocer. Jugar al fútbol es lo que hice desde que tengo uso de razón hasta hoy.

Fotos: Héctor Río.

*La entrevista a Adrián Bastía se publicó en la edición de septiembre de El Gráfico. Este fue un bonus exclusivo para nuestros lectores web. 

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