¡HABLA MEMORIA!

Tres de los KO más raros de la historia

Por Redacción EG · 06 de septiembre de 2019

Testimonios sobre peleas de principios del siglo XX tan inauditas como divertidas: un doble KO inesperado, el boxeador que ganó por que se levantó primero y la historia de la última pelea es insuperable,


GANÓ EL QUE SE LEVANTÓ PRIMERO…¡DESPUÉS DE LOS DIEZ SEGUNDOS!

Peleaban Jimmy Handler, en Newark y Billy Vernon, ladrillero de Haverstraw. Era  un combate reñidísimo, como no se veía de mucho tiempo atrás en la ciudad de Boston. Pero sucedió que en el tercer round los dos pugilistas se aplicaron al mismo tiempos un formidable mamporro en pleno mentón, con el resultado que los dos rodaron sobre el tapiz en tal forma que los espectadores del ring-side tuvieron, en el primer momento, la impresión de que no habrían que levantarse más por toda la noche.

 

Jimmy Handler, peso mediano, vivía en EEUU pero había nacido en Rusia.
 

Naturalmente, el problema que se presentaba, no era de fácil solución. Sin embargo el referee Sheehan, que siempre había sido lo que se llama un rico tipo, comenzó la cuenta allí mismo, en medio del silencio general; pero, sin duda para ser imparcial, se situó entre los dos púgiles caídos y contaba "uno", para el de la derecha; "dos» para el de la izquierda. ;  y así sucesivamente, hasta llegar a los diez...

Finalizó, no obstante, la cuenta de reglamento y ninguno de los adversarios dio señales de vida. ¿Qué hacer? ¿A quién declarar vencedor, si los dos estaban ya fuera de combate? Seehan cortó entonces por lo sano,  y luego de imponer silencio a la concurrencia con un amplio movimiento de brazos, declaró:

—Caballeros. ; ganará ahora el que se levante primero!

Los aficionados aprobaron la idea; y no sólo la aprobaron, sino que entre ellos comenzaron a cruzarse apuestas sobre quién habría de incorporarse primero. Sheehan, de su parte, no permitió que los segundos subieran al ring para auxiliar a los caídos.

 

Billy Vernon, el ladrillero de Haverstraw.
 

 Pasó un tiempo que fue de intensa expectativa. Por último, Handler principió a dar señales de vida. En medio de un griterío ensordecedor de sus partidarios, se arrastró hacia las cuerdas y, apoyándose en ellas, consiguió pararse. En esa posición quedó mirando al público con la expresión estúpida que a menudo tienen los boxeadores al salir de un knock-out. Las piernas se le doblaban, pero no se soltaba por nada del mundo de las sogas y así se mantenía de pie. El referee se le acercó entonces resueltamente y, levantándole con gesto dramático el brazo derecho, anunció:

—Señores: ¡este hombre ha ganado!

 Por desgracia, Handler se sostenía con ese brazo, y Sheehan, al levantárselo, lo privó de su principal apoyo, por lo cual el vencedor, en cuanto el referee lo hubo soltado, volvió a caer al suelo pesadamente.

Se asistió de este modo al extraño espectáculo quo ofrecieron a vencedor y el vencido tendidos simultáneamente sobre el tapiz…

 

 

OTRO KNOCK OUT DOBLE

Otro ejemplo fumoso de doble knock-out sedio  en el combate que sostuvieron Ad Wolgast y Joe Rivers, en el que defendía el titulo de liviano el nombrado en primer término. Tuvo lugar el encuentro en Los Ángeles, el 14 de julio de 1912.

 En el 13° round Wolgast alcanzó a Joe Rivers con un formidable golpe en la mandíbula; pero el mejicano — Joe lo era, a pesar de su nombre inglés, — al desplomarse,  golpeó casualmente con la rodilla al campeón y éste también rodó sobre la lona.

Quedaron, pues, los dos combatientes knock-down. ¿Cómo empezar la cuenta?

El caso era peliagudo: pero el referee, un tal Jack Welch, no era hombre de marearse por tan poca cosa y, considerando que Wolgast había golpeado con el puño, mientras que su contrario lo había hecho con la rodilla, levantó con una mano al campeón y con la otra comenzó a contarle al mejicano...

 1912. La insólita definición de Wolgast y Rivers por el campeonato del mundo welter  

 

EL PROPIO VENCEDOR LE CUENTA LOS SEGUNDOS A SU VENCIDO

Jack Britton y Ted (Kid) Lewis, cuyas batallas por el título welter se han hecho clásicas, dieron mucho que hablar con motivo del encuentro que sostuvieron en Canton, Ohio,   hace muchos años (17 marzo de 1919). Matt Hinkel,  veterano deportista, ofició de referee en la ocasión.

 Britton derribó a Lewis tres veces en el tercer round y el juez pareció contar siempre con extrema lentitud, cosa que exasperó a Jack. En el octavo round, Lewis volvió a caer. Nuevamente Hinkel pareció favorecerlo en la cuenta. Segundos después Lewís sufría una nueva caída. Pero esta vez, Britton, que ya no confiaba en el referee,  comenzó a contar a la par de éste. Con todo, Lewis se las arregló todavía para levantarse.

 

Ted (Kid) Lewis y Jack Britton , pelearon entre sí.. ¡20 peleas!
 

Britton volvió a la carga y lo volteó de nuevo, contando como la vez anterior a la par del árbitro. El pobre Lewis había recibido una paliza tremenda y no consiguió levantarse a tiempo.

 Posiblemente sea éste el único caso en que el vencedor contó los segundos de práctica a su propio vencido.

 

El Gráfico 1931


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