¡HABLA MEMORIA!

Gentleman John Jackson

Por Redacción EG · 06 de marzo de 2019

En 1927 El Gráfico publica un artículo sobre el increíble John Jackson, amigo de Lord Byron, que fuera campeón inglés del brutal boxeo que se practicaba a finales del Siglo XVIII.


John Jackson ha quedado como uno de los más famosos pugilistas de Inglaterra, si bien sólo hizo tres apariciones en el ring. En primer lugar su refinada educación lo puso fuera del medio en que se desarrollaron las actividades del de los pugilistas de su tiempo, permitiéndole al mismo tiempo establecerse como profesor de boxeo en Bond Street.

Gentelman Jackson , retrato de Charles Turner.

Su amistad con Lord Byron, a quien enseñó el noble arte y con quien intimó en extremo, hizo que su nombre se hiciera familiar a muchas personas, para quienes este deporte era completamente desconocido. El gran poeta presenta dos veces al pugilista en sus escritos. En la sátira titulada. "Hints from Horace" aconseja a quienes no están prácticos en el arte de cambiar puñetazos que vayan a estudiar con Jackson, y en una nota a la estrofa 19 del canto XI de su poema "Don Juan" dice lo siguiente: "Me refiero aquí a mi antiguó amigo y maestro en ejercicios corporales, John Jackson, Esq. (Esq. es una abreviatura de la palabra "esquive", escudero, y constituye un tratamiento de distinción, sólo aplicable a los caballeros), profesor , quien espero que todavía conserve la fuerza y las formas que han hecho de él un verdadero modelo, así como el buen humor y otras condiciones que son propias del perfecto atleta."

Jackson visitó numerosas veces la Universidad de Cambridge, donde enseñó su arte a los alumnos de aquel famoso centro de enseñanza. Byron ingresó en 1805 en el Colegio de la Trinidad de Cambriclge, y el diario de Joseph Farington contiene en 1807 la siguiente referencia a Jackson: "A las ocho salió de Cambridge en el coche del Telégrafo, llegando a Fetter Lana antes de las cuatro menos cuarto. Jackson, el boxeador, iba en la parte exterior del carruaje. Ha estado en Cambridge para enseñar al marqués de Tavistock y a otros jóvenes de categoría, quienes aprecian mucho su compañía. Tiene una pieza en Piccadilly, en el edificio Albany, donde da lecciones do boxeo, que se supone lo producen de 400 a 500 libras por año."

John Jackson retrato de Marshall

 

REPRIMENDA Y LA RESPUESTA

En el Colegio de la Trinidad, la amistad de Byron con Jackson valió al primero más de una reprimenda por parte de su tutor, quien sostenía que la amistad con un pugilista no era digna de un noble. La respuesta que dió en Una ocasión Byron a las reconvenciones de su tutor fué digna del temperamento que luego manifestó en todas sus acciones. "He descubierto -dijo — que los modales y la educación de Jackson son Infinitamente superiores a los de mis compañeros de colegio, con quienes me veo obligado a sentarme a la mesa".

La amistad entre un poeta y un pugilista, a pesar de que pueda parecernos chocante, tiene en nuestros tiempos tiene algo parecido en Maeterlinck – de quien en este número publicamos igualmente un interesante artículo sobre boxeo- amante en grado sumo del pugilismo, ha empleado a Carpentier como sparring partner, y un elegancia del pugilista francés tiene más de un punto de semejanza con el campeón inglés.

 

UN HOMBRE EXCEPCIONAL

Dejando aparte sus proezas en el ring, en el que tan solo se presentó tres veces, parece ser que Jackson fué un hombre de condiciones físicas excepcionales, aun para un campeón de peso pesado. Su altura de cinco pies con once pulgadas (1 metro y 79 centímetros) indica que se encontraba dentro de la estatura ideal, pues las normas de la proporción exigen que no sea demasiado alto ni bajo en demasía.

Aunque pesaba 88 kilos, era un buen saltador y un sprinter de primer orden, lo que demuestra que debía tener el peso muy bien distribuido. Se dice de él, que en presencia Harvey Coombe, un escritor de aquel tiempo, y de otros admiradores, escribió una vez su nombre teniendo  suspendida del dedo pequeño de la mano con que trazaba los caracteres una pesa de cuarenta kilos.

También aparece su retrato en las páginas de ¨Rodney Stone¨ y la pluma llena de colorido del autor de este libro nos da un vívido retrato de Jackson, al describirlo como time-keeper de la pelea entro el campeón Harrison y Crab Wilson. Helo aqui: "El famoso maestro del ring estaba vestido en esta ocasión con un traje color escarlata con los ojales bordados en oro, bastón blanco y sombrero de felpa con amplia cinta negra, pantalón corto, blanco, y medias de seda del mismo color, El traje estaba en perfecta armonía con la espléndida figura del pugilista, permitiéndole lucir sus famosas pantorrillas, que hacían de él el primero corredor y saltador de Inglaterra, así como el más formidable pugilista. Su rostro duro y huesudo, sus grandes ojos penetrantes y la gallarda estructura de su cuerpo lo constituían digno "leader" de aquel rudo y tumultuoso conjunto de Individuos que lo reconocían corno comandante en jefe."

 

Grabado del combate Fewterel vs Jackson.

 

SE INICIÓ A LOS 19 AÑOS

En febrero de 1800 nos habla Faringtón de una visita que hizo al estudio, donde "el pugilista Jackson servía de modelo a Rolla. Me entretuvo mucho — agrega el mencionado escritor — la descripción que hizo Jackson de su última pelea, en la que derrotó a Mendoza en nueve minutos. Cada uno de ellos apostó 200 guineas. Mr. Durand hizo la apuesta en nombre de Jackson y le entregó el dinero ganado."

El retrato del pugilista hecho por Charles Turner da adecuada idea de las proporciones académicas de Jackson. Sus pies pequeños, y las famosas pantorrillas llaman la atención.

Por lo demás, la vida de Jackson fué menos azarosa que la de otros pugilistas de su época. Jackson se retiró del ring como campeón Invicto, habiendo permanecido en el campeonato desde 1795 a 1803, Había nacido en Londres, en 1769, y murió en la misma ciudad en 1845. Su padre fue un constructor.

A los 19 años de edad comenzó a frecuentar los centros pugilisticos, donde pronto se reveló Cómo una verdadera esperanza para el boxeo. El 9 de junio de 1788 sostuvo en Smitham Botom, cerda de Croydon, la primera de sus tres peleas, teniendo como adversario al boxeador Fewterel, de Birmingham, a quien derrotó en una hora y siete minutos.

"Fewterel se dio al fin por vencido, y el mayor Hanger, por orden del príncipe de Gales, entregó al joven Jackson un billete de banco".

Un año más tarde tuvo un encuentro con George Ingleston, el cervecero; pero tuvo la mala suerte de caerse en el tablado y romperse un tobillo, dislocándose el hueso de la pierna. Entonces propuso terminar la pelea atado a una silla, ya que no podía mantenerse en pie; pero su adversario no aceptó, y así obtuvo una victoria bien poco satisfactoria por cierto.

Mendoza vs Jackson

En 1795 derrotó en Hornchurch, Essex, al boxeador Daniel Mendoza, uno de los primeros representantes famosos de una raza que tantos buenos pugilistas ha producido. Esta pelea no duró más que diez minutos y medio; pero fué proclamada por todos los que asistieron a la misma como la prueba más ruda de cuantas se han sostenido jamás en tan corto espacio de tiempo.

"A partir de 1793 — escribe el autor de la "Vida de Bell" — Mr. Jackson dejó de ser un boxeador público, habiendo sostenido tres peleas solamente, ganando dos y no ganando (pues aquello no puede llamarse perder) la tercera a consecuencia de un accidente. ¿Sobre qué base se apoya su fama unánimemente reconocida como pugilista? SI bien se consideran las cosas, será preciso reconocer que la fama de Jackson no está en relación con lo que sabemos acerca de sus proezas como pugilista."

Sin embargo, de pocos, acaso de ningún atleta de los tiempos antiguos y modernos se haya hecho un panegírico tan grandioso como el de este pugilista que fué al mismo tiempo un cumplido caballero y un hábil hombre de negocios.

Como profesor establecido de boxeo en el número 13 de Bond Street, obtenía abundantes entradas de sus numerosos alumnos, entre los que figuraba una tercera parte de la nobleza inglesa. El autor de la obra "Pugilística" recuerda la amistad de Jackson no solamente con lord Byron, sino con el muy honorable William Windham, el que aparece en la famosa descripción que hace Maucalay de la asamblea celebrada con motivo del proceso de Warren Hastings. He aquí las palabras del célebre historiador "Allí, fijos los ojos con suma reverencia en Burke, apareció el más completo caballero de su época, el ingenioso, el caballeresco, el valeroso Windham." Ciertamente que la amistad de hombres de la talla de Windham ejerció no poca influencia en el  concepto elevado que de Jackson llegaron a tener sus contemporáneos.

 

GUARDIA DE HONOR DE JORGE IV

En la coronación del rey Jorge IV diez y ocho pugilistas, con Jackson a la cabeza, formaron una notable guardia de honor, "una fuerza sin armas destinada a guardar el orden". Vestidos con el uniforme de los pajes reales, guardaron la entrada de la Abadía de Westmínster durante la ceremonia.

Jackson falleció a los setenta y siete años de edad y fué sepultado en el cementerio de Brompton, donde se le erigió por subscripción un monumento de grandes dimensiones, si bien de no muy agradable aspecto. El mencionado monumento fué costeado por varios nobles y caballeros, como testimonio de su admiración por aquel hombre cuyo corazón excelente y dignidad incorruptible supieron conquistar las simpatías de cuantos lo trataron.

 

Por C. M. WEEKLEY

(El Gráfico 1927)


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