¡HABLA MEMORIA!

Messi: 10 del 10

Por Diego Borinsky · 07 de diciembre de 2017

Los 10 momentos más importantes del 10 de la selección Argentina y las 10 mayores frustraciones.


Es una fecha que permanecerá para siempre en la memoria de la Selección, aquella en la que Messi nos salvó de irnos al descenso. Y por eso elegimos los 10 momentos más importantes del 10. Y también les damos un lugar (más pequeño) a sus 10 mayores frustraciones. Porque grande no es el que no se cae, sino el que se cae y logra levantarse. El que se pega un porrazo y persiste en busca del objetivo mayor. No es desastrosa su campaña con la Celeste y Blanca, como a veces se nos hace creer. Es el mayor goleador en la historia de la Selección (61) y le queda bastante resto para seguir sumando. En tres años quizás tenga el récord de partidos jugados (hoy 122, contra 139 de Mascherano y 143 de Zanetti). En Rusia, alcanzará a Maradona en participaciones mundialistas (4) y en Qatar 2022, con 35 años, igualará las marcas de Matthaus y Carbajal (5). Y como le gusta tanto la pelota y tanto se cuida, ¿por qué no soñar con verlo en 2026, con 39, cuando se transforme en récord absoluto del planeta? Mientras tanto, disfrutémoslo. Es patrimonio de la humanidad. Es argentino.

10 La explosión: 3-0 a México
La mayoría de quienes presenciaron la escena en el renovado estadio de Puerto Ordaz, en la semifinal de la Copa América 2007, no gritaron el gol, sino que soltaron un “Ohhhh” pleno de asombro y admiración. Fue, de algún modo, la puesta en escena del gran talento de Leo con la camiseta de la Selección, en su partido N° 19. Dirigido por Basile, era un conjunto plagado de futbolistas de fuste, que jugaban casi todos a la vez, liderados por Riquelme: Tevez, Verón, Cambiasso y Crespo, entre otros. Heinze había puesto el 1-0 al cierre del PT y a los 15’ del ST, Messi recibió el pase de Tevez, encaró por la derecha con la pelota dando saltitos y apenas entró al área, la pinchó de zurda al otro palo, por encima del atribulado arquero y salió disparado a celebrar, con la 18 en la espalda. Unos minutos después, para no ser menos, Román picaría un penal para el 3-0 definitivo. De este modo, Messi llegaba a su primera final con la Selección, aunque el Brasil B de Dunga abortaría la ilusíón con un 3-0 contundente.

9 Récord al ángulo: 4-0 a Estados Unidos
Otra vez en una Copa América, otra vez en una semifinal, otra vez con el resultado a favor de Argentina. Nueve años después, con dos Mundiales más sobre el lomo, Leo ya había asistido a Lavezzi para que anotara el 1-0 de cabeza a los 3' frente al combinado local, en Houston. A los 31', el estadio se paralizó: había un tiro libre para Argentina, unos seis o siete metros fuera del área, levemente inclinado sobre la izquierda, ideal para un derecho. El público esperaba el truco del mago, no le importaba que estuviera en una posición desfavorable. Ni en el país de todos ellos. Y Leo lo hizo: le apuntó al palo del arquero (el Pocho le hizo el hueco) y se la clavó en el ángulo, para decretar el 2-0, llegar a 55 gritos y dejar a Batistuta atrás. En el ST, robó un balón y lo dejó a Higuain para que la empujara debajo del arco: 4-0. La Selección, dirigida por Martino, llegaba así a su tercera final en tres años.

8 Cierre perfecto: 3-2 a Nigeria
Con todo lo que le había costado meter goles en los Mundiales (uno en 2006, ninguno en sus 5 partidos de 2010), cerró una primera ronda perfecta en Brasil 2014. Tras convertir uno en cada uno de los dos partidos anteriores (Bosnia e Irán), fue la primera vez (y única, hasta aquí) en la que Leo anotó por duplicado en una cita mundialista, para que la Selección se asegurara el primer lugar del grupo con puntaje ideal. Ocurrió en Porto Alegre, frente a los siempre duros nigerianos. Metió el 1-0 a los 3 minutos, tras recoger un rebote en el palo a un disparo de Di María: la empalmó de lleno y la puso arriba, contra el travesaño, porque por abajo estaba superpoblado de rivales. Al final del PT, luego del empate de Nigeria, la clavó en el ángulo de tiro libre, por arriba de la barrera, para el 2-1, por una falta que le hicieron a él, lógicamente. Unos minutos antes había pateado el mismo tiro libre (un poco más atrás) y el arquero la había descolgado del mismo ángulo (a cabezadura no le iban a ganar). A los 17’ del ST ocurrió otro hecho inusual: Sabella lo sacó (para cuidarlo); lo reemplazó Ricky Alvarez.

7 Al hombro: 3-0 a Colombia
Después del debut triunfal de Bauza en estas Eliminatorias (un 1-0 sufrido ante Uruguay con uno menos y Lucas Alario jugando de cuatro bis), la Selección había hilvanado dos empates de visitante (2-2 ante Venezuela y Perú) y dos duras derrotas: 0-1 con Paraguay en Córdoba y 0-3 con Brasil en el Mineirao. La cabeza del Patón estaba en juego, y aunque el capitán no congeniase con el estilo futbolístico ni de conducción del DT, se puso el equipo al hombro y dio la cara por él. Cinco días después de la caída estrepitosa en Brasil, Messi hizo todo en San Juan para derrotar 3-0 a la Colombia de Pekerman, el DT que lo había hecho debutar: la colgó del ángulo izquierdo de Ospina de tiro libre a los 10’, se la puso en la cabeza a Pratto a los 23’ para el 2-0 y se la robó a un defensor para dejársela a Angel Di María en la puerta del área chica. Fideo la empujó para el 3-0 a los 84’. Le pidieron que fuese el héroe y lo hizo, para salvarle una vida a Bauza (por dos partidos) y acomodar a la Selección en la tabla ante un rival directo.

6 La reconciliación: 3-0 a Uruguay
Después del mazazo de Sudáfrica 2010 y de la pesadilla que significó la Copa América 2011 disputada en el país, el 2012 fue un año de reencuentro de la Selección con la gente, y en especial con su capitán y símbolo. Y esta goleada ante Uruguay en Mendoza fue el punto culminante de una Eliminatoria ganada con comodidad con la presencia casi permanente en cancha de Messi y sus 3 compinches (Agüero, Di María e Higuain). Leo hizo casi todo bien, fue ovacionado por la multitud y terminó abrazado a los suplentes argentinos tras meter el 3-0 con un tiro libre ejecutado con picardía por debajo de la barrera. Argentina se llevó puesta a la Celeste en 15 minutos, entre los 20 y los 35 del ST. Abrió la cuenta Leo lanzándose hacia adelante en el área chica para finalizar una pared armada con Di María; luego le cedió el 2-0 al Kun casi debajo del arco y cerró la noche con la joya de tiro libre. Se estaba generando algo serio de cara al Mundial.

5 Desde el banco: 5-0 a Panamá
De locos. Las cámaras lo ponchaban a cada rato durante ese soporífero partido en el que Argentina apenas había logrado ponerse en ventaja por un gol de Otamendi de cabeza. Messi se había lesionado en el amistoso de despedida, en San Juan, cuando un rústico hondureño le estampó un rodillazo en la espalda. Faltó al debut  de la Copa América Centenario contra Chile. Y se sentó en el banco frente a Panamá, en el segundo compromiso. Argentina caminaba por la cornisa del papelón, sufría el partido. Leo entró a los 15’ del ST y en 18 minutos metió un triplete, el primero en una competición oficial con la Selección. Los 54.000 espectadores del Soldier Field de Chicago, agradecidos. Primero recibió dentro del área un rebote en la cara de Higuain y definió contra un palo. Luego la clavó en el ángulo de tiro libre, por encima de la barrera (un clásico). Y cerró, otra vez recibiendo como 9 de punta un pase tras una mala salida de Panamá y, entre 3 defensores, volvió a colocarla contra un palo. Unos minutos después, el Kun metió el 5-0. Argentina, a cuartos de final.

4 La última bola: 1-0 a Irán
Fue un gol basquetbolístico. Una de esas acciones que se ven en los segundos finales de un partido de NBA, cuando el entrenador pide el tiempo muerto y dibuja la jugada en el pizarrón mientras les habla con firmeza a sus dirigidos. Ahí queda claro quién debe recibir la última bola para intentar ganar el partido. Argentina había jugado muy mal en el sofocante mediodía de Belo Horizonte, incluso sufrió con los ataques de Irán, que venía de empatar 0-0 en el debut con Nigeria y se erigía en Cenicienta. Un par de veces Chiquito Romero y otra el árbitro, que no vio un claro penal de Zabaleta, ayudaban a percibir como no tan negativo el 0-0 que llevaba la definición del grupo a la última jornada. El Mineirao se relamía por la catástrofe, pero cuando se jugaba el primer minuto de descuento, Zabaleta evitó que la pelota se fuera al lateral, se la pasó a Lavezzi, el Pocho tuvo bien en claro a quién debía darle esa última bola, y Messi, después de sacarse un rival de encima, le dio casi desde el ángulo opuesto del área grande y la puso en la red del costado, ante la estirada del arquero que no podía llegar ni en avión. Salió festejando con los brazos bien abiertos para terminar en andas de sus compañeros que veían el desenlace desde atrás del arco.

3 Debut con gol: 6-0 a Serbia y Montenegro
No había podido entrar en el estreno de Argentina ante la difícil Costa de Marfil de Drogba. Una victoria cómoda por 2-0 se complicó por el descuento de los africanos. En la jornada siguiente, ante un rival que había mandado a España al repechaje, Pekerman le dio pista cuando Leo desesperaba, ya que había realizado dos cambios (Cambiasso por Lucho González por lesión y Tevez por Saviola). Entró por Maxi Rodríguez con la camiseta 19 a los 30’ del ST, con el resultado 3-0 para Argentina. A los pocos minutos lo sacudieron, para darle la bienvenida; luego desbordó por izquierda y le dijo “tomá y hacelo” a Hernán Crespo para el 4-0, Tevez aumentó con una gran acción individual, y Leo cerró la cuenta tras recibir la asistencia de Tevez, por la derecha: la paró de zurda y definió con la de palo (que es mejor que la hábil del resto de los mortales), entre las piernas del arquero. Debut mundialista soñado: 15 minutos, una asistencia, un gol y 6-0. Jamás imaginó que debería esperar 8 años para volver a gritar en una Copa del Mundo.

2 Tricota a Brasil: 4-3
Algunos dirán que no definía ninguna Copa, ni siquiera entregaba tres puntos por Eliminatoria. Es cierto. Tan cierto que por primera vez el clásico sudamericano se disputaba en Estados Unidos y que por eso, y por la presencia convocante de Messi y Neymar, se habían agotado las 82.566 entradas. ¿Más? Sí, que el muchachito de la película se despachó con tres pepas, y la última fue un golazo al ángulo tras una corrida de 30 metros. ¿Más? Que fue faltando 6 minutos para el final y que sirvió para ganar un partido esquizofrénico. El primero y el segundo, a los 31’ y 34’ del PT, dieron vuelta el resultado. En ambos ingresó por el centro, tras pases de Higuain y Di María (en el último dejó al arquero gateando). En el ST, Brasil se puso en ventaja nuevamente, a los 30’ igualó Federico Fernández de cabeza, y a los 39’, el genio frotó la lámpara y la puso otra vez en el ángulo para terminar armando una montaña humana al costado del banco. Fue el segundo triplete de Leo, cuatro meses después de haber logrado el primero ante Suiza.

1 Apagó el incendio: 3-1 a Ecuador
Nos salvó del descenso. Son muy pocos los que vivieron el oprobioso 69 ante Perú, la única vez que Argentina se quedó afuera de un Mundial en una Eliminatoria. Solo el triunfo, en la siempre traumática altura para los argentinos, aseguraba al menos el repechaje. No había pasado ni un minuto y ya perdíamos 1-0, pero a los 12', Leo juntó aire en los pulmones, lo buscó a Di María, se la devolvieron de primera y él también definió de una, acomodando el empeine nomás. Fue su primer gol dentro del área (sin contar los penales a Bolivia y Chile) en toda la Eliminatoria. Ocho minutos más tarde, arrancó otra vez del medio hacia la izquierda, puso su pie para bloquear el rechazo del defensor, se la llevó y fusiló al arquero fuerte y arriba. Para ser el héroe definitivo, faltaba el 3-1 tranquilizador: lo consiguió tras bajar una pelota del cielo con el pecho, encarar nuevamente hacia la izquierda y pincharla por arriba del arquero ante la marca de tres rivales. Increíble: Messi tocó la pelota 47 veces en el partido, la menor cantidad en todos los encuentros de estas Eliminatorias (Opta estadísticas) y nos regaló su noche más determinante. Justo a tiempo. Esperemos agregar alguna hazaña más debajo de esta.

Diez frustraciones
10. Eliminatorias 2018: 0-2 con Bolivia. Viajó con la delegación, con la esperanza de que una apelación le permitiera levantar la sanción de oficio exprés aplicada por su insulto ante Chile, pero no fue posible. Se tuvo que bancar la altura y no pudo ayudar a sus compañeros.

9. Copa América 2007: 0-3 con Brasil. Su primera final perdida con la Selección. Había debutado 2 años antes, participando como suplente en un Mundial (2006) y esta era su primera Copa América. Y como titular. Jugó los 90', con Tevez de compañero arriba, respaldado por Verón, Cambiasso y Riquelme en el medio. Baptista a los 4’, Ayala en contra a los 40’ y su futuro compañero Dani Alves a los 69’ lo dejaron con la cabeza gacha por primera vez.

8. Amistoso 2005: 2-1 a Hungría. Después de consagrarse campeón mundial Sub 20 en Holanda en julio de 2005, Pekerman quería empezar a darle rodaje en la Mayor, de cara al Mundial de Alemania. Un mes más tarde, el 17 de agosto, estaban dadas las condiciones: amistoso en Budapest. Ingresó a los 19' del ST por Lisandro López, y el alemán Markus Merk lo expulsó a los 40 segundos de haber entrado, por un supuesto codazo al querer soltarse de un rival. Récord insólito. Para completar la ridiculez: fue la única expulsión de Messi en su carrera.

7. Eliminatorias 2010: 1-6 con Bolivia. Acostumbrado a que su equipo propine goleadas a mansalva en la liga de España (y también en competiciones europeas), esta vez le tocó ser víctima. Y encima en los 3600 metros de La Paz, donde no podía ser él. Tras el debut victorioso de Maradona en Eliminatorias por 4-0 ante Venezuela, el propio Diego le había quitado importancia a la altura. Messi jugó los 90’ y sufrió mucho. Argentina no recibía 6 goles desde el 1-6 con Checoslovaquia del Mundial 58.

6. Mundial 2010: 0-4 con Alemania. Su segundo Mundial, el primero como figura principal y titular en el equipo. Ya había ganado un Balón de Oro, pero en Sudáfrica arrancó torcido, sin poder convertir en las 4 presentaciones iniciales (todas victorias) de Argentina. A los 3 minutos de juego, Müller ya había abierto la cuenta, luego fue un parto y en los 25 minutos finales las tres estocadas para cerrar un 0-4 espantoso. La foto del final lo sintetiza: el abrazo de Maradona, en el campo, a un Messi con la mirada perdida.

5. Mundial 2006: 2-4 por penales con Alemania. Había cumplido 19 años en pleno Mundial, pero en su club ya era titular y figura. No pudo entrar en el debut argentino, jugó 15 minutos contra Serbia, arrancó de titular ante Holanda (pero salió a los 70’), fue el último cambio en octavos frente a México (entró a los 84’) y terminó sufriendo la eliminación ante Alemania sentado en el banco, porque Pekerman decidió los ingresos de Franco (71’), Cambiasso (72’) y Cruz (79’). Se fue su primer Mundial sin poder pelearla desde adentro.

4. Copa América 2011: 0-0 con Colombia. Debe haber sido el momento de máxima humillación. La única vez que mayoritariamente se la agarraron con él. Ocurrió en la cancha de Colón, en su provincia natal, cuando pateó un tiro libre 20 metros arriba del travesaño, totalmente desviado. Buena parte del estadio lo silbó, y luego continuó fustigando a todo el equipo. Diez días después, la Argentina del Checho Batista sería eliminada en ese mismo estadio, en cuartos de final, por penales frente a Uruguay.

3. Copa América 2015. Después del mazazo del Mundial, era la gran ocasión para acabar con el maleficio de 22 años sin títulos en mayores. Sin convertir demasiado en la Copa (solo 1 gol), pero jugando en gran nivel, lideró a una Selección que arrasó a Paraguay por 6-1 en la semifinal y volvió a fallar en la cita decisiva: Leo tuvo una gran apilada en el minuto 90, pero entre Lavezzi e Higuain la dilapidaron. Tercera final perdida con Leo en la Selección.

2. Copa América 2016. La edición extraordinaria por los 100 años del torneo más antiguo del mundo no podía venir mejor para cortar la sequía. Leo había arrancado sin jugar por lesión, pero sumaba 5 goles en la competencia, el último ante EE.UU. para quedar en soledad como máximo goleador histórico. En la final, otra vez ante un Chile dirigido por un DT argentino, no rindió en su nivel, y sus compañeros tampoco lo ayudaron. Erró su penal en la definición y semejante carga de frustración lo llevó a anunciar esa misma noche su renuncia a la Selección. Por suerte, le duró casi nada.

1. Mundial 2014: 0-1 con Alemania. Nunca estuvo tan cerca de tocar el cielo y saldar cualquier deuda con la historia. En un Mundial que lo vio de mayor a menor (4 goles en la fase de grupos; ninguno en los mata-mata), Leo jugó una buena final ante la mejor Selección del planeta y pudo haber metido un gol desde una posición difícil. Faltando 7 minutos llegó el 1-0 de Göetze, y toda la angustia se vio reflejada en sus lágrimas durante la ceremonia de premiación.

“No ganó nada en la selección”. Sí que ganó.
La frase, usada con desprecio y malicia, no es cierta. Messi conquistó dos trofeos a nivel mundial con la Celeste y Blanca. Y con ciento por ciento de eficacia, porque fueron los únicos dos que disputó. Fue campeón mundial Sub 20 en Holanda 2005, con un detalle: se quedó con el Botín de Oro como goleador (6 en 7 partidos) y también con el Balón de Oro, por ser el mejor futbolista del certamen. A pesar de dar 2 años de ventaja y de arrancar como suplente en el debut ante Estados Unidos (ingresó por Armenteros en el ST), hizo cartón lleno en los mano a mano: les metió goles a Colombia (octavos), España (cuartos), Brasil (semi) y Nigeria por duplicado (en la final). Tres años después, se colgó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing 08 sin ser tan determinante (2 goles en 5 partidos), pero asistiendo a Di María para que anotara el 1-0 en la final con Nigeria. Hace unos meses, el propio Messi eligió ese momento, ante la revista inglesa Four Four Two, como uno de los 3 más importantes en su vínculo con la Selección. Le falta ganar con la Mayor, sí, pero es falso afirmar que no ganó nada. Es la misma medalla que tanto se le elogió a Neymar cuando la conquistó en los Juegos de Río.

Por Diego Borinsky / Fotos: Alejandro Del Bosco y Archivo El Gráfico.

Nota publicada en la edición de Noviembre de 2017 de El Gráfico 

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