Boca se despidió de la Copa Libertadores en octavos de final. Al igual en la ida, empató 0-0 con Atlético Mineiro fue eliminado en los penales. Al igual que en La Bombonera, el VAR fue el protagonista del partido al anularle un gol al equipo de Miguel Ángel Russo.

La polémica del partido fue a los 13 de la segunda parte. Villa envió un centro al área, Éverson no pudo controlar y Weigandt no perdonó en el rebote. Luego de la celebración, Boca vivió su propio deja vu.

El árbitro Ostojich, el mismo de la final de la Copa América entre Argentina y Brasil, demoró la reanudación del juego y luego de la revisión del VAR fue a corroborar la jugada. Ahí se desató un intercambio verbal entre suplentes y auxiliares de ambos equipos. La tensión se apoderó del Mineirao durante unos minutos, hasta que el árbitro pudo chequear la jugada y observó una milimétrica posición adelantada de Diego González cuando parte el centro.

Al ser una jugada de interpretación, porque más allá de que González estaba adelantado restaba resolver si intervenía en la jugada o no, Ostojich debió resolver a través de la tecnología y, en un fallo muy discutido, terminó por anularle el gol a Boca. 

Antes y después hubo un partido, con mucha intensidad, pocas situaciones claras y mucha pierna fuerte. Boca volvió a mostrar su escaso funcionamiento, pero estuvo a la altura de un encuentro con mucha fricción. 

En los penales, fue triunfo para Atlético Mineiro por 3-1. Rojo fue el único que convirtió para el equipo de Russo. Luego fallaron Villa, Rolón e Izquierdoz. En el equipo de Cuca, que ya había eliminado a Boca con Santos en las semifinales de la Libertadores 2020, marcaron Nacho Fernández, Junior Alonso y el arquero Éverson, mientras que Hulk y Hyoran malograron sus disparos. 

Atlético Mineiro jugará en cuartos contra otro equipo argentino. En la próxima instancia aguarda al ganador entre Argentinos y River, que empataron 1-1 en la ida. 

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