En una esquina bahiense con dos grandes amigos: Alberto Pedro Cabrera y Bill Américo Brusa. "Beto es el jugador que tiene todo, al que no le podemos agregar nada... ¿Y del «Lungo» qué puedo decir? Él ha sido mi consejero de siempre, tanto en lo deportivo como en lo personal. Si a alguien debo agradecerle por mis éxitos, ése no es otro que el «Lungo» Brusa, algo más que un amigo para mí..."

El capitán de la selección argentina. La distinción que enorgullece. Montevideo lo vio dos veces así: Mundial de 1967 y Sudamericano de 1969. Como internacional, su foja registra cuatro actuaciones: dos campeonatos sudamericanos y dos mundiales.

En la época de sus comienzos, cuando asomaba en la tercera de ascenso de Independiente. 1957. Aquí con la pelota, en un partido local frente a El Nacional. Aún no hacía dos años que el profesor Gazzola lo había puesto en el equipo de la Escuela de Agricultura y Ganadería, donde cursaba el secundario. "Como era alto me dijo que jugara al básquet. Y así empecé..."

El precio de jugarse siempre. El elocuente gesto de dolor y la sangre que aparece en su rostro. Sudamericano de 1963, en Lima: "Fue un codazo casual de Ricardo Duarte, la noche que perdimos contra Perú. El golpe me afectó los dientes, la nariz y el pómulo derecho, pero este torneo tiene especial significación para mí porque allí debuté en la selección argentina, Salimos cuartos..."

El temperamento que aflora siempre, el fervor que contagia como ninguno, la entrega íntegra. El jugador de las contorsiones más raras... Aquí "vuela" para convertir un dable en la gran final del Campeonato Argentino de San Luis, en el encuentro en que Provincia de Buenos Aires derrotó a Capital Federal. Nos confirmó el "japonés" Néctar Santini, su DT cuando Atilio José Fruet era cadete de Independiente: "Así fue siempre. Fogoso, todo nervio, peleador, pero sincero... No me equivoqué al anticipar que en esos cadetes «violetas» estaba el futuro centro de la selección bahiense..."

La gran noche de su homenaje. Los trofeos que testimonian el reconocimiento. Fue el sábado 27 de septiembre en el club Olimpo. La idea fue de Brusa, que hacía tiempo le llevaba una relación detallada de los torneos ganados en todos los niveles. Cuando se hizo la suma la admiración se multiplicó... ¡73 títulos!

"Fue como tocar una montaña con la mano..." El ascenso a primera con Independiente (temporada 1958/59). El DT Rubén Carrero, Serrano, Fruet, Luis Rodríguez, Ricardo Carrero, Castarés, Norberto Zanconi, Vidal, Sidera —ayudante del DT— (parados); D'Amico —planillero—, Durando, Fasano, Eduardo Zanconi, Rojas, Barral y Roberto García (hincados). Un año más y la hazaña: campeones de primera división.

El director técnico y el capitán. Cara a cara con Casimiro González Trilla en el último Sudamericano. "De todas las selecciones nacionales que integré, nunca se trabajó mejor que esta vez. Por eso opino que la "manija" de la selección se la tienen que volver a dar a González Trilla... Con adecuada preparación tenemos que estar muy cerca o a la par de Brasil..."

Los amigos de siempre... La barra que se mantiene unida desde los años jóvenes de Independiente... Roberto García, Fernando López, Oscar Fasano, Alberto Baglioni. "De esa época, de cuando ganamos los tres títulos consecutivos con Independiente, guardo los mejores recuerdos… No teníamos equipo, pero ganábamos igual..."

Con la camiseta aurinegra de Olimpo, con su característico número 10 en el pecho. Y con la imagen de nervio y vigor que nunca deja de imponer. Está allí desde marzo de 1960, cuando Olimpo actuaba en segunda. Ese año ganaron el ascenso y después siguieron triunfando: lograron seis títulos oficiales en ocho torneos...

Los seres queridos. Con su madre; Della Buitrago de Fruet, y su tía, Teresa Fruet. En esa casa de la calle Italia 154 creció "Cito"... "En el barrio había dos clubes. Primero intenté practicar en Estudiantes, pero no me ponían... Y entonces después fui a Independiente, que está a una cuadra de casa. Ahí tuve más suerte..."

El símbolo de una pasión. El ídolo aclamado por su ciudad, La copa en alto que enmarca la conquista de uno de sus tantos triunfos. Cuando la recepción a los campeones argentinos de 1966 —el primer título nacional que logró Fruet—, Bahía Blanca asistió, frente al teatro Municipal, a la apoteosis popular más espectacular de su historia. ¡Cuarenta mil personas vivaron a los campeones! "Eso es lo lindo que tiene Bahía: aquí todos respiramos básquet..."

Las ocupaciones particulares. Antes fue vendedor de la sección lanas y cueros de la firma Monaldi, Mames y Cía. Desde este año es socio de Celsius Comercial, casa mayorista que distribuye materiales eléctricos, en Brown 935. "Aquí trabaja toda la familia..."

La mesa familiar. Con sus suegros; su esposa, Liliana Martino, y su cuñado. Así transcurre la intimidad diaria de quien, a los 27 años (27-10-1941), es la figura de mayor repercusión popular que ha dado el deporte de Bahía Blanca. Nadie lo puede discutir...

Fruet recibe el trofeo del Campeonato Argentino 1969 de manos del Dr Castelli (presidente de la Asociacion Bahiense) Nestor Francisco Radivoy

Corrida y bandeja bajo el aro de Fruet.

Atilio Fruet campeón. Foto del 23 de mayo de 1967

25 de abril de 1967. Fruet eufórico en el festejo.

14 de noviembre de 1970. Fruet campeón provincial en Punta Alta

Campeonato Mundial de 1967

Fruet jugando para Estudiantes vs Asociación Porteña Bahía. Junio de 1969