LAS FOTOS DE EL GRÁFICO

Fillol, el supremo. Parte I

Por Redacción EG · 31 de octubre de 2019

Seguimos recorriendo en imágenes la vida de las grandes leyendas del deporte. Compartimos hoy los orígenes y primeros pasos de Ubaldo Matildo Fillol, para muchos el mejor arquero de la historia nacional.


MONTE

 

Fillol remando en la laguna de su ciudad natal San Miguel del Monte, Provincia de Buenos Aires. Ubaldo Matildo nació el 21 de julio de 1950. El papá, Luis Damián, tenía un restaurante y la mamá Celia Elisa, era enfermera.
 

 

Primera comunión. "Mi mamá me puso el nombre de su padre, el abuelo Ubaldo, y mi viejo no quiso ser menos y agregó el del suyo, Matildo. Se estilaba bastante. Son particulares, pero a mí me encantan".
 

El Pato en el aula y con su primera maestra, Lucía Fornasier de Jones. “Fillol era un chico muy humilde y muy compañero de todos los demás. Algunas veces había que retarlo porque se peleaba…” (Lucía). “Era medio burro y además me portaba mal, me ligue cada reglazo…” (Fillol).

 

Enfrente del restaurante “La Enramada”, su primer trabajo. “Yo lo agarraba acá, ve, entre la heladera y el mostrador, y le tiraba corchos para que él los atajara, le amagaba a una punta y se la tiraba a la otra ¡Como volaba! Los agarraba siempre (Don Pedro Gavino, en la foto con delantal y gorrito blanco)

 

El primer arco en la cancha del club San Miguel, que lo vio crecer y formarse. “Al pasar la prueba en Quilmes (tenía 15 años), nos pidieron que llevemos el pase, algo que siempre le agradeceré a San Miguel, que no hizo problemas”.

"Vengo a Monte por necesidad. Porque me hace falta encontrarme otra vez con mis amigos de pibe, con mi familia.para ellos no soy Fillol, soy el Negrito..."

 

 

 

QUILMES

 

Pensión de la calle Rodolfo López al 200, en la que vivió desde los 15 años hasta los 21. “Es feo llegar a la noche del domingo, después del partido, y no tener cerca a la familia. Don Federico Fante, el dueño de la pensión (en la foto) me trato siempre como si fuese de la familia. Pero a Monte podía ir una vez por mes, con suerte...”
 

 

 

El debut de Fillol en Primera en las páginas de El Gráfico. Fue el 1° de Mayo de 1969 frente a Huracán y perdieron 6-3. “Estaba destrozado. Pero lo primero que hice fue decirle cuando asumió al técnico Carmelo Faraone : No me toco andar bien el otro día, pero quiero la revancha urgente. Carmelo me miró fijo y me dijo: por ahora ni lo sueñe, pero va a tener una oportunidad más adelante”.
 

 

En mayo de 1970, en el partido jugado con Racing, en el último minuto un rechazo de Fillol con los puños se la dejó a Salomone que con un disparo liquidó el partido. El llanto del arquero de Quilmes no encontró consuelo ni en el abrazo de los jugadores de Racing.
 


 

A los 20 años jugando para Quilmes se tira a los pies de Echecopar ante sus compañeros Reguera y Laginestra. “El titular era el Turco Cavallero, el papá de Pablo, y yo me quede esperando turno. Cuando tuve la chance no la desperdice”.
  

 

 

Un formación de Quilmes de 1970. Tenía un buen equipo pero no le alcanzó para mantener la categoría. Tourino, Manna, Fillol, Magliolo, Rimolo, Martinez; Cotton, Della Savia, Jorge Pérez, Reguera y Leeb.
 

"En Quilmes me probé, viví la adolescencia, debuté en Primera, conocí a mi señora, me casé y nacieron mis hijos. Quilmes es lo máximo para mí".

 

 

RACING

 

Fillol a los 21 años "Cuando me fui al descenso y entré a la colimba, me desmoralice tanto que casi perdí el año. No aprendí nada, dejé de romperme el alma en los entrenamientos, me sentía frustrado". En enero de 1972 lo compra Racing por 15 millones de pesos.
 

 

 

14 de Mayo de 1972. Le ataja el penal a Juan Ramón Verón de Estudiantes. Fue su tercer penal detenido desde que era titular en Racing en el Metropolitano 72.
 

 

 

A la fecha siguiente ataja otro penal. Esta vez a Santiago de Lanús en el triunfo de la Academia 4-3. El Pato fue la figura de la cancha.
 

 

 

Cuando terminó el partido consagratorio ante Lanús y el Pato caminaba hacia el túnel, la ovación desde los cuatro costados fue creciendo y terminó en un ¡Fi-llol, Fi-llol! emocionante. “La hinchada de Racing es maravillosa. Es el mejor premio para un jugador”, le contaba a El Gráfico el joven de 21 años.
 


 

Una costumbre. El Pato le ataja el penal a Rubén Suñé en el triunfo de Racing 3-1 sobre Boca en junio de 1972. Fue el quinto del campeonato. El país hablaba del arquero del momento.
 

 

Después del partido frente a Boca, el Pato sale nuevamente ovacionado. En el torneo Metropilitano de 1972 Fillol atajó en total seis penales, un record increíble.
 

 

Racing culmina el Metro 1972 como subcampeón, Fillol es convocado como tercer arquero de la Selección Nacional.
 

 

Tras el empate 1-1 entre River y Racing en setiembre de 1972, se saludan fríamente dos de los mejores arqueros del país, Fillol y Perico Pérez. “En 1973, estábamos en Racing, y los dirigentes se acercaron a decirme que River me quería. Yo les dije que no tenía ganas, porque era la época de las internas, los 18 años sin títulos. Se me acercó Labruna: “¿Usted está loco? Si no va a River, yo mismo lo voy a cagar a trompadas, ¿me entiende? River es la casa blanca”.
 

“Hay una gran diferencia entre un equipo grande y uno chico. Porque una cosa es entrar a jugar sin problemas y otra sabiendo que hay pagar el médico del hijo y no se cobra hace tres meses”.


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