En la previa, la familia en la cancha. No faltaron camisetas del Lobo ni de Argentina.
El delirio de los hinchas por la llegada de Maradona. Se vivió un clima festivo, como si fuese un día de partido.
La pasión llevada al extremo.
Los inflables, un clásico de Gimnasia.
El Diego del 86. La Mano de Dios.
Sale al campo de juego Diego Armando Maradona.
Un carrito lo traslada hasta la mitad de la cancha. El público está eufórico.
Las lágrimas, la emoción. Minutos después diría que en ese momento se lo vino la imagen de la madre a la cabeza. Doña Tota siempre presente.
El Bosque de fiesta por la llegada del astro. Los hinchas recuperaron la ilusión y sueñan con salvarse del descenso.
Micrófono en mano, Maradona es aplaudido por todos los presentes, inclusive Lucas Licht.
Jugadores y cuerpo técnico cantan junto a los hinchas.
Siempre con una pelota cerca. Pelusa recorre el terreno de juego. Él ya aclaró que desea jugar todos los partidos en el Bosque, pretende que sea una fortaleza.
La zurda mágica en contacto con la pelota.
Diego sigue de cerca las acciones. Los jugadores hicieron unos movimientos con pelota. Como es el caso de Franco Mussis, quien aparece en escena.
Lucas Licht escucha atentamente las indicaciones del DT.
No puede con su genio. No importa el dolor de rodilla ni nada, Maradona ve una pelota y tiene que ponerse a jugar.
Una figura central será Sebastián ¨Gallego¨ Méndez, quien lo acompañará como ayudante de campo.
El Bosque fue una fiesta, los hinchas colmaron el estadio, Maradona terminó emocionado, cantando junto a los jugadores. No tiene una tarea fácil, pero la ilusión ya está en marcha.
Fotos: Alejandro Del Bosco.