Dos purretes que prometían. Guillermo Pérez Roldán y Franco Davín posan disfrazados en los estudios de El Gráfico. En ese momento estaban entre los cuatro mejores juveniles del mundo y eran el futuro de un tenis argentino que necesitaba volver a los primeros lugares del mundo. Ambos eran amigos, entrenaban juntos y abandonaron jóvenes. En el ranking de mayores, Guillermo llegó a estar 13 y Franco 30 del mundo.
Foto: Guillermo Rondoni.